Greta Thunberg se reunió con la canciller Angela Merkel. Y demandó tomar el cambio climático tan en serio como la crisis del coronavirus.
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"La crisis climática debe ser tratada como todas las demás crisis”. Greta Thunberg vuelve al ruedo. Ciertamente, son tiempos diferentes a los de hace dos años, cuando la joven sueca inició su cruzada contra el calentamiento global. Entretanto, la crisis del coronavirus ha relegado a segundo plano la lucha contra el cambio climático, y la conferencia mundial sobre el tema, prevista para fines de año en Glasgow, ha sido suspendida.
Thunberg: "Se necesitan líderes"
Pero la iniciativa "Fridays for future" aún existe. Greta Thunberg y otras tres activistas se reunieron con la canciller alemana, Angela Merkel, en Berlín, y la joven parece haberse llevado una buena impresión: "Se necesitan líderes dispuestos a trabajar duramente por las metas del acuerdo de París. La Sra. Merkel tiene potencial, es valerosa”, declaró.
Las metas que se ha trazado la UE, como la de lograr ser carbono-neutral hasta 2025, no son lo suficientemente ambiciosas, a juicio de las activistas. En su escrito, subrayan que toda política debe medirse por el baremos de los acuerdos adoptados en forma solemne en París, en cuanto a no permitir que la temperatura global aumente más de 2 grados, o, en lo posible, menos de 1,5 grados.
Cuando los políticos actúan en serio
La activista alemana Lisa Neubauer afirmó que el coronavirus ha demostrado lo que ocurre "cuando los políticos toman en serio las crisis”. Las múltiples restricciones, las cuantiosas deudas para respaldar la economía son esfuerzos que no tienen parangón en la lucha contra el cambio climático. "Las discusiones que hay sobre el cambio climático entre políticos, científicos y la sociedad están tan alejadas de la realidad”, lamentó en una entrevista de TV.
"Es importante que nos hayamos reunido ahora con la Sra. Merkel, porque Alemania tienen actualmente una gran responsabilidad, debido a la presidencia del Consejo de la UE durante este semestre”, dijo, por su parte, la activista francesa Adélaïde Charlier, quien también participó en el encuentro.
"No es diversión”
"Ningún adolescente del mundo quiere dedicar su tiempo libre a ser activista. No es algo que uno haga por diversión. Pero, si nadie más lo hace, los jóvenes tenemos que levantarnos”, aseguró Greta Thunberg a un canal de TV.
Según un comunicado emitido tras el encuentro, Merkel y Thunberg coincidieron en que los países industrializados tienen una especial responsabilidad en esta tarea.
Finalmente, la joven sueca destacó lo importante que es terminar con las recriminaciones mutuas. Lo fundamental no son las demandas de los activistas, sino los datos de los científicos. Reconoció que todo es muy complejo, pero aseguró que no existe la opción de darse por vencidos.
(ers/cp)
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Cambio climático: más de 10 años navegando por el Ártico
A finales de agosto de 2008, por primera vez los barcos pudieron navegar por el Ártico a través del Paso Noreste y Noroeste. Esto fue posible gracias al cambio climático. Los ecologistas temen por el frágil ecosistema.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Goldmann
Sin rompehielos
Durante mucho tiempo sólo aventureros e investigadores navegaban por el Ártico. Pero ahora que el hielo se está derritiendo, los barcos mercantes también pueden pasar por allí. El 29 de agosto de 2008 marcó un punto de inflexión: por primera vez los Pasos Noreste y Noroeste estaban libres para su navegación, sin la necesidad de usar rompehielos. Desde entonces, este período es cada vez más largo.
Imagen: picture-alliance/Okapia/H. Kanus
Del Atlántico al Pacífico por el Ártico
El Paso Noreste tiene 6500 kilómetros de largo y desde Asia, pasando por Rusia y Noruega, conecta el Atlántico con el Pacífico. El Paso del Noroeste, que es algo más corto. En ambas rutas, los barcos atraviesan el estrecho de Bering y luego el océano Ártico. Esto solo es posible si la capa de hielo no obstruye el camino.
Imagen: DW
Las alternativas son más largas
Para llegar desde Róterdam a Tokio, los barcos navegan por India y luego atraviesan el canal de Suez en Egipto. Este trayecto es 6000 kilómetros más lago que a través del Paso Noreste. Los barcos que viajan desde Asia hasta la costa este de Estados Unidos lo hacen por el Pacífico y luego atraviesan el Canal de Panamá. Una vez más, el Paso Noroeste es 4000 kilómetros más corto.
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Los pioneros
En el año 2009, la empresa “Beluga Reederei” envió por primera vez a dos barcos cargueros alemanes por el Paso Noreste. Desde entonces, el tráfico de buques ha aumentado en la región. El océano Ártico todavía no es tan transitado, porque la ruta solo está temporalmente libre, dice Burkhard Lemper, del Instituto para la economía y la logística en Bremen.
Imagen: picture-alliance/dpa/Beluga Shipping
Paso libre
Es difícil asegurar cuánto va a avanzar el calentamiento en el Polo Norte. Pero "todo el mundo está de acuerdo en que el Ártico estará libre de hielo en los próximos 30 a 50 años", dice Christian Haas, del Instituto Alfred Wegener en Bremerhaven. Los investigadores describen al Ártico como libre de hielo cuando au superficie disminuye a menos 1 millón de kilómetros cuadrados durante el verano.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Goldmann
¿Cuánto tiempo durará la calma?
Los biólogos temen por la vida silvestre en el Ártico. Por ejemplo, las ballenas beluga, las ballenas de Groenlandia y las morsas están en peligro, indicaron los investigadores estadounidenses en julio en la Academia de Ciencias de los Estados Unidos. Habían investigado 80 poblaciones de mamíferos marinos y encontraron que más de la mitad de ellos viven a lo largo de los Pasos Noreste y Noroeste.
Imagen: picture-alliance/dpa/McPHOTO
Habitantes muy especiales
Los científicos temen que los narvales puedan sufrir las consecuencias del tráfico marítimo en el océano Ártico. Los mamíferos marinos siempre están en los hielos cerca de la costa. Llama la atención el colmillo helicodial del macho, que puede llegar a medir hasta 3 metros. Aquí una réplica en tamaño real en el acuario Ozeaneum en Stralsund, Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Sauer
Antártida como ejemplo
Los investigadores y ambientalistas exigen establecer pautas para el transporte marítimo en el Ártico: los buques deberían evitar los principales cotos de caza de las ballenas, adaptar sus tiempos de navegación a las submigraciones, reducir el ruido y la velocidad. "Esto todavía no existe en el Ártico, y es una gran diferencia con la Antártida", dice el biólogo Christian Bussau, de Greenpeace.
Imagen: Reuters/A. Meneghini
¿La calma antes de la tormenta?
Según Bussau, experto de Greenpeace, sólo pasan por año 50 barcos por el Paso Noreste y Noroeste. La Asociación alemana de navieros habla de una cifra de dos dígitos. "No obstante, el tiempo apremia", dice Bussau, vaticinando que "a la larga, habrá mucho movimiento en el Ártico". Pero hasta ahora no hay regulaciones ambientales para el transporte marítimo en esta región.