El texto del acuerdo del "brexit" parece, en principio, estar atado. Pero, en el Reino Unido, la declaración política sobre las futuras relaciones económicas entre las partes está siendo muy criticada.
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Theresa May viajó en el último minuto (21.11.2018) a Bruselas con el objetivo de arrancar un par de concesiones más a Bruselas para hacer más digerible a los diputados británicos la declaración política sobre el futuro de las relaciones económicas entre ambas partes. Pero se volvió con las manos prácticamente vacías y en Westminster no se observó un apreciable cambio de opinión tras la intervención de la primera ministra en la que alabó su acuerdo de "brexit”.
Este acuerdo o ninguno
Theresa May no ofreció en la Cámara Baja nuevos argumentos ni a la oposición ni a sus filas para vender la declaración política en la Cámara Baja. "Es el acuerdo adecuado para Reino Unido”, reza su mantra en los últimos tiempos. Pero no por más que lo repita crece el entusiasmo de los diputados. "Estamos protegiendo los empleos y la seguridad de nuestro país, terminamos con la libertad de movimientos”, explica May, que aboga por un sistema de acogida de extranjeros basado en la cualificación. En principio, el Gobierno planea permitir la presencia extranjera en el mercado laboral británico de los candidatos más cualificados de la UE.
"Acabamos con la jurisdicción del Tribunal Europeo de Justicia y retomamos el control sobre nuestro propio dinero”, continúa May. La primera ministra británica se aferra con estos argumentos a la idea de que este es el "brexit” por el que los votantes apostaron en 2016, un "brexit” motivado por los temas de la soberanía y la migración. Y agrega que además se ha conseguido evitar una frontera dura con Irlanda del Norte. Theresa May dibuja sobre la base del acuerdo de "brexit” un dorado futuro político: habrá nuevos acuerdos de libre comercio, de pesca, de intercambio de mercancías y servicios. Todo ello allanará el camino para "un futuro más luminoso en nuestro país. Este acuerdo está a nuestro alcance y yo lo implementaré”.
Lanzarse con ojos vendados
Jeremy Corbyn, líder de la oposición, a menudo poco contundente y algo desconcentrado en sus ataques hacia Theresa May, asestó este jueves (22.11.2018) un directo tras otro: "¿Qué ha hecho el Gobierno en los dos últimos años? Menos de una página de la declaración política al mes. Este ‘brexit' es un ‘brexit' con los ojos vendados, un salto a la oscuridad.” Los diputados de Westminster saben que, aunque el texto de 586 páginas del acuerdo de "brexit” es legalmente vinculante, la fuerte Declaración Política de 26 páginas es solo un gesto diplomático de responsabilidad limitada. Ahí se incluye un marco político dentro del cual podrían (aunque no tienen por qué) moverse las relaciones entre ambas partes después de que se produzca el "brexit” a finales de marzo de 2019.
La diputada laborista Hillary Ben señala otro gran punto débil del acuerdo con Bruselas. Theresa May ha repetido docenas de veces que habrá un comercio "perfecto” con la UE tras el "brexit”. ¿Será el rechazo de su acuerdo lo que finalmente convenza a May de que no habrá un comercio perfecto con la UE cuando abandone la unión aduanera y el mercado interno? Eso es poner el dedo en la llaga, porque, en contra del deseo de May, la declaración política no habla de comercio y sí menciona expresamente la fiscalización y futuros controles. Eso acaba con la idea que tenían los defensores del "brexit” de que, tras la salida de Reino Unido de la UE, todo iba a continuar como antes.
Críticas de las propias filas
Boris Johnson, uno de los más ácidos críticos de la primera ministra, dispara contra May por el llamado "backstop” para Irlanda: "Este acuerdo da a la UE un veto permanente sobre la capacidad del Reino Unido para cerrar acuerdos comerciales o para asumir el control sobre sus propias leyes”, argumenta. El acuerdo aduanero logrado entre Reino Unido y la UE es, para él y sus correligionarios, casi la más grave de las traiciones cometidas por May contra la idea de un "brexit” auténtico. Hay varios diputados que ya anunciaron que votarán contra el acuerdo en esta forma. Es incierto cuántos los secundarán, pero podrían ser bastantes. La votación en la Cámara Baja tendrá lugar en la primera mitad del mes de diciembre y no está claro que Theresa May logre suficientes apoyos para refrendar su acuerdo de "brexit”.
(ms/ers)
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Estos son los protagonistas del "brexit"
Reino Unido está abandonando la UE. ¿Quiénes son los protagonistas de este drama? Acá revisamos a los involucrados en este desordenado divorcio.
Imagen: picture-alliance/empics
La líder dubitativa: Theresa May
Theresa May se convirtió en primera ministra luego de que David Cameron renunciara al cargo tras la votación del "brexit", en junio de 2016. Desde entonces, May ha intentado determinar qué tipo de "brexit" quiere su Gobierno. La línea más dura del Partido Conservador busca una salida a toda costa. Otros prefieren mantenerse cerca del bloque. La UE ha rechazado muchas de las exigencias de May.
