Poco antes de llevarse a cabo el referéndum sobre tecnología genética los próximos 12 y 13 de junio, el Papa Benedicto XVI se pronunció en contra, respaldando la opinión de los obispos italianos que iniciaron un campaña desde hace meses, llamando a todos los católicos a boicotear el referéndum, incitando a los feligreses a ir a la playa o quedarse en su casa para que el quórum fijado en el 50% más uno no sea alcanzado en el plebiscito y, por consiguiente, no tenga validez.

La polémica ya no se limita a la inseminación artificial y la tecnología genética sino que casi se limita a la pregunta de cuán católica es Italia y cuánto caso le hacen al nuevo Papa. En los púlpitos de las iglesias, se exhorta a los feligreses a obedecer, como buenos católicos. Algunos de ellos, abandonan furiosos el recinto.

La fuerza de la Iglesia Católica

"Estoy cerca de ustedes con la palabra y la oración. Aquí no trabajamos por los intereses católicos sino por el ser humano que es la criatura de Dios" - dijo Benedicto XVI. Los políticos de centro-izquierda de la oposición están fuera de sí porque el Papa se entromete de manera inaceptable en la política interna italiana. Beltrandi, del partido liberal radical, dice que, en este referéndum, el Papa juega un papel absolutamente político; que no se limita a los principios morales y éticos sino que da consejos precisos sobre la votación. Beltrandi agregó que si el quórum no se alcanza, se debe a la intervención masiva del Papa. Las 25.000 comunidades católicas italianas están involucradas en el boicot. En las localidades pequeñas, los católicos no tendrán el valor de ir a votar porque se sienten controlados por la Iglesia.

A favor del referéndum están los partidos liberales y de izquierda y las asociaciones femeninas que quieren cambiar en Italia las reglas estrictas con respecto a la fecundación artificial. Hasta ahora, las parejas estériles que querían tener hijos, viajaban de a miles al extranjero.

Posibilidad de grandes cambios éticos

Si el domingo y el lunes próximos la mayoría dice que "sí", se abriría el camino para la inseminación artificial, la investigación con células madre, las donaciones de semen y óvulos, la conservación de óvulos fecundados, la posibilidad de anular la limitación del número de embriones que se pueden fecundar y finalizará la equiparación de los derechos jurídicos del embrión con un recién nacido.

El boicot de la Iglesia Católica es apoyado por diversos partidos demócrata cristianos, por la mayoría de la Alleanza Nazionale y por Forza Italia de Berlusconi. Berlusconi mismo todavía no ha dicho si votará o no.

El referéndum incluirá por segunda vez a los italianos residentes en el extranjero que podrán votar por correspondencia. Los 800.000 italianos residentes en Alemania pueden llegar a ser decisivos para alcanzar el 50%.