Los clubes europeos defútbolmueven sus radares en busca de talentos en todo el planeta. En cualquier rincón puede estar el próximo Messi. Bien lo sabe el Bayern Múnich. Desde 2012 organiza un torneo sub-16 que ha congregado a unos cien mil jugadores en 17 países, entre otros India, Nigeria, Ruanda, Estados Unidos, Argentina, Colombia y México, junto al anfitrión, Alemania.

La FC Bayern Youth Cuppersigue intereses deportivos, pero también difundir la marca del club alemán y su presencia en el mundo. El proyecto funciona en convenio con instituciones públicas y privadas en cada país. Para los jóvenes la participación es gratuita. La idea es asegurar que ningún talento se quede afuera.

En una primera etapa se realiza una competencia local. Representantes del Bayern viajan a la final donde se escoge a diez jugadores para representar al país en octubre en Múnich. Hasta aquí llegan ocho selecciones que se enfrentan en un formato "mundialito”, con equipos de siete jugadores por lado.

Este podría ser el inicio de una carrera futbolística. "En la Youth Cup empieza el fútbol de élite y de alto desempeño. De ahí pueden pasar a otros programas del Bayern”, explica a DW Francisco Quiñones, director de Fútbol Juvenil Internacional del club. "Más de 20 jugadores han logrado firmar contratos profesionales o han sido llamados a su selección nacional luego de haber participado del torneo”, afirma.

Uno de los casos más destacados es el del nigeriano Victor Orakpo, elegido el mejor jugador de la Youth Cup 2022. Luego se graduó en el World Squad del Bayern, un selectivo internacional sub-19 y despertó el interés de varios clubes europeos. Fichó en el Niza de Francia y hace unos días debutó en primera división.

"Antes de que lo descubriéramos estaba totalmente fuera del radar. En Nigeria no pertenecía a ninguna estructura relevante ni academia de renombre. Fue como un diamante en bruto que encontramos, le dimos la oportunidad y ha llegado lejos”, observa Quiñones. Otra joven promesa que pasó por la Youth Cup y el World Squad es el mexicano-venezolano Carlos Colina, quien llegó el año pasado al Pineto Calcio, de la tercera división italiana.

De Misiones a Múnich

En Argentina el torneo es desarrollado por el gobierno de la provincia de Misiones, en el noreste del país. Este es el tercer año que participan. "Para nosotros, que somos una provincia alejada del centro del país que es Buenos Aires, es muy interesante que un club tan importante como el Bayern Múnich se fije en Misiones. Habla de un posicionamiento en el mapa futbolístico y turístico, de crecimiento y capacitación”, dice a DW Emiliano Andreoli.

El periodista de la plataforma de noticias deportivas De Alto Vuelo destaca la buena participación y el talento: "Nos pone muy contentos. La última vez fueron invictos terceros, sin haber perdido un partido. Solo se fueron por penales en semifinales”.

"Para los chicos es una muy linda oportunidad de viajar, conocer otras culturas y además mostrarse. Si bien no es una prueba de jugadores, van con mucha ilusión. Pueden jugar en canchas de primer nivel contra equipos de otros países. Es inolvidable”, señala a DW el profesor de educación física Néstor Coria.

El preparador físico argentino conoce de cerca el torneo. Como parte de un programa de entrenadores del Bayern estuvo en Múnich el año pasado. Luego participó en la convocatoria a la Youth Cup en los clubes de Misiones, en jornadas de entrenamiento con los chicos, el torneo local en los distintos departamentos de la provincia y la final en la capital, Posadas.

Entre el sueño y la realidad

Para esta versión 2024, los diez jugadores de Misiones ya fueron seleccionados y se alistan para su viaje a Alemania. Las expectativas y los sueños son grandes, pero no todos lograrán hacer carrera en el fútbol.

"En Argentina muchos tienen la ilusión y creen que es muy posible llegar a los grandes equipos y vivir del fútbol, pero quizás uno en un millón lo logra. Muchos quedan por el camino. Se les dan todas las herramientas para llegar a ser profesionales del fútbol y se trabaja con esa ilusión, pero también se les muestra la realidad y se los orienta a hacer una carrera universitaria”, indica Coria.

"Este tipo de experiencias les sirve para su formación personal como deportistas y seres humanos. Les inculcamos que trabajen duro y no pierdan el entusiasmo de mantenerse ligados al deporte. El fútbol es mucho más que ser jugador, hay tantas ocupaciones alrededor de esta disciplina”, añade Quiñones. Junto con lo deportivo, ponen el foco en los valores del club, como el respeto, la disciplina y el trabajo en equipo.

A pesar de que en América Latina puede haber mayor afinidad con equipos de la liga española o italiana, el director de Fútbol Juvenil Internacional del Bayern destaca que han tenido muy buena respuesta. "Se les ve en los ojos las ganas que tienen de ganarse un puesto en la clasificación y, cuando están acá, demostrar su talento y ser bien evaluados por nuestros ojeadores. Van al cien por ciento y se dejan la vida en la cancha”.

Fiesta deportiva e intercultural

Durante una semana, los jóvenes tienen la oportunidad de entrenar en las instalaciones del club con los técnicos de la academia de inferiores y conocer nuevas metodologías. La final se disputa en el estadio olímpico de Múnich. Adicionalmente, visitan el Allianz Arena y asisten a un partido del Bayern, si le toca jugar de local.

Un último hito es un encuentro entre un seleccionado de los distintos países asistentes y el equipo juvenil del Bayern. En 2022 los internacionales vencieron 4-0. "El defensor argentino, el mediocampista nigeriano y el delantero de la India, sin compartir el mismo idioma, se juntaron para lograr esta hazaña. El fútbol rompe fronteras y a través de este lenguaje común que es la pelota se forman vínculos”, destaca Quiñones.

Todos comparten la misma pasión, por la que están dispuestos también a hacer sacrificios. El año pasado, un joven de la India debió viajar cuatro días en tren desde su pueblo en lo más profundo de las montañas del Himalaya para asistir a la final nacional y fue escogido para ir a Alemania. La Youth Cup tiene también una arista social, observa Quiñones: "La mayoría de estos chicos nunca se había montado en un avión, jamás habían salido de su país o su provincia, y que estén dándolo todo en nuestra cancha, con nuestro uniforme, es muy lindo para nosotros”.

(ers)