"Así de extendida está la narrativa global antiisraelí”, titula el diario alemán Die Welt un artículo sobre el tema: "Las sociedades occidentales están intentando con todas sus fuerzas combatir el antisemitismo. Pero la gran mayoría de la humanidad vive en Asia, África o América Latina. Una mirada a los debates sobre Israel allí muestra la verdadera magnitud del problema. En el debate posterior al ataque terrorista de Hamás, así como en la guerra en Ucrania, será importante tener presente a los pueblos de Asia, África y América Latina para que Occidente pueda prevalecer en la lucha entre democracia y autocracia.(…)

También hay un sentimiento propalestino en América Latina. Israel es visto allí como el agresor, y los palestinos como víctimas. Los profesores o estudiantes que se atreven a contradecir esta interpretación del conflicto ponen en peligro sus carreras o se encuentran en una situación difícil. Los grupos terroristas Hamás y Hezbolá son considerados luchadores por la libertad, al igual que los movimientos guerrilleros, una asociación que surge rápidamente en toda Latinoamérica.

Hace unos días se publicó en Brasil un manifiesto firmado por 3.000 firmantes de la cultura y la ciencia, en el que se pedía 'el fin del genocidio en la Franja de Gaza'. En contraposición a eso, hay un número cada vez mayor de iglesias evangélicas conservadoras que, como el expresidente Jair Bolsonaro, son claramente pro israelíes.

En México, la postura propalestina no es tan clara. A principios de noviembre, más de 50 organizaciones de la sociedad civil convocaron una manifestación propalestina, pero sólo acudieron unas 2.000 personas. Sólo bajo la presión de Israel, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, condenó el terrorismo de Hamás.

En la mayoría de los demás países del continente domina la fracción propalestina. En las dictaduras de izquierda de Cuba, Venezuela y Nicaragua, incluso los gobiernos están estrechamente vinculados con Hamás y Hezbolá."

"La pequeña 'Palestina' de Chile”

Ese es el titular de una nota del periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung que se enfoca en la postura del presidente chileno, Gabriel Boric: "El presidente de Chile, Gabriel Boric, no es uno de los partidarios de la línea dura de izquierda en América Latina. Sin embargo, en lo que respecta a la guerra en Gaza, sus críticas a Israel son ligeramente menores a las de sus homólogos en Venezuela o Bolivia. Chile fue uno de los primeros países en retirar a su embajadore de Israel. Tras reunirse con el presidente estadounidense Joe Biden en la Casa Blanca, Boric volvió a criticar la ‘respuesta desproporcionada' de Israel al ataque de Hamás. Ambos ataques deben ser condenados decididamente, dijo.

El posicionamiento de Boric es menos ideológico de lo que podría suponerse. 13.000 kilómetros separan a Chile de los territorios palestinos. Y, sin embargo, ambos se sienten muy unidos. En ningún lugar fuera del mundo árabe viven más personas con raíces palestinas que en Chile. (…). De todos modos, la diáspora palestina en Chile tiene otras preocupaciones en este momento. No se trata sólo de familiares en Gaza y del futuro de Palestina. Tras el ataque terrorista de Hamás contra civiles israelíes y la dinámica que ha adquirido el conflicto en las últimas semanas, crecen los temores a una nueva ola de discriminación, como la vivieron sus antepasados al inicio de la inmigración palestina en Chile”.

(cp/ers)