Además de preciso, el reciente informe sobre los episodios de violencia y las manifestaciones del racismo en el fútbol alemán resultó ser profético. El documento señalaba hace sólo unos cuantos días que, mientras las expresiones violentas y radicales tienden a desaparecer de la Primera División de la Bundesliga, se incrementan en las canchas donde compiten equipos semiprofesionales y aficionados.

Fin de semana violento

Diversos sucesos ocurridos en días pasados prendieron de nuevo los focos de alerta sobre lo que sucede con cada vez mayor frecuencia en las gradas alemanas. El miércoles pasado, un encuentro entre el Hertha BSC Berlin (equipo de la Bundesliga) y el Stuttgart Kickers (de liga regional) terminó cuatro minutos antes del tiempo reglamentario, cuando un seudoaficionado atacó a uno de los jueces de línea con una botella de plástico.

El pasado fin de semana, la violencia reapareció en la cancha donde jugaron los equipos FS Augsburg y 1860 München. Ahí se registraron diversos disturbios que dejaron un saldo de varios policías heridos. En la liga regional del norte, el partido entre el Hertha BSC Berlin II y el Dynamo de Dresde se vio ensombrecido en el minuto 86, cuando los berlineses anotaron un gol que empataba el marcador.

Según el reporte de la policía, un grupo de aficionados se dispuso a invadir la cancha, ante lo cual la policía arremetió contra la multitud. Los directivos del Hertha BSC II arguyen que la policía abusó de su poder, y atacó a aficionados que no tenían nada que ver con el incidente. Las autoridades, a su vez, señalan que al mayor parte de los heridos son policías y refutan por completo la versión: "Señalar a los policías como los causantes de la violencia es una contribución a promover el hooliganismo", dijo Dieter Glietsch, jefe de la policía de Berlín.

Las autoridades intervienen

Estos sucesos llevaron a la Federación Alemana de Fútbol y a la Liga Alemana de Fútbol a realizar este martes una reunión de carácter urgente, bautizada como "La Cumbre de la Violencia". El encuentro se celebró en Fráncfort del Meno, y tuvo como propósito atacar frontalmente la escalada de violencia en el fútbol alemán. Franz Beckenbauer, presidente del Bayern München, afirmó que "Deben tomarse medidas y castigos drásticos contra los racistas y los facinerosos; por ejemplo, vetos más prolongados a los estadios y prohibición de asistir a los partidos. Sepp Blatter ha mencionado la posible quita de puntos a los equipos que profieran insultos tracistas contra el contrario. Yo apoyo esta posibilidad", dijo el célebre "Káiser".

Los participantes en la junta acordaron, en este mismo tenor, fortalecer las medidas de seguridad en las ligas menores de fútbol, principalmente a través de mejores dispositivos de comunicación e información entre las diferentes autoridades involucradas. Para ello, se creará una Fuerza de Tarea especial que tratará de alejar el racismo y la violencia de los estados alemanes.

Latinoamérica no es la excepción

La proliferación del racismo y la violencia en los estadios futbolísticos obedece a causas que son, seguramente, de orden sociológico. Lo que es un hecho es que tales fenómenos no sólo se presentan en Alemania; de hecho, en América Latina también manifiestan un repunte preocupante.

En México, jugadores de piel morena han sido agredidos en los estadios, por el color de su piel. En Argentina la violencia de algunas "barras bravas" ha alcanzado grados tales, que ha llevado a la suspensión de algunos partidos, entre ellos el clásico Racing-Boca. "Los hinchas violentos del fútbol argentino se han convertido en un monstruo que devorará a los dirigentes de los clubes", dijo el ex futbolista internacional argentino, Roberto Perfumo. El asunto ha llegado hasta los juzgados, pero no se ha anunciado una medida integral.

Tanto en Alemania como en América Latina, las posibles soluciones a este problema conllevan varias preguntas: ¿deben pagar los clubes por el comportamiento de sus aficionados? ¿Cuáles serían las sanciones más efectivas contra el racismo y la violencia en el fútbol? ¿Más policías en los estados son una garantía de menor violencia? Por lo pronto, el modelo de Fuerza de Tarea contra la violencia en el fútbol estará a prueba y, si tiene éxito, podría convertirse en el próximo producto alemán de exportación.