El líder laborista no juega ningún rol en las conversaciones sobre el "brexit", pero es influyente en su condición de jefe del principal partido opositor. Los laboristas han presionado al Gobierno, que tiene ligera mayoría en el Parlamento, para obtener un "brexit" suave. Pero la actitud de Corbyn ha sido tibia. En 1975, el izquierdista votó por la salida de Reino Unido de la Comunidad Europea.
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El enemigo bullicioso: Boris Johnson
Los dos turbulentos años de Boris Johnson como ministro de Exteriores llegaron a su fin el 9 de julio de 2018. El conservador había sido uno de los principales rostros de la campaña por salir de la UE y siempre desaprobó la propuesta de "brexit suave" de May, señalando que lo mejor era un quiebre total con la UE. En su día, fue el segundo miembro del gabinete en renunciar en 24 horas.
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El alegre exdelegado: David Davis
David Davis encabezó el Departamento Británico para la Salida de la UE y fue jefe negociador de su país hasta que dejó su puesto, el 8 de julio, 24 horas antes de que Downing Street anunciara también la salida de Boris Johnson. Davis se había opuesto durante años a la UE y por ello se le otorgó el cargo. Estuvo en varias rondas de negociaciones con su contraparte de la UE, Michel Barnier.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/V: Mayo
Tras los pasos de Davis: Dominic Raab
Tras la renuncia de David Davis, Theresa May convocó al euroescéptico Dominic Raab. Este legislador pro "brexit", había ejercido antes como jefe de personal de Davis. Previamente, había trabajado para un negociador palestino en el proceso de paz de Oslo, además de desempeñarse como abogado internacional en Bruselas. El 15 de noviembre, también Raab renunció al cargo.
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El diplomático del cambio: Jeremy Hunt
Jeremy Hunt fue el encargado de Salud del Reino Unido hasta que reemplazó a Johnson como titular de Exteriores, en julio de 2018. El político, de 51 años, había apoyado la permanencia en la UE, pero dijo en 2017 que había cambiado de opinión en respuesta a la "arrogancia de la Comisión Europea" en las conversaciones sobre el "brexit". Se ha comprometido a lograr "un gran acuerdo" para Reino Unido.
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El duro: Nigel Farage
Nigel Farage fue el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido ((UKIP) hasta julio de 2016. En su rol, ayudó a presionar al entonces premier David Cameron para que llamara a un referéndum sobre el "brexit". Fue un activista en la campaña por dejar la UE, y todavía tiene cierta influencia en las conversaciones debido a su enorme popularidad entre los que apoyan el "brexit".
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El hombre de las finanzas: Arron Banks
El empresario Arron Banks es amigo de Farage y donó una cantidad de dinero importante al antiguo líder de UKIP, llegando a convertirse en el mayor financista del movimiento por la salida de la UE. Tuvo varias reuniones con autoridades rusas antes del referéndum, pero ha rechazado acusaciones de haberse coludido con Rusia de cara al "brexit", calificando las denuncias como una "cacería de brujas".
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Los jefes europeos: Jean-Claude Juncker y Donald Tusk
Los presidentes de la Comisión Europea (Juncker) y del Consejo Europeo (Tusk) son los cargos más importantes dentro del bloque. Juncker dirige el Ejecutivo. Tusk representa a los 27 gobiernos de la UE. Y ambos han liderado la posición de Bruselas en las negociaciones. Lo que diga Tusk es muy importante: sus 27 jefes -y no la Comisión- son los que votarán el acuerdo que se alcance con Londres.
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El europeísta acérrimo: Michel Barnier
Desde que fue nombrado negociador principal para el "brexit", en octubre de 2016, el exministro de Exteriores de Francia y comisionado europeo se ha convertido en un nombre familiar en la UE. Pese a su prominencia, Barnier tiene un margen de acción limitado. Su función es seguir las estrictas directrices que imponen los 27 e informar periódicamente de los avances en las conversaciones.
Imagen: Reuters/Y. Herman
El vigilante inquieto: Leo Varadkar
El premier irlandés ha sido uno de los líderes más importantes durante las negociaciones. Reino Unido ha dicho que abandonará la unión aduanera y el mercado único de la UE. Eso significa que Irlanda, miembro de la UE, podría reinstalar controles aduaneros en la frontera con Irlanda del Norte, una región británica. Pero Varadkar ha dicho que el regreso de una "frontera dura" no es aceptable.
Los líderes de los 27 gobiernos de la UE han dirigido las negociaciones. Han acordado los lineamientos generales que deben encauzar el camino del jefe negociador Barnier, y han ayudado a crear una posición común que debe ser coordinada por Tusk y Juncker. Cada gobierno puede, además, influir en el resultado final, pues el acuerdo debe ser aprobado por unanimidad.