Alemania ha enviado más de 750 tanques a Turquía en las últimas décadas. Ahora circulan imágenes de algunos de ellos presuntamente en la ofensiva lanzada contra kurdos en Siria. Un asunto complicado para Berlín.
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"¿Son realmente tanques alemanes?” La pregunta fue planteada reiteradamente por la prensa a representantes del Gobierno alemán. El motivo: la agencia de noticias estatal turca Anadolu publicó imágenes que corresponderían a la ofensiva militar turca contra la milicia kurda YPG (Unidades de Protección Popular) en la región de Afrín, en el norte de Siria. Allí se veían también tanques con camuflaje, que recordaban mucho a los Leopard. El Leopard 2 es producido en conjunto por las empresas Krauss-Maffei Wegmann (KMW) y Rheinmetall.
Diversos Gobierno alemanes han enviado, desde los años 80, tanques Leopard 1 y 2 a Turquía, un socio de la OTAN. Su utilización contra la milicia terrorista Estado Islámico no causó discusión. Pero la reciente ofensiva del ejército turco contra milicias kurdas fue criticada por el ministro de Relaciones Exteriores germano, Sigmar Gabriel. "Lo último que necesita Siria son más confrontaciones militares”, advirtió. No sorprende pues que los portavoces del Gobierno de Berlín se hayan esmerado en tratar de disipar la sospecha de que empresas armamentísticas alemanas están involucradas en esta operación contra las YPG, aliadas de Estados Unidos, que están siendo atacadas también por aviones de combate turcos. Se trata de la segunda incursión de tropas turcas en territorio sirio desde 2016. En esa oportunidad, se justificó el ataque con el argumento de que se luchaba contra el Estado Islámico.
Situación "imprevisible”
El Misterio alemán de Defensa indicó que no se podía determinar con mayor precisión dónde y cuándo fueron captadas las imágenes, motivo por el cual se abstuvo de hacer comentarios. Más clara es la postura adoptada por políticos de oposición y observadores académicos. Ismail Küpeli, experto turco-germano de la Universidad Ruhr, de Bochum, considera "bastante seguro que se usen tanques alemanes”. Pero estima que seguramente no eran muchos, ya que el ejército turco suele usar con más frecuencia tanques M60 de fabricación estadounidense. De todos modos, opina que no se puede criticar al Gobierno por exportaciones de armas hechas en tiempos en que no era previsible una situación como la actual. "Por otra parte, actualmente se planea un nuevo negocio de tanques entre Turquía y Alemania, y aquí sí que se plantea la pregunta de si lo que ocurre en el norte de Siria es compatible con nuestro valores”, indicó Küpeli a DW.
Sigmar Gabriel habló de este asunto hace unas dos semanas en la TV alemana, explicando que el gobierno estudia el deseo de Ankara de modernizar los tanques turcos de origen germano. Sobre todo se trataría de dotarlos de mayor protección contra minas, reforzándolos con planchas más gruesas y sistemas de sensores contra proyectiles antitanques. El ministro indicó en esa oportunidad que no veía argumentos para denegar el pedido de su socio de la OTAN.
Argumentos en contra
El año pasado fue diplomáticamente gélido entre Berlín y Ankara, debido a la detención en Turquía del periodista Deniz Yücel, del diario Die Welt, quien lleva más de 11 meses en la cárcel sin que se hayan presentado cargos formales en su contra. Alemania decidió que los pedidos de armamento de parte de Ankara debían ser estudiados caso por caso. Y para Ismail Küpeli está claro que, en vista de lo que Turquía hace con esos tanques, no es justificable su reforzamiento.
Entretanto, la ofensiva militar bautizada por el ejército turco como "Operación rama de olivo”, prosigue con igual intensidad. Sevim Dagdelen, del partido opositor La Izquierda, opina que no se debe autorizar la modernización de los tanques turcos. "El Gobierno embauca a la opinión pública alemana si sigue tratando de dar la impresión de que el ejército turco combate contra las bandas asesinas de extremistas islámicos en Siria”, afirma. La Izquierda demanda que la canciller Angela Merkel haga una declaración oficial sobre las implicaciones alemanas en el asunto.
