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The New York Times: Alemania implicada en la guerra de Irak

Luna Bolívar Manaut27 de febrero de 2006

¿Derrotó EE UU a Saddam Hussein gracias a la colaboración alemana? Según un artículo de The New York Times el trabajo conjunto Alemania-EE UU no sólo existió, sino que fue determinante en la victoria estadounidense.

Un artículo de The New York Times desmiente todo lo que el BND sostuvo sobre sus agentes en Irak.Imagen: dpa - Bildfunk


En febrero de 2003, un mes antes de que Estados Unidos iniciara la guerra contra Irak, dos agentes de los servicios secretos alemanes (BND) se reunieron en Qatar con un miembro de los servicios secretos estadounidenses, al que le entregaron una copia de los planes de defensa de Bagdad, la capital iraquí. Los documentos procedían del mismísimo Saddam Hussein y habían sido obtenidos por medio de escuchas telefónicas al ex dictador y a otros altos responsables políticos y militares iraquíes.

"Con los documentos iraquíes, los agentes alemanes brindaron a Estados Unidos una ayuda mucho más significativa de lo que su gobierno ha reconocido públicamente", escribe The New York Times en su edición de esta semana, basándose en un estudio secreto del ejército estadounidense para justificar sus afirmaciones.

Uniendo cabos

Dos agentes del BND destinados en Irak fueron al parecer fuente de información constante para el ejército estadounidense.Imagen: AP

El nombre de los dos agentes que hicieron llegar la información a manos estadounidenses no se ha dado a conocer, pero la relación con los dos miembros del BND destinados en Bagdad que desde hace meses son motivo de discordia en Alemania es inevitable. Cuando se supo que éstos no habían abandonado la capital iraquí durante la guerra comenzaron las sospechas: si Alemania no participaba en el conflicto, ¿con qué intención permanecieron en sus puestos los agentes?

El gobierno alemán justificó este acto apelando a la seguridad nacional: Alemania no quería tener como fuente única de información a los estadounidenses y necesitaba que sus servicios secretos le proporcionaran una visión no sesgada del desarrollo de los enfrentamientos. Sin embargo, cada vez hacían más ruido los rumores de que la labor del BND en Irak no fue únicamente la de informar a Berlín.

Ya los verdes mostraron el pasado viernes abiertamente sus dudas, en la última sesión del Gremio de Control Parlamentario que investiga los hechos. Los representantes del partido ecologista dijeron estar convencidos de que, al menos en once ocasiones, los dos agentes secretos alemanes indicaron al ejército estadounidense objetivos militares. No se sabe si fueron bombardeados.

El viernes el gobierno alemán aún podía mantener la versión oficial de que en ningún caso hubo colaboración sino labor humanitaria para evitar que edificios civiles se convirtieran en blanco militar.

Una ventaja decisiva

Con la información alemana, los Marines pudieron romper más fácilmente en cerco en torno a Bagdad.Imagen: AP

El plan de defensa de Bagdad de Saddam Hussein y sus colaboradores consistía en establecer una serie de anillos protectores en torno a la capital, formados por las tropas más leales al régimen, así como una "línea roja" defendida por la Guardia Republicana. Conociendo el dibujo de la seguridad iraquí un mes antes de dar luz verde a la guerra, los estadounidenses partían en el conflicto con una ventaja indiscutible, proporcionada por Alemania, quien en aquellos días enarbolaba el "no a la guerra".

Con los nuevos datos en la mano no quedaría sino concluir que Alemania no sólo no fue neutral en la guerra contra Irak, sino que colaboró activamente con Estados Unidos y mintió descaradamente a su opinión pública. La campaña anti-guerra que hizo tan popular al anterior canciller, Gerhard Schröder, y que en el análisis de muchos le valió su última victoria electoral, aparecería como una escenificación patética en busca de votos, aunque los verdes sostienen que ni el gobierno ni la cúpula del BND estuvieron al tanto de las relaciones de sus agentes con los servicios secretos estadounidenses.

Estrecho margen de maniobra

El ministerio de Exteriores alemán se enfrenta ahora a la amenaza de una Comisión de Investigación parlamentaria.Imagen: dpa - Bildfunk

Los satisfechos miembros de la anterior ejecutiva alemana que el viernes pasado, finalizada la última reunión del Gremio de Control Parlamentario, anunciaban que el caso quedaba resuelto, que el gobierno no era culpable, que la oposición estaba contenta y que el carnaval podía comenzar, se veían obligados hoy a desmentir apresuradamente la información publicada por The New York Times. El periódico por su parte afirma que trató de ponerse en contacto con las autoridades alemanas pero éstas se negaron a comentar el asunto.

El Partido Liberal (FDP) analiza ahora seriamente si apoyan la apertura de una Comisión de Investigación, y ya han anunciado que será necesaria una reunión excepcional del Gremio de Control Parlamentario. La izquierda alemana hace tiempo que pide una comisión e incluso había abandonado el gremio en señal de protesta. Tras mucho debate, los verdes apostaron finalmente por unirse a la izquierda y pedir una investigación más profunda, y ahora todo depende de lo que decidan los liberales.

La gran coalición formada por democristianos y socialdemócratas que gobierna Alemania deja poco espacio a la oposición parlamentaria, que sólo unida podrá imponer sus exigencias.

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