EL PAÍS, de Madrid, editorializa: "Teherán, firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear, viene manejando con maestría oriental los ritmos y los argumentos negociadores. Su política de palabras vacías y gestos mínimos le sirve para ganar tiempo, su objetivo fundamental, sin enfrentarse radicalmente a sus interlocutores ni cerrar del todo la puerta a un eventual acuerdo, puesto que sostiene que sus ambiciones nucleares se ciñen al campo civil, un derecho que nadie puede negarle. El régimen de los ayatolás, que cuenta con la simpatía de muchos países no occidentales que aspiran a sus propios programas atómicos, ha leído bien el contexto internacional y se siente seguro en su posición. Pero sabe, como Washington y la UE, que es una estrategia con fecha de caducidad".

Una resolución sorprendentemente tenue

El diario polaco GAZETA WYBORCZA anota: "Luego de tres días de discusiones, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aprobó ayer una resolución en la expresa su profunda inquietud por el reinicio del programa atómico en Irán y llama a ese país a congelar nuevamente las actividades e enriquecimiento de uranio. Desde la semana pasada, Teherán y Occidente se bombardean mutuamente con docenas de declaraciones y amenazas. Incluso se intentó atemorizar a Irán con posibles sanciones económicas de las Naciones Unidas. En vista de ello, la resolución de la OIEA es sorprendentemente tenue".

"Acabar pronto con la crisis"

El diario turco MILLIYET editorializa: "En caso de que Irán no detenga sus actividades nucleares en los próximos días y reinicie las negociaciones, el problema puede terminar ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Los EEUU seguramente exigirían sanciones. Una crisis de ese tipo podría llevar a Irán a tomar represalias, por ejemplo utilizar el petróleo como arma. Ello provocaría una seria crisis económica mundial. En pocas palabras: la disputa podría tener consecuencias desastrosas. Por ello habría que acabar con la crisis antes de que adquiera mayores dimensiones".

"Irán no violó el derecho internacional"

El INTERNATIONAL HERALD TRIBUNE escribe: "No puede pasarse por alto que el conflicto que se agudiza ofrece también una chance, que puede desperdiciarse por un evaluación errada de las verdaderas causas del accionar de Irán. Irán no violó el derecho internacional ni acuerdo alguno cuando comenzó a tratar mineral de uranio concentrado en la planta de Isfahan. Con la firma del protocolo complementario del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, el Irán se obligó a la transparencia en esas cuestiones. Además en Isfahan están instaladas cámaras del OIEA. Por ello no existe efectivamente razón alguna para temer un uso ilegal de uranio para fines prohibidos".