Túnez: arrestan a 800 personas y prolongan toque de queda
25 de enero de 2016
Mas de 800 personas han sido detenidas en los últimos días en Túnez por vandalismo, pillaje y violación del toque de queda, cuya vigencia ha sido prolongada, informó hoy el ministerio de Interior.
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Un comunicado del Ministerio del Interior de Túnez remitido a los medios precisó que 538 de los detenidos han pasado a disposición judicial, mientras que 300 se hallan en prisión preventiva, en su mayoría por haber violado el toque de queda.
Esta medida restrictiva seguirá en vigor durante un tiempo aún no definido, con los mismos horarios actuales, es decir entre las 20.00 horas local (19.00 GMT) y las 05.00 de la madrugada, explicó la nota. "Las regiones tunecinas van recuperado la estabilidad y la seguridad", concluyó.
La violencia se desató la semana pasada después de que cientos de personas salieran a protestar contra el desempleo y la parálisis económica en las zonas rurales de la provincia suroccidental de Kasserine, empobrecida y afectada por la acción de los grupos yihadistas que se esconden junto a la frontera con Argelia.
Grupos de extrema derecha manipularon protestas
Las manifestaciones, que comenzaron como un simple arrebato de indignación social, fueron rápidamente manipuladas por grupos de extrema derecha asociados al antiguo régimen y movimientos radicales salafistas para generar violencia.
La situación se hizo tan peligrosa el jueves que el primer ministro tunecino, Habib Essid, se vio obligado a abandonar la cumbre de Davos y regresar de inmediato al país.
Las protestas se producen en medio de la crisis que sacude al partido Nida Tunis, mayoritario en la coalición de gobierno, que se partió días atrás y perdió la mayoría que tenía en la Cámara en favor de sus socios, los islamistas moderados de An Nahda.Días antes, Essid había ordenado una remodelación del gobierno en la que los islamistas ganaron peso.
Cinco años después de la revolución que derrocó la dictadura de Zine al Abidín ben Ali, la violencia yihadista, el paro, el alza de los precios, la frustración por la lentitud de las reformas y el retroceso de algunos derechos con la excusa de la Seguridad amenazan el progreso de la única Primavera árabe que no ha fracasado.
Los años sangrientos de Mali
Pese a la misión de la ONU y los acuerdos de paz, la violencia en Mali no cesa. Desde 2012, tuareg e islamistas luchan contra el Gobierno en Bamako. En varias ocasiones también extranjeros se han convertido en blanco.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/H. Traore
Ataque en el corazón de la capital
Los grupos terroristas Al Qaeda del Magreb Islámico y Al Murabitun reivindicaron el atentado contra el hotel Radisson Blu en Bamako, en el que los islamistas tomaron como rehenes a 170 personas. Decenas de huéspedes y empleados del hotel lograron escapar. 18 personas podrían haber muerto. El hotel alberga a muchos diplomáticos y periodistas de todo el mundo.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/H. Traore
Islamistas en el norte
En el país existen muchos grupos armados. Por ejemplo, las milicias islamistas Ansar Dine, que se autodenominan “Defensores de la Fe” y que están bajo el mando de Iyad Ag Ghaly. Desde 2012, luchan por un Estado islámico en el norte de Mali.
Imagen: Romaric Hien/AFP/GettyImages
Terror y destrucción del patrimonio cultural
En 2012, Ansar Dine se hizo en poco tiempo con el control de amplias regiones del norte de Mali. Allí las milicias establecieron un régimen de terror, por ejemplo, cortaban las manos a presuntos ladrones y lapidaban a presuntos adúlteros. Ansar Dine llamó la atención mundial por la destrucción sistemática del valioso patrimonio cultural del país, como esta mezquita del siglo XV en Tombuctú.
Imagen: Getty Images
Bombas sobre Trípoli, con réplicas en Mali
También la guerra en Libia atizó el conflicto en Mali. Como consecuencia del caos y de los enfrentamientos armados tras el derrocamiento del dictador Gadafi, a partir de 2011 grandes cantidades de armas y numerosos combatientes cruzaron la frontera de Mali.
Imagen: picture alliance / dpa
¿Azawad o Estado islámico?
Después de haber luchado conjuntamente durante cierto tiempo, las milicias islamistas desplazaron también a los rebeldes tuareg más moderados. Por ejemplo al Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), que lucha por un territorio independiente de la tribu tuareg en el norte de Mali.
Imagen: picture-alliance/dpa/Bindra
Operación Serval
A principios de 2013, los islamistas amenazaban con entrar en la capital, Bamako, ante lo cual el presidente francés, François Hollande, ordenó una operación militar contra los rebeldes. Hasta el verano de ese año, los franceses lograron reconquistar, con el apoyo de tropas malíes y de África Occidental, las ciudades más importantes del norte de Mali, en el marco de la llamada Operación Serval.
Imagen: dapd
MINUSMA deberá garantizar estabilidad
Alrededor de 10.000 soldados de la ONU deberán preservar la frágil paz en Mali. También el Ejército alemán ha enviado a 200 soldados al sur del país. Además, en la capital de Bamako están estacionados otros 50 soldados germanos, en el marco de una misión europea de entrenamiento para el ejército local. En la imagen se puede ver a la ministra de Defensa alemana visitando a las tropas en Mali.
Imagen: Reuters
Un poco de paz
No obstante, rebeldes y delincuentes no dejan que el país recobre la tranquilidad. Las noticias sobre atentados y secuestros están a la orden del día. En años recientes, cientos de miles de malíes se han visto obligados a abandonar su país. Los niños en la imagen viven en un campamento de refugiados en el país vecino, Burkina Faso.