Este miércoles (3.4.2019), el Gabinete de gobierno de Angela Merkel acordó una reforma legal para que terroristas con doble nacionalidad puedan ser despojados de la alemana. La enmienda en cuestión no tendrá validez retroactiva. "Alguien que viaja fuera del país y participa activamente en operaciones de combate en nombre de una milicia terrorista evidencia que le ha dado la espalda a Alemania y a sus valores básicos para jurarle lealtad a un poder extranjero”, señaló el Ejecutivo en un comunicado.

Yihadistas y rebeldes kurdos

Las decenas de combatientes alemanes afiliados al autoproclamado Estado Islámico que fueron detenidos por el Gobierno iraquí y por fuerzas kurdas respaldadas por Estados Unidos no perderán su nacionalidad. Estados Unidos y sus aliados kurdos en Siria están presionando a varios países para que se hagan cargo de sus nacionales, capturados en el marco del desplome del califato del Estado Islámico. Este asunto ha desencadenado un intenso debate en Europa sobre qué hacer con los combatientes de la milicia terrorista.

El Ministerio del Interior de Alemania estima que unos mil alemanes abandonaron su país para unirse a grupos terroristas en Siria o Irak desde 2013. Aproximadamente un tercio de ese grupo ya ha retornado a Alemania; algunos han sido procesados y otros han sido registrados en programas de rehabilitación. Consultado por DW, un vocero del Ministerio del Interior dijo que la reforma legal para retirarle el pasaporte alemán a terroristas con dos nacionalidades contemplaba la filiación a todas las milicias terroristas, no solamente a Estado Islámico.

"Se considera una milicia terrorista a toda asociación armada y organizada paramilitarmente con el objetivo de destruir violentamente las estructuras de un Estado extranjero, violando el derecho Internacional, y remplazar esas estructuras con un nuevo Estado o construir estructuras similares a las de un Estado”, acotó el portavoz de la cartera de Interior.

Eso significa, por ejemplo, que también las personas con doble nacionalidad alemana y turca que se unan de ahora en adelante a grupos rebeldes como el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que lucha desde hace tres décadas para hacer viable la fundación de un Estado independiente para el pueblo kurdo, pueden perder el pasaporte alemán. Alemania tiene la diáspora kurda más grande del mundo y, a lo largo de los años, muchos alemanes se han unido a las filas del PKK, que es considerado una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.

¿Demasiado tarde?

La coalición que apuntala al Gobierno de Merkel –formada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU), la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD)– había prometido reformar la ley de ciudadanía el año pasado; pero desacuerdos entre el ministro del Interior, Horst Seehofer (CSU), y la ministra de Justicia, Katarina Barley (SPD), sobre los detalles de la enmienda dilataron el proceso de aprobación de los cambios.

La ley de nacionalidad alemana ya incluía una normativa para ciudadanos con doble nacionalidad que se unieran a "las Fuerzas Armadas de otros países o a unidades comparables con Ejércitos”. Sin embargo, muchos creen que el Gobierno reaccionó demasiado tarde al fenómeno específico de los alemanes con doble nacionalidad que se unen a milicias terroristas.

(erc/er)

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