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Theresa May, ¿se le acabará la buena estrella el 8 de junio?

1 de junio de 2017

Tras los fantásticos resultados de los sondeos en las últimas semanas, poco antes de las elecciones, Theresa May pierde puntos y los laboristas ganan terreno.

Großbritannien Wahlkampf Theresa May
Imagen: picture-alliance/dpa/PA Wire/A. Devlin

Los conflictos internos británicos en torno al "Brexit” se acabaron a mediados de abril. Theresa May necesitaba un mandato propio, tras la dimisión de su antecesor, David Cameron, para poder afrontar las negociaciones sobre el "Brexit con la Unión Europea (UE) ”. Los sondeos eran entonces positivos y la fecha para adelantar las elecciones, el 8 de junio, parecía favorable.

Los conservadores contaban además con otro aspecto que jugaba a su favor: precisamente en Escocia, donde la mayoría votó por quedarse en la UE y en el Partido Nacional de Escocia exige un referéndum sobre la independencia, aumentó de repente el apoyo al conservadurismo político. El lema de May de que Gran Bretaña unida y bajo su mandato debería luchar por los intereses británicos, parecía entonces hacer mella también el norte del país.

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Mucho a favor de May

Los laboristas, con el izquierdista Jeremy Corbyn a la cabeza, parecían al contrario débiles e inseguros. Incluso sus seguidores temían que "los europeos” le darían gato por liebre al pacifista con barba. Además, el incremento del importe, exigido por la UE, a pagar por Gran Bretaña por el "Brexit”, fortaleció aún más a May, quien desde hace meses no para de repetir que "es mejor ningún acuerdo que un mal acuerdo”. Por otro lado, el atentado de Manchester también podría haber impulsado la política conservadora de May.

Jeremy Corbyn, más impuestos para los ricos.Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Brady

"Impuesto de la muerte" y cobardía ante el enemigo

Y ahora, ¿la situación ha cambiado? La ventaja de los conservadores en los últimos sondeos es de solo unos pocos puntos. El motivo no son ni la seguridad nacional ni el "Brexit”, sino un tema del programa electoral: la reforma de pensiones y asistencia sanitaria: si una persona fallece y posee una casa, esta saldará los gastos por la asistencia sanitaria prestada. El laborista Corbyn habla de "impuesto de la muerte”.

Además, May fue tachada de cobarde, porque renunció a mantener un debate televisivo con Corbyn. "Si Corbyn brilla en el debate, porque su campaña ha adquirido impulso y May, por el contrario, se hace la escurridiza, porque la suya en estos momentos no va bien, para los votantes, dicha situación no tiene buena pinta”, observa el politólogo Matthew Goodwin.

La pasta Marmite: los británicos no se ponen de acuerdo si les gusta o no.Imagen: picture alliance/empics

May, o la quieres o la odias

Las opiniones sobre Corbyn difieren mucho. La revista sobre economía "The Economist” lo desprecia como político: "el extremismo ideológico unido a la incompetencia política”. Corbyn, al igual que Tony Blair, está a favor de la nacionalización de empresas, aumento de impuestos para los ricos y más dinero para el sistema sanitario estatal. Sobre todo, los británicos más pobres y la gente joven ven en él a un gurú. "El apoyo de los jóvenes votantes al laborismo aumentó dramáticamente”, según el politólogo John Curtice, de la University of Strathclyde, en Glasgow, y añade que la cuestión será "si la gente joven acudirá finalmente a las urnas”.

Theresa May, por su parte, divide a la nación, como la pasta británica para untar en el pan "Marmite”. El lema publicitario de este producto es " O lo amas o lo odias”. Entretanto, la primera ministra es conocida como "Marmite May”, porque o despierta pasiones o todo lo contrario.

Predicciones difíciles

La historia reciente nos ha demostrado que no hay que hacerle mucho caso a los sondeos: Donald Trump y "Brexit”. Además con el sistema de votaciones británico tampoco se puede saber de antemano cómo podría ser el resultado. En 2015, por ejemplo, los conservadores lograron la mayoría absoluta de los escaños con solo el 37% de los votos. Por otro lado, el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) consiguió un solo mandato con el 13 % de los votos.

Por cierto, hablando de UKIP. Ningún otro partido luchó tanto por el "Brexit” como este. Tras haber logrado su objetivo, el carismático Nigel Farage renunció a su puesto de jefe de partido. Ahora muchos de sus seguidores se sienten representados por Theresa May.

Christoph Hasselbach (RMR/EL)