En un doble atentado en la capital afgana, uno de los atacantes suicidas detonó una bomba entre un grupo de periodistas. Fue un ataque dirigido contra la libertad de prensa, opina Sandra Petersmann.
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Al menos nueve periodistas han muerto. Asesinados mientras trabajaban. Matar a civiles es un crimen de guerra. ¿Pero a quién le interesa ya en Siria, Yemen, Irak, Nigeria, Somalia o la República Democrática del Congo? Los ataques dirigidos contra civiles también son parte de la vida cotidiana en el campo de batalla afgano. Los civiles son torturados y asesinados para desmoralizar a la población. Para silenciarlos. Los periodistas son civiles. El silencio se hace más fuerte a medida que los periodistas son silenciados. Sin periodismo, la democracia no puede sobrevivir.
Uno de los pocos éxitos en Afganistán
El segundo asesino de Kabul andaba a pie con un chaleco explosivo. Según los informes de los testigos, llevaba una cámara y fingía ser un periodista. Se mezcló entre los verdaderos periodistas que cada día arriesgan su vida para dar a las victimas de la guerra afgana una cara y una voz.
El surgimiento de un entorno de medios de comunicación vibrante y profesional es uno de los pocos ejemplos de éxito de la intervención militar internacional que condujo al derrocamiento del régimen talibán a fines de 2001. Hoy existen al menos 170 estaciones de radio en el país, más docenas de periódicos. Y desde Kabul emiten más de 30 canales de televisión. Es sobre todo este panorama de medios jóvenes lo que mantiene viva la esperanza de un proceso democrático.
Cuando un motociclista cometió un atantado suicida en plena hora punta de la mañana, muchos periodistas se dirigieron hacia el sitio de los hechos, para informar sobre lo sucedido y para romper el silencio que convierte a las victimas de los ataques en números anónimos. Pero eso no sucedió, porque un segundo atacante suicida lo impidió. Un poco más tarde, la rama afgana del autoproclamado "Estado Islámico" reclamó la responsabilidad. También podrían haber sido los talibanes. O cualquier otro grupo armado que se opone al debate público libre y abierto.
El odio en Afganistán nunca ha sido derrotado
Entre los nueve periodistas asesinados se encuentra Shah Marai, el fotógrafo jefe de la agencia de noticias francesa AFP. El deja a su esposa y sus seis hijos. Marai comenzó su carrera en AFP durante la época de los talibanes. "Odiaban a los periodistas, así que siempre tuve que trabajar muy discretamente", escribió el 14 de octubre de 2016 en un blog de corresponsales. El odio nunca fue derrotado en casi dos décadas. Las armas nunca vencen sobre el odio. Eso solo lo puede conseguir una visión política creíble que se debata abiertamente. Pero el último párrafo en el blog de Marai resume la tragedia de una intervención occidental en gran parte fallida:
"Ya no hay esperanza. La vida parece aún más difícil hoy de lo que era bajo los talibanes, porque falta la seguridad. (…) Todas las mañanas cuando voy a la oficina y todas las noches cuando regreso a casa, mis pensamientos giran alrededor de los vehículos que podrían ser una trampa explosiva, y los atacantes suicidas que podrían surgir de la multitud."
Solo en los primeros meses de este año, los habitantes de Kabul han sufrido ya doce ataques graves. El resultado es un sentimiento general de miedo. La gente se encuentra atrincherada. Shah Marai, quien fue asesinado este lunes, cerró su blog en 2016 con la siguiente frase:
"Nunca he visto tan poca perspectiva para la vida, y no veo salida. Vivimos en un tiempo del miedo."
Arrancar las raíces de la democracia
No fue el primer ataque a la libertad de prensa en Afganistán. Pero este ataque coordinado fue una masacre de periodistas con el objetivo claro de arrancar las raíces de una tímida visión democrática para este país. ¿Pueden celebrarse bajo estas circunstancias las elecciones parlamentares previstas para octubre? ¿Cuántos periodistas se apresurarán para informar la próxima vez sobre un ataque o sobre grandes eventos de la campaña electoral? La luz que muchos periodistas afganos arrojan sobre la vida en medio de la guerra, mientras ellos arriesgan su propia vida, se ha atenuado aún más.
Los once niños que murieron en otro ataque contra un convoy de la OTAN en Kandahar, en el sur de Afganistán, este mismo lunes, permanecerán en el anonimato y desaparecerán en las estadísticas.
