1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Tailandia vive y se recupera muy bien del tsunami

José Ospina Valencia29 de abril de 2005

Nada es inamovible en la vida de un tailandés. Incluso de la muerte y la destrucción se puede aprender algo edificante. Tailandia se muestra, sorprendentemente, optimista, y en buena forma. Una lección para Occidente.

Phuket, Playa de Patong : un mar tan apacible como "casi" siempre.Imagen: Ospina & Kenns

A esta convicción se debe, probablemente, que el "país de la sonrisa" se esté recuperando tan rápido de la impensable catástrofe causada por el tsunami del 26 de diciembre de 2004, hoy hace poco más de 4 meses.

Unas 10.000 personas, entre nativos yextranjeros, murieron en Tailandia o aún están desaparecidos, 200.000 resultaron heridos, medio millón perdió su vivienda y/o su sustento. De las 583 víctimas mortales alemanas, habían sido identificadas hasta este 11 de abril 227, dice el último reporte del Ministerio alemán de Exteriores.

Destrucción y reconstrucción en Khao Lak, provincia de Phang Nga.Imagen: Ospina & Kenns

"Phuket Elvis is back"

Los tailandeses no dedican mucho tiempo al llanto y a las quejas. Se puede mirar hacia adelante sin olvidar a los muertos. Y, en efecto, Phuket y Krabi, en el sureste del país, se están recuperando a pasos agigantados. Hoy mismo la vida allí es "casi normal". Todas las playas de Phuket, incluída la populísima Patong están abiertas a los bañistas y las excursiones de buceo en mar adentro comienzan a ser más nutridas.

El general y jefe del Plan de Reconstrucción, Lertrat Rattanavanich (a la izquierda), y el periodista, José Ospina Valencia, en el Centro de Operaciones de Khao Lak.Imagen: Ospina & Kenns

La resurrección de Khao Lak, y la isla de Phi Phi va a durar, eso sí mucho más tiempo, "por lo menos dos años", pronóstica para DW-WORLD el general de la Armada Real tailandesa, Lertrat Rattanavanich, jefe del Programa de Reconstrucción de Khao Lak, en el centro de operaciones instalado en el resorte Khao Lak Merlin, uno de los pocos hoteles que quedaran en pie y que están funcionando hoy.

Khao Lak: un paraíso terrenal

Las playas doradas de Khao Lak eran un maravilloso refugio de tranquilidad y confort en el Océano Índico de aguas turquesas y verde esmeralda. Palmas, casuarinas e inmensos cauchos ofrecían un ambiente tropical en el que muchos se preparaban para ver el espectáculo natural del día: el ocaso.

Sólo el recuerdo le hace brotar las lágrimas a Yupin Namkaew. Ella perdió allí a su única hija que trabajaba en la panadería de uno de los hoteles de lujo empotrados en la playa. Cuando la primera ola destruyó el kilómetro más cercano a la playa, ella estaba de camino a su trabajo en una lavandería del poblado, del que quedaron en pie sólo algunas casas y uno que otro aviso callejero.

Unas pocas y avisos callejeros.Imagen: Ospina & Kenns

Reconstrucción hombro a hombro

Un barco en tierra a dos kilómetros del puerto. Khao Lak.Imagen: Ospina & Kenns

Cuando muchos se creían a salvo, dos olas más avanzaron 2 y 3 kilómetros adentro arrasando todo. De las lesiones recibidas, aún no se ha podido recuperar del todo Yupin porque necesita una dispendiosa terapia ortopédica. Hoy ella vive, como otras 300 mil personas más, en campamentos estatales o de organizaciones no gubernamentales.

"Estas son las viviendas que estamos construyendo con la ayuda llegada de Alemania y otros países", le indica el General Rattanavanich a DW-WORLD.En efecto, los trabajos adelantados por nativos, expertos y jóvenes voluntarios extranjeros son febriles y motivo de aliento para la pronta recuperación de Khao Lak y Tailandia en general. Ya sobre la H4, la ruta que conecta al sur en dirección a Myanmar han reabierto pensiones, cafés, supermercados, cafés internet y tiendas con artesanías hechas por los nativos damnificados. Allí vende ahora Yupin las prácticas y cortas escobillas que se ven en toda Tailandia.

Nuevas viviendas para los nativos en Khao Lak.Imagen: Ospina & Kenns

Duro golpe a economía nacional

Pero las cosas siguen siendo difíciles para la economía, sobre todo, en el sureste tailandés. "De 465.371 pasajeros mensuales que llegaban a la isla por avión, hoy sólo lo hacen 194.000", dice a DW-WORLD, Pornchai Eua-Aree, director del Aeropuerto internacional de Phuket. Peor aún, el Banco Mundial prevé para 2005 la baja de casi un punto del Producto Interno Bruto (BIP) tailandés, como consecuencia de la caída del 30,81% de la industria turística. El BIP bajaría del 6,1 al 5,2 %.

Mayor riesgo en Surámérica que Tailandia

"Creemos que Vd. me (nos) puede ayudar", dice el llamado. Lo mejor es visitando Tailandia.Imagen: Ospina & Kenns

A pesar de que otro tsunami es improbable, el temor a visitar la región es grande, aunque infundado. Aún si sucediera otro, las costas índicas de Tailandia están mejor resguardadas que toda la zona occidental de Suramérica en donde la franja de subducción está a sólo 150 kilómetros de las costas y, según el Centro de Detección y Alerta de Tsunamis en Colombia, "un tsunami duraría 10 minutos en llegar a ellas". El tsunami provocado en la franja de subducción frente a Indonesia duró dos horas en llegar a Tailandia. Y para quienes quieran sentirse aún más seguros, el Centro de Alerta para Tsunamis en el Pacífico (PTWC) de Hawai, ofrece un servicio de boletines de alerta por e-mail retransmisibles a celular.

Sea como sea, Tailandia está hoy, mejor que nunca, preparada para una eventualidad. La instalación, con un enorme costo de 3,8 millones de dólares, de 3 boyas submarinas y torres de observación avanza. El mismo primer ministro, Thaksin Shinawatra, presidió este 29 de abril en Phuket, el último de los simulacros de evacuación, presenciado por representantes de 20 países. El gobernador de la isla, Udomsak Asawarangkul, activó la alarma en tailandés, chino, japonés, inglés, francés y alemán.

Para aprender de las catástrofes e implementar el socorro colectivo y la reconstrucción tiene lugar, precisamente, entre estos 4 y 6 de mayo en Phuket, una Conferencia Internacional de Salud, realizada por el gobierno tailandés y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Lo pasado pasado

La superación del dolor humano no se logra, según la corriente tailandesa del budismo, automartirizándose, sino armándose el destino con las manos propias, o tomando el "toro por los cuernos", como diría un occidental. Y lo más grato de todo, es que los tailandeses lo hacen siempre con una sincera y radiante sonrisa.

Ir a la siguiente sección Descubra más