Tapires: menos populares que los jaguares, pero vulnerables
Judit Alonso
27 de abril de 2021
La ampliación de la frontera agrícola y la destrucción masiva de su hábitat son las principales amenazas del tapir, uno de los mamíferos más grandes de América Latina, en peligro de extinción.
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La ingeniería de ecosistemas o el cuidado del bosque pueden parecer actividades que son desarrolladas únicamente por los seres humanos. Sin embargo, esos son algunas de las tareas que, desde el mundo académico y de la conservación, se atribuyen a las dantas o tapires, uno de los mamíferos más grandes de América Latina, cuya existencia está en peligro.
“Al ser animales de gran tamaño, consumen grandes cantidades de material vegetal al día, incluyendo hojas y ramas, influyendo en la estructura y composición de la vegetación en el estrato bajo del bosque”, explica a DW Juliana Vélez, miembro de la iniciativa Conservación de Tapires en Colombia.
“Se consideran de alta importancia debido al papel ecológico que cumplen en los bosques, como, por ejemplo, en la dispersión de semillas de más de 300 especies de plantas”, complementa Ángela Alviz, Subdirectora Científica de la Fundación Orinoquia Biodiversa, en entrevista con DW. “Adicionalmente, sus heces protegen a las semillas de ser consumidas por otros animales y facilitan su germinación”, agrega Vélez.
No obstante, tanto el rol como el estado de conservación de la especie siguen siendo desconocidos para la mayoría de la ciudadanía. Por ese motivo, cada 27 de abril se celebra el día mundial en su honor. “Creé el Día del Tapir a principios de 2008 como una manera de contribuir a la conservación de este animal, pues todavía es bastante desconocido, incluso en los países en los que existe”, explica a DW, por su parte, Anthony Long, fundador del Día Mundial del Tapir.
Y es que la situación de este animal, que cuenta con una especie propia en Asia (el tapir malayo), no es nada halagüeña. “El número de todas las especies de tapires está disminuyendo a nivel mundial, tres de las cuatro especies clasificadas por la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN) están en peligro de extinción (el malayo, el centroamericano y el de montaña) mientras el tapir de tierras bajas está clasificado como amenazado”, detalla Long.
Una especie en declive
Según datos de la Lista Roja del Grupo Especializado de Tapires de la UICN, el tapir de tierras bajas, cuyo hábitat incluye Brasil, Bolivia, el norte de Argentina y Paraguay, sureste de Colombia, el este de Perú y la Guyana Francesa “probablemente disminuyó más del 30% en los últimos 33 años”, lamenta Long.
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Mientras que la población de los tapires centroamericanos, que se encuentran en Nicaragua, Honduras, Costa Rica, Panamá, Belice, México, Guatemala y Colombia, “disminuyó en un 50% en los últimos 33 años” y actualmente existen “menos de 2.500 y 3.000 individuos”. En el caso de los tapires de montaña, la población “disminuyó más del 50% en los últimos 33 años”, agrega.
“La danta de montaña solo se encuentra en Colombia, Ecuador y el norte de Perú. Quedan menos de 2.500 ejemplares, y la mayor concentración está en Colombia”, detalla a DW Diego J. Lizcano, miembro de la iniciativa ‘Conservación de Tapires en Colombia. “En Colombia está principalmente a lo largo de la cordillera central y el macizo colombiano”, añade.
Los expertos consultados por DW concuerdan en que la pérdida de hábitat y la expansión de frontera agrícola son las mayores amenazas para esta especie.
Esfuerzos de conservación y educación
“La conservación de todas las especies de tapires dependerá del futuro de las áreas protegidas nacionales y subnacionales y los territorios indígenas en la región” señala a DW Rob Wallace, Científico Senior en Conservación en Bolivia, Andes-Amazonas y Orinoquía de la Wildlife Conservation Society.
En diversos países de la región existen estrategias nacionales de conservación. “En Brasil se estableció un programa de conservación de la danta de tierras bajas hace 25 años, liderado por Patricia Medici, en donde se sabe con certeza que hay poblaciones viables, sanas y en crecimiento de esta danta”, indica Alviz.
