“The Cut” se adentra en uno de los capítulos más oscuros de la historia entre Turquía y Armenia. Tan solo con el anuncio del proyecto, que circunda el genocidio armenio de 1915, recibió Fatih Akin amenazas de muerte. La película cuenta la historia de un armenio que se salva de morir debido a un error de su verdugo: este falla en degollarlo y sólo le corta las cuerdas vocales. Después del incidente, el mudo testigo de la masacre decide ir en busca de su hija, embarcándose en un viaje que lo llevará por Alepo, la Habana y Dakota del Norte.

A pesar de que el desenlace de la película es claro desde un principio, “The Cut” no pierde en ningún momento su intensidad. El herrero Nazaret Manoogian, interpretado por Tahar Rahim, es un héroe pasivo, que debe superar la arbitrariedad de la violencia y de la masacre. El director logra hábilmente esconder la religiosidad de sus personajes, resaltando las diferencias entre personajes por como son tratados y no por si son musulmanes o cristianos.

El sueño de Akin: “The Cut” en las salas de cine de Turquía

Tras la presentación de la película en el Festival de Cine de Venecia, los críticos dejaron ver su decepción. No obstante, a Fatih Akin no pareció importarle mucho. A él lo que le interesa es hablar sobre el controversial tema. “Mi mayor sueño es que esta película sea presentada en las salas de cine de Turquía”, dice Fatih Akin. Y el sueño se hará realidad. El largometraje se podrá ver en Turquía a partir del 5 de diciembre.

Akin: “La película intenta trabajar sobre el trauma”

“Para mi es muy importante que el espectador turco se pueda identificar con el protagonista que es armenio”, dijo Fatih Akin para la DW. Los padres de Fatih Akin viajaron a Alemania en la década de 1960. Este nació en Hamburgo en 1973. Que el público armenio acepte una película sobre el genocidio, hecha por un turco, obtiene cierta trascendencia. “La idea es alcanzar a un amplio público. La película intenta trabajar sobre el trauma del genocidio armenio”. El director fue muy consiente al decidir esto. Narrar una historia tan clara y cinematográficamente convencional como fuese posible: “yo quise narrar una historia mundial, una historia sencilla”, dijo Akin. La película está en las salas de cine de Alemania desde el 16 de octubre.