La muerte a golpes de la actriz Marie Trintignant desató una avalancha de protestas contra la violencia doméstica en ese país. La francesa había muerto a consecuencia de los golpes que le propinara su pareja, el cantante de rock Bertrand Cantat, durante una fuerte disputa.

El crimen pasional, que es descrito por el acusado como un "accidente", lamentablemente no es un caso único en Francia, ni tampoco en el resto de Europa. Únicamente en Francia el número de mujeres víctimas de abuso físico, sexual o sicológico por parte de sus maridos asciende a 1,5 millones. Un estudio publicado en junio del 2002 dio a conocer que una de cada 10 francesas es golpeada en su hogar y que cada 5 días muere una mujer golpeada por su pareja. A diferencia de lo que se cree en general, la violencia doméstica contra mujeres se da con igual frecuencia en clases altas como bajas.

Europa no se queda atrás

Pero también los demás países europeos registran altas cifras de casos de violencia doméstica. En España ya han muerto 45 mujeres en lo que va del año, víctimas de los violentos ataques de sus parejas.

El Ministerio de Asuntos Sociales, Mujeres, Familia y Salud en Baja Sajonia, Alemania, informa que la violencia doméstica ocurre no sólo en todas las clases sociales sino entre jóvenes y viejos por igual. Según indican las encuestas el 18% de las mujeres alemanas entre 16 y 60 años de edad son víctimas de actos de violencia en la propia familia. El número de niñas que sufren violencia sexual es tres veces mayor que el de varones.

Violencia en hogares alemanes

Cada año 45.000 mujeres alemanas huyen, junto con sus hijos, de sus maridos violentos y buscan refugio en las "Casas de mujeres". Las mujeres son violentadas tanto física como psíquicamente. Estimaciones científicas parten de la base de que una de cada cuatro mujeres es agredida por su pareja, al menos una vez en su vida. En el 95% de los casos las mujeres son las víctimas y los hombres los victimarios.

Causas y consecuencias

Según una declaración de las Naciones Unidas, la violencia contra mujeres expresa una desigualdad histórica entre los sexos, la cual desemboca en la dominación y discriminación de la mujer por parte del hombre, a la vez que impide el desarrollo pleno de la mujer. Los abusos no ocurren a causa de una pérdida de control única, sino que representan una forma de ejercer poder y control sobre las víctimas.

La violencia física ejercida contra las mujeres ha alcanzado niveles terroríficos: la tercera parte de las mujeres asesinadas en los EE.UU. fue víctima de sus maridos o ex-maridos, en Gran Bretaña es incluso una de cada dos mujeres. De las 130 mujeres asesinadas en el estado alemán de Baja Sajonia, 102 fueron víctimas de parientes o conocidos.

La violencia doméstica suele repetirse dentro de las familias, agravándose por lo general con cada nuevo ataque. Los niños también sufren los actos de violencia perpetrados contra sus madres. El observar la violencia contra la madre, ocasiona en el hijo un trauma similar al abuso físico directo.