No obstante, también existen iniciativas promovidas por la sociedad civil. En Conservación de Tapires de Colombia “trabajamos para que las dantas sean reconocidas como especies emblemáticas, así como el cóndor lo es en nuestro país”, asegura la experta colombiana, que destacó el trabajo de la organización costarricense Nai Conservation. “Se ha dedicado al estudio y protección de la danta centroamericana en la última década”, añade.
Belice: protección de especies en la pandemia
07:22
Esta organización forma parte de una alianza de protección de la danta centroamericana que se fundó en 2017. “Hemos logrado caracterizar la cacería en las principales zonas de hábitat de la danta en la mayoría de sitios de Centroamérica, establecer un programa de educación asociado a la danta de forma regional, disminuir amenazas como atropellos en la carretera, y fortalecer áreas protegidas tanto en monitoreo como en control y protección", explica a DW Esteban Brenes, que lidera el proyecto. "En Nicaragua se logró establecer una reserva para el tapir dentro de territorio indígena, y en cada uno de los países han creado patrullas comunitarias de protección al tapir”, agrega.
Otro logro de la sociedad civil es la creación de un día nacional del tapir en Belice, Nicaragua y Argentina. Igualmente, “ha habido un incremento gradual en la incorporación de las especies latinoamericanas en los planes de estudio escolares en toda la región. Antes, los niños aprendían sobre los leones, los rinocerontes y los pandas con una falta de información sobre tapires, jaguares y osos andinos. Por lo tanto, los esfuerzos para compartir información e imágenes sobre la vida silvestre de América Latina serán cruciales en el futuro”, asegura Wallace.
(cp)
Biodiversidad amenazada en América Latina
El cambio climático, la disminución del hábitat y la contaminación están llevando a la extinción a las especies nativas. América Latina y el Caribe tienen la mayor cantidad de especies amenazadas.
Imagen: picture-alliance/dpa
Paraíso de biodiversidad
La región de América Latina y el Caribe concentra cerca del 60% de la vida terrestre del planeta, según datos del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA). No sólo está aquí el hábitat con mayor biodiversidad del mundo -la selva tropical del Amazonas-, sino también seis de los países con mayor biodiversidad: Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela. En la foto, un papagayo Ara.
Imagen: Imago/imagebroker
El último de su especie
Con la muerte del “Solitario George”, una tortuga gigante de la isla Pinta de las Galápagos, desapareció el 2012 el último ejemplar de su especie. Ecuador es el país sudamericano con mayor cantidad de vertebrados en peligro crítico de extinción (340), seguido por Brasil (154) y Colombia (132), según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Imagen: picture-alliance/dpa
Manatí del Caribe
Las especies en situación más preocupante son catalogadas en la lista roja de la IUCN en tres categorías: vulnerable, en peligro o en estado crítico. El manatí del Caribe es una de las vulnerables. La caza indiscriminada hizo descender su población a 2.500 individuos y se predice que podría seguir disminuyendo. A pesar de los esfuerzos por protegerlo, la captura ilegal continúa.
Imagen: Imago/Danita Delimont
Vaquita marina
En México, todavía más crítica es la situación de la vaquita marina, el mamífero marino más seriamente amenazado. En los últimos 20 años su población disminuyó de 600 a 30 individuos. Es endémica del Golfo de California, donde las redes pesqueras han sido una trampa mortal. Un proyecto del gobierno mexicano y organizaciones internacionales intenta salvarla: www.vaquitacpr.org.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Greenpeace
Jaguar o yaguareté
Originalmente se extendía desde México al norte de Argentina, pero su hábitat se ha ido reduciendo y también el número de individuos número. En Argentina no quedarían más de 250 ejemplares y hay zonas donde ha desaparecido. Con planes de reintroducción y conservación estatales y privados están recuperando a este gran felino, conocido en guaraní como yaguareté.