Al Raqa: la lucha por su liberación y la victoria de las fuerzas kurdas
Milicias kurdas y árabes, apoyadas por la coalición contra el EI, lucharon ferozmente por recuperar la ciudad de Al Raqa. Esta ha sido una de las batallas más sangrientas de la guerra en Siria.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Kilic
Victoria de Fuerzas de Siria Democrática (FSD) sobre el Estado Islámico
La agrupación antiyihadista FSD anunció este 17 de octubre la toma del control total de la ciudad, pero todavía no la ha declarado libre de yihadistas, ante la posibilidad de que queden células durmientes en la urbe. Las FSD habían iniciado el 6 de junio pasado una ofensiva por la recuperación de Al Raqa, "capital del califato" proclamado por el EI en 2014.
Imagen: Reuters/E. de Castro
El precio de la liberación: muertos por miles y destrucción total
Unas 3.273 personas han muerto, 1.287 civiles, durante los más de cuatro meses que ha durado la ofensiva contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la ciudad siria de Al Raqa (noreste), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Imagen: Reuters/E. de Castro
Los kurdos han defendido ferozmente su territorio
El terrorista Estado Islámico, por su parte, ha sufrido 1.353 bajas en combates contra las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada encabezada por milicias kurdas y respaldada por la coalición. Las FSD han perdido a 633 de sus combatientes durante los enfrentamientos contra los yihadistas y los atentados con artefactos.
Imagen: Reuters/E. de Castro
Ataques aéreos
Estados Unidos apoyó a los rebeldes, lanzando ataques contra posiciones del Estado Islámico. La liberación de Al Raqa avanzó con mucho esfuerzo. Parte de la ciudad está destruida y esto no permitió avances rápidos.
Imagen: Reuters/Z. Bensemra
Milicianas contra el Estado Islámico
Dos milicianas de las unidades de defensa femenina kurdas (en la foto) tienen a terroristas del Estado Islámico en la mira. No llevan pañuelo islámico ni ninguna otra prenda impuesta por los fundamentalistas a las mujeres durante su dominio en Al Raqa.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Umnaber
Guerreros de dios
En las cercanías de Al Raqa, una de las oficinas del Estado Islámico. Sus milicianos trataron de imponer brutalmente en la ciudad su concepción extremista del islam.
Imagen: Getty Images/D.Souleiman
"No hay más dios que Alá"
En las afueras de la ciudad, los terroristas del Estado Islámico marcaron su territorio con sus emblemas y leyendas. A principios de junio, la milicia terrorista se vio obligada a abandonar sus primeras posiciones, dejando atrás su propaganda.
Imagen: Getty Images/D.Souleiman
Huida de los radicales
Muchos habitantes consiguieron huir de Al Raqa y encontraron protección en campos de refugiados. Pero hubo parte de la población que no pudo o no quiso huir, y quedó atrapada entre los milicianos del Estado Islámico y quienes los combaten.
Imagen: DW/A. Alojayli
Lucha casa por casa
La lucha contra los terroristas del Estado Islámico se libró, en el centro de la ciudad, a veces casa por casa. En la foto, un combatiente se abre paso por medio de un agujero excavado de una habitación a otra en una vivienda.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Umnaber
Los restos de Al Raqa
Gran parte de la ciudad está destruida. Los ataques aéreos de los estadounidnses y la ira destructora de los milicianos del Estado Islámico la han dejado devastada. Cuando tenían ocasión de retirarse a tiempo, los terroristas arrasaban todo lo posible, destruyendo patrimonio histórico.
Imagen: Reuters/Z. Bensemra
Combate en las calles
Se pelea por cada casa y por cada barrio. En la imagen, combatientes kurdos avanzan varios metros para hacerse con el control de una calle. La posición y los gestos de estos hombres permiten hacerse una idea de lo arriesgado de esta empresa.
Imagen: Reuters/G. Tomasevic
El precio de la libertad
La lucha tiene un precio. En la imagen, un combatiente de las Fuerzas Democráticas de Siria, baleado por un terrorista del Estado Islámico.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Umnaber
Bajo las ruinas
Las bombas causan daños aún peores que los rifles. Los ataques aéreos derribaron casas enteras. Bajo los escombros puede haber supervivientes civiles y milicianos del Estado Islámico. Eso hace la búsqueda doblemente peligrosa.