La CSU vivió una derrota histórica en las elecciones regionales. La responsabilidad de esto recae especialmente sobre Horst Seehofer. Y esto tendrá consecuencias a nivel nacional, opina Rosalia Romaniec.
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Estas elecciones cambian muchas cosas. Y no solo en Baviera. Lo que funcionó durante décadas, es decir una Unión Cristianosocial (CSU) como un partido creíble, de base cristiana, conservadora y al mismo tiempo social, a partir de ahora ya no existe. La caída de casi el 48 al 37 por ciento no puede maquillarse de ninguna forma: es una debacle histórica.
Una cosa debe ser dicha: este fiasco del partido popular bávaro no es un efecto colateral. No es el éxito de otros lo que llevó a la derrota de la CSU. Son los líderes del partido los responsables del derrumbe. Nadie más.
Ganadores en todo el espectro
La verdadera sorpresa de esta elección es el éxito de Los Verdes. Con casi el 19 por ciento, los ecologistas doblaron su respaldo en Baviera y están en buen camino para convertirse en el nuevo partido de masas. A nivel local y también a nivel federal.
En Baviera, muchos electores de la CSU optaron esta vez por Los Verdes, porque se toman lo de "cristiano", que los conservadores llevan en el nombre, más en serio. Esto parece haberlo olvidado especialmente el líder del partido conservador, Horst Seehofer. Todo indica que no son pocas las personas que no se quieren dejar atrapar por el discurso de que el temor a la islamización debe ser mayor que la razón y la caridad.
Los otros ganadores -los populistas de derecha de AfD- no pueden ser ya calificados como sorpresa. Su ingreso a 15 de los 16 parlamentos regionales alemanes habla de una tendencia generalizada en el país. Que alcanzara "solo" el 11 por ciento y no el temido 20 por ciento no debe llevarnos a error: esa cifra es ya suficientemente mala, aunque no implica necesariamente un giro hacia la derecha. Es un resultado atribuible a un voto de protesta y como respuesta a los errores de la CSU.
El mayor error: el quiebre del tabú del flanco derecho. Durante décadas, el partido bávaro siguió las premisas de su mentor Franz-Josef Strauß y no dejó espacios a la derecha para el surgimiento de otras fuerzas. Esto era importante también a nivel federal: en la Unión, la CSU cumplía el papel de ser la fuerza más conservadora y eso fue así hasta que en 2018 los líderes del partido entraron en pánico y empezaron a imitar a AfD. Cuando se detectó el error, su presidente -un sabelotodo y enemigo de Merkel- ya había causado demasiado daño. Señor Seehofer, usted apostó, y hoy es el responsable y el perdedor.
El terremoto llega a Berlín
El efecto de la apuesta de Seehofer es la erosión de toda la Unión. Y sin mencionar siquiera el drama de los socialdemócratas. El SPD cayó del 20 por ciento de 2013 al 10 por ciento de estas elecciones, haciendo con ello aún más evidente su crisis. Cuando un partido que cogobierna en Berlín sufre semejante descalabro en una elección regional importante, difícilmente eso puede quedar sin provocar consecuencias.
El SPD no sale de su rol de comparsa. Los socialdemócratas deberían mantener la calma y empezar a ganar puntos en sus temas fuertes. Claro, es más fácil decirlo que hacerlo, porque sus líderes tienen también detractores dentro del partido, especialmente aquellos que piden poner fin a la Gran Coalición. Las peleas y fricciones no son solo a nivel interno, sino que también son claras dentro del Gobierno de Merkel.
Ahora Alemania se concentra en las próximas regionales, que tendrán lugar dentro de dos semanas en Hessen. Para los partidos de Gobierno podría ser una elección fatídica. Si ambos, la Unión y el SPD, sufren pérdidas muy cuantiosas, la coalición podría empezar a tambalearse de verdad. Solo unas semanas más tarde será la elección para confirmar a Angela Merkel como jefa de la CDU. Convengamos que lo sucedido en Baviera no ayuda en nada a fortalecer la posición de la canciller y de su Gobierno.
