Terroristas de derecha querían tumbar el Gobierno de Merkel
25 de junio de 2019
La fiscalía federal alemana presentó acusación de terrorismo contra ocho miembros del grupo ultraderechista "Revolution Chemnitz". Querían cometer ataques en Berlín y culpar a la izquierda.
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Los acusados, de entre 21 y 31 años, están bajo sospecha de haberse unido en septiembre de 2018 con el propósito de perpetrar atentados. La base de la acusación lo forman las comunicaciones entre los miembros de la banda, que fueron interceptadas por las autoridades.
Los atentados habían debido ocurrir en Berlín el 3 de octubre de 2018 y, según informaciones de las cadenas públicas de televisión regionales WDR y NDR y del diario "Süddeutsche Zeitung" se debía generar la impresión de que los ataques habían sido cometidos por un grupo de izquierda. Los sospechosos fueron detenidos el 1 de octubre de 2018, antes de que pudieran llevar a cabo sus planes. Los ocho acusados están en prisión preventiva y han pertenecido en el pasado a grupos neonazis y se han movido también en el ámbito de los "hooligans".
Querían desatar "guerra civil” en Berlín
Ya en marzo pasado, el fiscal Peter Frank había calificado el caso de Revolution Chemnitz como uno de los procesos más importantes contra la extrema derecha. El presunto líder del grupo ha sido identificado como Christian K. y el plan era lograr que en Berlín se desatara una "especie de guerra civil". A medio plazo, el grupo esperaba generar una caída del Gobierno y un colapso del sistema democrático.
El grupo había reunido dinero para conseguir armas pero todavía no se ha determinado cómo de avanzados estaban los planes para cometer atentados. Según medios alemanes, Christian K. era miembro de "Sturm 34", una organización de ultraderecha actualmente prohibida por el Ministerio de Interior del estado federado de Sajonia (este de Alemania).
Las autoridades consideran que hay paralelismos estructurales entre "Sturm 34" y Revolution Chemnitz. Además de Christian K., otros tres sospechosos fueron miembros de "Sturm 34".
jov (efe, wdr)
La escena de los crímenes de la NSU
La conmoción continúa: la exposición "Suelo sangriento" (Blutiger Boden) en el museo Rathausgalerie, de Múnich, muestra imágenes abrumadoras de los crímenes de los terroristas de extrema derecha de la NSU en Alemania.
Imagen: Regina Schmeken, 2013
Enver Şimşek, 09.09.2000, Núremberg
Enver Şimşek, de 38 años, fue la primera víctima del terrorismo neonazi de la célula NSU en Alemania. Fue hallado en junto a una ruta con varias balas en la cabeza y murió dos días después. Regina Schmeken comenzó a fotografiar los lugares de los crímenes de la NSU y los visitó varias veces en 2016. Sus fotografías se exhiben en la Rathausgalerie de Múnich, desde el 17.07.2018 hasta el 29.10.2018.
Imagen: Regina Schmeken, 2015
Süleyman Taşköprü, 27.06.2001, Hamburgo
El vendedor de verduras y frutas turco Süleyman Taşköprü, de 31 años, yacía tirado en un charco de sangre cuando su padre lo encontró. Murió poco después. La fotógrafa Regina Schmeken dice que muchas veces es como si en ese lugar el suelo la arrastrara hacia abajo. Después de 14 años del crimen, las baldosas siguen siendo las mismas.
Imagen: Regina Schmeken, 2015
Mehmet Turgut, 25.02.2004, Rostock
Aquí murió Mehmet Turgut, de 25 años. Trabajaba como ayudante en un puesto de comida, cuando los asesinos de la célula terrorista de extrema derecha NSU le dispararon un tiro en la cabeza. En su exposición, Regina Schmeken quiere hacer un homenaje a la memoria de las víctimas enfrentándose a los lugares donde fallecieron y donde ya no quedan huellas de esos crímenes.
Imagen: Regina Schmeken, 2013
Ataques con bombas de clavos, 09.06.2004, Colonia
En la calle Keupstraße de Colonia, la explosión a control remoto de una bomba con clavos hirió a 22 personas, a cuatro de ellas gravemente. El atentado terrorista neonazi de la NSU conmocionó al barrio de Mülheim, conocido por sus negocios turcos y kurdos. La Policía creyó durante mucho tiempo que el ataque era producto de la rivalidad de bandas familiares turcas.
Imagen: Regina Schmeken, 2013
Theodoros Boulgarides, 15.06.2005, Múnich
La séptima víctima del terrorismo de extrema derecha de la NSU fue Theodoros Boulgarides, un griego que fue ejecutado de tres disparos en la cabeza. En sus imágenes, Regina Schmeken incorporó escenas de la vida cotidiana. Con eso quiso dejar en claro que los asesinatos perpetrados por los neonazis pueden suceder en cualquier lugar.
Imagen: Regina Schmeken, 2013
Halit Yozgat, 06.04.2006, Kassel
En esta casa, Halit Yozgat, de 21 años, nacido en Kassel, tenía un cibercafé, hasta que un día de junio de 2006, los criminales de extrema derecha acabaron con su vida ejecutándolo a tiros. Como todas las víctimas de la célula terrorista neonazi NSU, fue hallado desangrado en el suelo. Murió en los brazos de su padre.
Imagen: Regina Schmeken, 2015
Michèle Kiesewetter, 25.04.2007, Heilbronn
La mujer policía Michéle Kiesewetter, de 22 años, fue asesinada de un tiro en la cabeza dentro de su automóvil de servicio en la Theresienwiese, un descampado de la ciudad de Múnich. Fue la décima y última víctima de los asesinatos perpetrados por los terroristas de la NSU. La exposición de las fotografías de Regina Schmeke quiere dejar en claro que esos crímenes no serán olvidados.
Imagen: Regina Schmeken, 2015
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