El máximo líder espiritual y jefe de Estado de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, llamó en un discurso a la población a participar masivamente en las elecciones. “Quizás algunos iraníes no quieran apoyar el sistema islámico, pero seguramente sí a su país”, dijo. “Una alta participación en los comicios hará posible derrotar a los enemigos de Irán y obligarlos a reducir la presión internacional”, escribió Jamenei en Twitter. Hace poco, el ayatolá había dicho que ir a las urnas equivaldría a apoyar al Gobierno iraní.

El politólogo Abbas Abdi cree que las posibilidades de que haya una alta participación en las elecciones, de hecho, han aumentado: “Posiblemente vote no menos de un 60 por ciento. Tal vez hasta un 70 a 75 por ciento”, pronosticó Abdi en entrevista con Deutsche Welle. El periodista iraní Morteza Kazemian estima que es realista pensar en una participación del 60 por ciento. “Sin embargo, hay que partir de que el régimen modificará esas cifras aumentándolas”, señala.

Descalificado el candidato del ala de Ahmadineyad

Observadores políticos previeron, en un principio, un duelo entre ambas filas conservadoras en torno a Ali Jamenei y Mahmud Ahmadineyad. El ala del aún presidente, Ahmadineyad, ya no cuenta con su candidato, luego de que fuera descalificado Esfandiar Rahim Mashaei.

El principal portador de las esperanzas de reforma en Irán era el expresidentes Akbar Hashemi Rafsanyani, que fue rechazado como candidato por el Consejo de Guardianes de la Revolución. Después de eso, Rafsanyani llamó a votar por el religioso de perfil moderado Hassan Rohani. También el sucesor de Rafsanyani, Mohammadd Jatamí, y la gran organización reformista “Frente de Participación del Irán Islámico” apoyan a Rohani.

¿Movilizará Rohani a las fuerzas reformistas?

La campaña de Rohani atrajo a miles de sus seguidores. Muchos de ellos iban vestidos de lila, color que parece estar remplazando al verde, el color dominante de la oposición iraní. Pero las consignas siguieron siendo las del Movimiento Verde: apertura política y liberación de opositores y activistas. Entre los adeptos de Rohani, el más celebrado es el líder del movimiento ecologista, Mir-Hosein Musaví.

Está por verse si al ala de Rohani logra movilizar a los, en parte, desmoralizados seguidores del movimiento reformista a acudir a las urnas. “El llamado a participar en las elecciones llega, probablemente, demasiado tarde, y la recomendación de Jatamí y Rafsanyani de votar a Rohani no significa, de hecho, que las masas lo hagan”, subrayó Morteza Kazemian en conversación con Deutsche Welle.

Temores por manipulación de votos

Del ala conservadora, quien tiene las mayores posibilidades de ganar el balotaje del 21 de junio es, de acuerdo con un sondeo reciente, el alcalde de Teherán, Mohamad Baqer Qalibaf. Pero a quienes se les atribuyen las chances más realistas es a Said Jalili, jefe negociador nuclear del país, y a y Ali Velayati, asesor del líder supremo.

“Solo si los conservadores se ponen de acuerdo a último momento sobre un candidato se podría evitar una segunda vuelta”, opina el observador político Abdi, que considera que es muy probable un balotaje entre Rohani y Qalibaf. “Pero ninguno de los dos candidatos posee el perfil necesario como para alcanzar una mayoría absoluta en la primera vuelta”, aclara. También el periodista Morteza Kazemian considera probable un balotaje entre Rohani y Qalibaf, si todo marcha correctamente. Sin embargo, teme que se produzca una manipulación de votos: “Si Velayati o Jalili logran llegar a la segunda vuelta, en lugar de Rohani, se podría partir de que uno de ellos dos es el favorito de Jamenei.”

Autor: Jashar Erfanian/ Mitra Shodjaie (CP)

Editora: Emilia Rojas-Sasse