Autora: Rosalia Romaniec (DZC/LGC)
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11 razones para visitar Baviera
Baviera es el destino turístico más popular de Alemania. Además de atracciones como el castillo de Neuschwanstein, el pico Zugspitze y Múnich, los visitantes valoran la diversidad y el encanto de las regiones rurales.
Imagen: picture-alliance/dpa/L. Mirgeler
El Caribe en Baviera
El lago Walchensee tiene 190 metros de profundidad y es una de las zonas náuticas más pintorescas de Baviera. Las aguas de color turquesa y las playas de arena blanca hacen que el lago también sea conocido como el Caribe bávaro. Como si fuera poco, es silencioso. No se permiten barcos a motor en el lago.
Imagen: picture-alliance/chromorange/B. türk
El campo y su entorno
La región de Tölzer Land, situada al sur de Múnich y que se extiende hasta la frontera austriaca, cautiva con su verdadero idilio bávaro. Es un destino perfecto para una excursión de un día.
Imagen: picture-alliance/dpa/L. Mirgeler
Una montaña, dos lagos
El Herzogstand tiene más de 1700 metros de altura y ofrece una vista fantástica de los dos lagos, Kochelsee (izquierda) y Walchensee (derecha). Era la montaña favorita del rey Luis II de Baviera. Hoy en día se puede llegar fácilmente a la cima de la montaña en teleférico. En verano se llena mucho de turistas. Demasiados, según algunos lugareños.
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Paraíso de deportes acuáticos
El lago Walchensee es un lugar ideal para el buceo, el surfing y el kiting. En un día de verano se puede ver a los surfistas haciendo cola en las entradas. La ubicación protegida, en la cuenca de un valle, rodeado de montañas, garantiza temporadas de clima suave y agradable.
Si desea cruzar desde el lago Walchensee hasta el lago Kochelsee, debe tomar la carretera que atraviesa las montañas de Kesselberg. La carretera serpentea en curvas estrechas sobre la montaña durante más de 9 kilómetros. A los motociclistas les encanta esta pista. Desafortunadamente hubo tantos accidentes que a los motociclistas se les prohibió usar esa ruta los fines de semana.
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Naturaleza y arte
El lago Kochelsee se encuentra a 200 metros por debajo del lago Walchensee, en una zonta pantanosa. La naturaleza y el arte están estrechamente ligados aquí. A principios del siglo XX, el lago fue el punto de encuentro del grupo de artistas expresionistas "Blauer Reiter". El museo Franz Marc de Kochelsee merece una visita. Está dedicado a la obra del artista y sus contemporáneos.
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Un verano en Murnau
Durante los meses de verano, Franz Marc y sus amigos artistas se trasladaron a la ciudad de Murnau. Los jóvenes expresionistas se encontraron en la casa de Vasili Kandinsky y Gabriele Münter. Hoy esa residencia es un museo.
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Bad Tölz, ciudad balnearia
La ciudad balnearia a orilla del río Isar dio a la región su nombre: Tölzer Land. Con poco menos de 18.000 habitantes, Bad Tölz es una de las ciudades más grandes de la región. Desde Múnich, el tren tarda aproximadamente una hora en llegar a Bad Tölz. El bonito caso antiguo y la naturaleza que lo rodea hacen de Bad Tölz un punto de partida perfecto para excursiones de un día.
Una alternativa refrescante a una caminata por la montaña es un paseo por el Isar. El río muestra su carácter salvaje solo en unos pocos lugares. En una excursión de rafting, entre Bad Tölz y Lenggries, podrá hacerse una idea de la belleza salvaje de este río.
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La tradición obliga
Siempre impactante: los bávaros en sus trajes típicos. Si usted se encuentra en Baviera en Corpus Christi, hay grandes probabilidades de que los vea. Como aquí en Walchensee, los fieles católicos caminan por sus pueblos y ciudades en toda Baviera en procesiones festivas.
Imagen: DW/A. Termèche
Lo mejor, para el final
¿Qué sería un día en la montana sin visitar una taberna en un albergue de montaña? Usted no se tiene que preocupar por el suministro básico de alimentos en la montaña. Esta delicia dulce (el Kaiserschmarrn) está disponible incluso a una altitud de 2000 metros. Después de haber subido la montaña puede ignorar con confianza el recuento de calorías. ¡Adelante, se lo ha merecido!