Este miércoles, se celebra en París el 69 Congreso de la FIFA. El tema central de la agenda es la elección presidencial, aunque ya se sabe quién seguirá al mando: Gianni Infantino, quien se presentará para otros cuatro años sin un candidato rival. El hombre de 49 años fue elegido a fines de febrero de 2016 como sucesor del derrocado jefe de la FIFA, Joseph Blatter. Muchas de las 211 asociaciones miembro lo encuentran considerablemente menos crítico que, por ejemplo, en Alemania. En África, Sudamérica y Asia, el suizo, que aumentó la Copa Mundial a 48 equipos para la edición de 2026, puede contar con un gran apoyo. En entrevista con DW, Sylvia Schenk, de la organización Transparency International, hace un balance de los primeros tres años de Infantino.

DW: Desde su punto de vista, ¿es una buena o una mala señal que no haya un candidato rival para Infantino en la elección del presidente de la FIFA?

Sylvia Schenk: Es habitual en las asociaciones deportivas internacionales, y a menudo también en las nacionales, que no haya candidatos opositores. Desde la perspectiva de los miembros de la FIFA, obviamente no hay una gran razón para criticar a Infantino. Y así nadie se atreve a competir contra él.

En su primera elección hace tres años, Infantino dijo: "Restauraremos la imagen de la FIFA". ¿Desde su punto de vista, logró hacerlo?

A lo sumo en algunas áreas, todavía hay mucha inquietud. Para restaurar la imagen, se requiere tomar medidas en detalle, acompañadas de los símbolos correspondientes. Yo misma que estoy en el Consejo Asesor de Derechos Humanos de la FIFA. Se han hecho muchas cosas allí. Y esto es reconocido por muchas organizaciones no gubernamentales. Sin embargo, todavía falta mucho en el área de conflictos de interés y transparencia.

¿Qué exactamente?

Por ejemplo, la transparencia de las decisiones y cómo se preparan. Se discutió un acuerdo por 25 mil millones de dólares (para los derechos de la FIFA en una Liga Mundial de Naciones y una Copa Mundial de Clubes ampliada), donde nadie sabía exactamente lo que había detrás. En este caso, Infantino no se dejó mirar las cartas e intentó hacerlo pasar. Sin embargo, sí se nota que las costumbres del Consejo de la FIFA son diferentes. Con Blatter habría sido muy fácil, pero eso ya no es posible con Infantino. Es una buena señal para la FIFA, pero se ha criticado la falta de transparencia.

También hubo discusiones sobre la reunión de Infantino con un fiscal suizo, donde también hubo falta de transparencia sobre la finalidad del encuentro. También era una cuestión de roles: cuando se trata de asuntos legales, Infantino no debería hablar personalmente con los fiscales, sino dejarlo a su departamento legal. Estos son algunos ejemplos de cómo la transparencia y el liderazgo interno de la FIFA todavía no son lo que se espera.

Ahora la FIFA está revirtiendo la tan criticada decisión de eliminar el término corrupción del código de ética. ¿Valora esto como una buena señal?

Eso es bastante tonto. La corrupción tampoco existe en el derecho penal alemán como un término. La prensa está fijada en el tema: "¡Por el amor de Dios, están eliminando el término corrupción del código de ética!", dicen. Los hechos individuales no se cancelaron, incluso se ajustaron excesivamente mediante la introducción de penas mínimas, a pesar del hecho de que podría haber casos menos graves. Si se aplican en estos casos penas mínimas tan altas, lo veo como un posible problema de derechos humanos, dependiendo de cómo posiblemente se lo maneje. La eliminación del término corrupción fue irrelevante y la reintroducción es simplemente una reacción a la crítica de los medios de comunicación. Ninguna de las dos acciones tienen efecto.

¿Cuál cree usted que es la manera de lidiar con los escándalos de corrupción de la FIFA?

¿A cuál se refiere? Más personas están siendo sancionadas, están pasando muchas cosas.

Tomemos como ejemplo el escándalo del verano de la Copa Mundial de 2006.