Imagen: K. Spørring
Colibrí de Juan Fernández
Endémico de la isla Robinson Crusoe del archipiélago Juan Fernández, en el Pacífico, este pequeño colibrí es una de las especies chilenas en peligro de extinción, junto con el huemul, el zorro de Darwin y el abejorro chileno. Entre las plantas, el toromiro, originario de Isla de Pascua, está extinto en estado natural. Organizaciones gubernamentales y privadas intentan reintroducirlo.
Imagen: CONAF-Chile
Ranita del Pehuenche
Este anfibio, endémico de Argentina, se localiza en los Andes Centrales de Argentina cerca del límite con Chile, en la zona de Mendoza. La construcción de carretreras y diques son una amenaza para esta rana, cuya población continúa decreciendo. Junto al venado de las pampas, el cardenal amarillo y el yaguareté (jaguar) es una de las especies amenzadas en estado crítico.
Imagen: W. Prado
Armadillo o quirquincho
También el armadillo, quien fuera la mascota del Mundial de fútbol de Brasil, se encuentra en una situación delicada en Sudamérica. Catalogado como vulnerable, es víctima de la caza y la venta ilegal. La destrucción del hábitat por la urbanización, la ganadería y la agricultura es otra de als causas de desaparición de especies animales.
Imagen: Imago/United Archives International
Oso de anteojos
En Colombia, Perú y Ecuador, la deforestación ha impactado al oso andino o de anteojos, la única especie de oso de Sudamérica y el mamífero más importante de los bosques andinos. Su presencia es cada vez más escasa. En el pasado fue víctima de los cazadores, lo que mermó sus poblaciones.
Imagen: Francisco Nieto/BIA Instituto Alexander von Humboldt
Rana gigante del Titicaca
En Perú y Bolivia, en las aguas del lago más alto del mundo, habita la rana gigante del Titicaca. Catalogada en riesgo crítico, la IUCN calcula que su población ha caído a menos del 80% en las últimas tres generaciones, debido a la degradación de su hábitat, contaminación y acción de especies invasoras. El año pasado, se encontraron miles de ranas muertas en un río que desemboca en el Titicaca.
Imagen: Arturo Muñoz
Cocodrilo del Orinoco
De acuerdo al listado de la IUCN, el 12% por ciento de las 13.835 especies de la región se encuentra en peligro de extinción, ya sea en estado vulnerable, en peligro o crítico. Entre los reptiles, uno de los más amenazados es el cocodrilo o caimán del Orinoco, que habita la cuenca de este río en Colombia y Venezuela. Se trata de una especie de gran tamaño, que sufrió estragos debido a la caza.
Imagen: Frei/Mehr
Tapir centroamericano
En Guatemala, el tapir está catalogado en peligro de extinción, al igual que en los países vecinos. En Nicaragua, la Global Wildlife Conservation (GWC) tiene su centro de operaciones con un proyecto destinado a la investigación y conservación de este mamífero. Otra especie en peligro crítico en Centroamérica es la salamandra.
Imagen: Imago/blickwinkel
Tortuga de Carey
En Nicaragua se observa una importante reducción de la población de la tortuga de carey, la que históricamente ha sido cazada debido a su bella caparazón. Actualmente, el país impulsa iniciativas de protección y recuperación de esta tortuga marina, como el Proyecto Carey en la Reserva Natural Padre Ramos, en el Pacífico nicaragüense.
Imagen: picture-alliance/Y.Tylle
Magnolias
No sólo especies animales estén en peligro de extinción en América Latina y el Caribe. En Colombia, varias especies de magnolias figuran en la lista de riesgo crítico. Aunque la amenaza de las especies animales suele ser más visibilizada, el daño a las especies vegetales no es menos importante y además trae consigo consecuencias para la fauna.
Imagen: Francisco Nieto/BIA Instituto Alexander von Humboldt
Coral de cuernos de alce
En el Caribe venezolano, hay algunas especies de coral en estado crítico de conservación. Una de ellas es el coral cuernos de alce, cuya población se ha reducido en más del 80% en los últimos 30 años, especialmente por efectos de enfermedades, el cambio climático y factores relaciones con el ser humano.