Angela Merkel tiene su propio estilo, que consiste, básicamente, en una cómoda combinación de chaqueta y pantalón. A veces, Merkel elige al azar el color de su chaqueta, a veces lo elige con toda intención. Eso sí: permanece fiel a su estilo.

La primera ministra británica es más atrevida. No es raro que elija estampados y accesorios. La opinión pública aprecia su estilo, aunque a más de un británico conservador le parecen demasiado llamativos sus atuendos.

Excepto durante las citas anuales del Festival de Bayreuth, es raro tropezarse con la canciller alemana en vestido de noche. Este vestido, por ejemplo, ya se ha colado dos veces en la alfombra roja en 2008 y 2012.

Sus chaquetas son para Merkel lo que para May son sus zapatos. Con ellos, la mandataria británica demuestra su coraje: desde estampados que imitan piel de leopardo hasta remaches y adornos dorados. Justo con sus zapatos de leopardo se presentó ante la reina.

Botas de goma combinadas con una falda lápiz. No cualquiera se atreve. Su estilo puede resultar provocador, pero May solo quiere decir una cosa con ello: "Me divierte vestirme."

Hace mucho que Merkel ha dejado de aparecer en público con aquel corte de tazón, con apariencia de hongo. Sobre todo al reconocido peluquero Udo hay que agradecerle el actual peinado de la canciller.

Theresa May no solo usa prendas extravagantes. A veces escoge el camino recto, pero nunca el aburrido. De rojo brillante, con un típico sombrero británico, la primera ministra se presentó con gran seriedad junto a su antecesor.

Merkel, por su parte, se rehúsa hasta sobre la alfombra roja a prescindir de la chaqueta. La moda tiene solo un rol secundario en la vida de la canciller. Sin embargo, tras algunos pasos en falso, la mandataria alemana ha hallado su propio estilo.