Construir edificios que gasten poca energía es una de las metas de la arquitectura moderna. De ahí el uso cada vez más frecuente de materiales textiles de alta tecnología, de gran eficacia en el aislamiento térmico. La empresa Verseidag fabrica las llamadas membranas de baja emisividad: un material recubierto por una capa especial que optimiza el consumo energético.