Un hombre murió hoy en un barrio de Beirut habitado sobre todo por sunitas, Tajjouneh, en enfrentamientos entre soldados y un grupo de francotiradores, tras una noche de violentos disturbios en Líbano en los que tres personas, entre ellas una niña, murieron en enfrentamientos entre grupos pro y antisirios en Trípoli.

Tras el funeral del jefe de los servicios secretos Wissam al-Hassan, asesinado el viernes en un atentado, el domingo se produjeron en Beirut disturbios y protestas contra el gobierno.

El gabinete prosirio está dominado por el movimiento chiita Hizbollah. La oposición, a la que pertenece el Movimiento antisirio del ex primer ministro Saad Hariri, señala a Damasco como responsable del asesinato de Al Hassan.

El ministro del Interior, Marwan Jarbel, aseguró que se va a detener a todo aquel que porte armas. Por su parte, el primer ministro, Nayib Mikati, aceptó una oferta del gobierno estadounidense para ayudar en el esclarecimiento del asesinato de Al Hassan, que desató la violencia en el país.

Entre la comunidad internacional crece el temor de que las consecuencias de la guerra civil en Siria se extiendan a Líbano.

Alemania pide prudencia

La canciller alemana, Angela Merkel, pidió cautela a todas las partes involucradas. "Llama a todas las fuerzas políticas en el país a dejar primar la prudencia y evitar que la guerra civil siria pase a Líbano", según dijo el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, en Berlín. De forma similar se expresaron los embajadores de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad durante un encuentro con el presidente libanés, Michel Suleiman.

En tanto, hoy se podía circular de nuevo por casi todas las calles que en la jornada del domingo estuvieron bloqueadas por los manifestantes.

El diputado Ammar Huri dijo, según la agencia de noticias Lebanon Now, que había recibido antes de la muerte del general un SMS en el que se leía: "Juramos por (la vida de la embajadora estadounidense) Maura (Conelly) que los pillaremos, uno tras otro, desgraciados!". Después del atentado, él y otros tres diputados recibieron un segundo mensaje en el que se leía: "Uno de diez". Después de ello, los representantes recibieron custodia adicional.

Fuente: DPA

Editor: Enrique López