Dado que la FIFA puede hacer relativamente poco, tuvimos el informe de investigación de los abogados de la Asociación Alemana de Futbol (DFB). La fiscalía todavía sigue en ello, pero parece que no hay forma de aclarar los hechos. Yo no veo qué podría hacer la FIFA al respecto. Ya pasó hace tanto tiempo.

Mencionaba usted el paquete de 25 mil millones de dólares para un consorcio por todos los derechos de la FIFA de una Liga de Naciones global y una Copa Mundial de clubes ampliados. ¿Considera adecuadas las acusaciones a Infantino por dedicarse exclusivamente a la comercialización del fútbol?

No creo que sea justificada. En otros deportes se lucha ferozmente por acciones de marketing y patrocinio, incluso para compartir el tiempo de transmisión por televisión. Por ejemplo, en la natación se está discutiendo una redistribución de las ganancias. Nuevas ligas internacionales están por fundarse, por ejemplo, en baloncesto o balonmano. Así que hay mucho movimiento en términos de financiamiento internacional deportivo y de alguna manera también en el ámbito nacional. Todos los deportes luchan por su parte del pastel y por supuesto el fútbol no es la excepción. La UEFA está pensando en estructurar la Liga de Campeones de manera diferente. La asociación de clubes ECA está analizando sobre si debería exigir una competencia adicional. Y la FIFA también participa en esto.

El trabajo de Infantino es abogar por los intereses de la FIFA en esta discusión. Como dije, yo hubiera querido más transparencia en ello. En mi opinión, difícilmente habrá una manera de evitar una mayor comercialización. La pregunta es a dónde van los fondos al final. Por ejemplo, actualmente la FIFA está invirtiendo fuertemente en el fútbol femenino, lo que considero importante.

Una de las primeras decisiones de Infantino sobre el personal fue el nombramiento de una mujer como secretaria general de la FIFA, Fatma Samoura, de Senegal. ¿Tiene usted la impresión de que la FIFA y, por lo tanto, el fútbol mundial bajo Infantino se han vuelto más abierto con las mujeres en general?

Se ha hecho mucho en esa área, de hecho incluso antes de la toma de posesión de Infantino. La FIFA dice que quiere promover tanto a las niñas como a las mujeres en los deportes activos, así como en todos los niveles de administración y liderazgo del fútbol. Las mujeres también han tomado otras posiciones en la FIFA. En esto, la FIFA está más avanzada que la DFB, hay que ser honesto.

Hablando de la DFB. La asociación ha estado últimamente con más frecuencia del lado de los críticos de Infantino. Pero realmente no lidera una oposición frente a él. ¿Debería la DFB posicionarse claramente desde su punto de vista?

En primer lugar, la DFB tiene que ordenarse y considerar cómo configurar su estructura para el futuro, con qué personal directivo enfrentará los próximos años y qué personas envía a los comités internacionales. Por el momento, está completamente por fuera. Oposición por querer ser oposición tiene poco sentido, la DFB debería aliarse con otras asociaciones. Desde mi punto de vista, la contraparte principal de la FIFA actualmente es la UEFA, que tiene una buena política de la mano del presidente Aleksander Ceferin. Sería deseable que el DFB participe allí, tan pronto como se haya reconfigurado a si misma.

Algunos dicen que la FIFA es peor a cargo de Infantino que de Joseph Blatter. Por sus respuestas, diría que su balance general de los primeros años bajo Infantino es positivo.

La FIFA está progresando, en algunas áreas como los derechos humanos más que en otras, como la transparencia o los conflictos de intereses. Infantino cometió errores, no hay duda; pero también aportó con los avances mencionados. Sin embargo, algunas estructuras se cambiaron precisamente para que no pase lo que sucedió con Blatter. La FIFA como institución definitivamente ha progresado.

Sylvia Schenk trabaja para Transparency International Alemania desde 2006. De 2007 a 2010, fue la presidenta de esta organización no gubernamental dedicada a combatir la corrupción. Desde 2014, la abogada de 66 años dirige la Comisión Deportes en la organización. Ha estado en el comité asesor de derechos humanos de la FIFA desde 2017. Schenk fue corredora de media distancia, y desde 2001 hasta 2004 fue presidenta de la Asociación de Ciclistas Alemanes (BDR).

(pana/rr)

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