Autora: Sandra Petersmann (GG)
Libertad de prensa: periodistas en la mira (02.05.2017)
Perseguidos, detenidos, torturados, asesinados: los periodistas son atacados por gobiernos, carteles o extremistas religiosos. En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, DW les presenta a algunas víctimas. (02.05.2017)
Imagen: Getty Images/AFP/S. Hamed
China: Gao Yu
Periodistas disidentes, blogueros y activistas viven en China bajo una gran presión. Gao Yu, exr colaboradora de DW, fue detenida en 2014 y condenada en abril de 2015 a siete años de prisión por supuesta “filtración de secretos de Estado”. Bajo la presión internacional se le permitió salir de la cárcel y cumple su condena bajo arresto domiciliario.
Imagen: DW
Rusia: Nikolai Andruschtchenko
Tras una golpiza en calles de San Petersburgo, Nikolai Andruschtschenko sucumbió a sus heridas el 19 de abril de 2017, a los 73 años de edad. El periodista escribió sobre violaciones de los derechos humanos y delincuencia. En su último reportaje, Nikolai Andruschtchenko investigó sobre cómo el presidente Wladimir Putin había llegado al poder.a través de enlaces criminales y la KGB.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Usov
México: Miroslava Breach
Miroslava Breach fue literalmente ejecutada, al frente de su casa, el 23 de marzo de 2017 por un sicario que le dio ocho disparos en la cabeza. La periodista informaba sobre la corrupción y los crímenes de los carteles mexicanos de la droga. Miroslava Breach es una de los tres periodistas asesinados en marzo en México.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/C. Tischler
Irak: Shifa Gardi
La reportera Shifa Gardi murió el 25 de febrero de 2017, cuando una mina explotó en uno de los frentes de la guerra en el norte de Irak. Nacida en Irán, trabajaba para el canal de noticias kurdo Rudaw en Erbil e informaba sobre la lucha entre las fuerzas iraquíes y las milicias islamistas. En cercanías de Mossul, el Estado Islámico acostumbra a secuestrar, desterrar y matar a periodistas.
Imagen: picture alliance/dpa/AA/F. Ferec
Bangladesch: Avijit Roy
"Mukto Mona" o "Espíritu libre" era el nombre del blog crítico del islamismo radical de autoría de Avijit Roy, un "humanista secular". Avijit Roy vivía en EE. UU., desde donde viajó a la Feria del Libro a Dacca en febrero de 2015. Allí, fanáticos religiosos lo descuartizaron en la calle a machetazos. En Bangladesh, los bloggers siguen siendo perseguidos y asesinados por extremistas.
Imagen: Getty Images/AFP/M. U. Zaman
Arabia Saudí: Raif Badawi
A diez años de prisión y 1.000 latigazos fue condenado este activista internáutico por haber, supuestamente, “insultado el Islam”. Raif Badawi se encuentra en prisión desde 2012. En enero de 2015 fue azotado públicamente por primera vez. Canadá le ofreció asilo a su esposa Ensaf Haidar y sus hijos.
Imagen: Imago/C. Ditsch
Turquía: Deniz Yücel
El periodista germano-turco Deniz Yücel se encuentra en una prisión turca desde febrero de 2017. Las acusaciones contra el corresponsal del diario berlinés "Die Welt": propaganda terrorista e incitación a la rebelión. Las autoridades, empero, no han presentado una sola evidencia. Más de 140 trabajadores de los medios han sido detenidos desde el intento de golpe de Estado en julio de 2016.
Imagen: picture-alliance/dpa/C.Merey
Azerbaiyán: Mehman Huseynov
Huseynov, uno de los videobloggeros más populares Azerbaiyán, publica una revista digital sociopolítica en la que critica la corrupción y violaciones de derechos humanos. Su campaña "caza de funcionarios corruptos" apunta a los más altos cargos involucrados en casos de corrupción en su país. Ha sido amenazado en repetidas ocasiones y condenado en marzo de 2017 por difamación a dos años de prisión.
Imagen: twitter.com/mehman_huseynov
Venezuela: Braulio Jatar
El periodista chileno-venezolano Braulio Jatar, editor del portal Reporte Confidencial, fue detenido el 3 de septiembre de 2016 por presunta "legitimación de capitales". Se cree empero, que su aprehensión se debe a que fue uno de los primeros en dar a conocer el cacerolazo a Nicolás Maduro en Villa Rosa, Nueva Esparta. “Braulio Jatar lleva 8 meses preso por informar", dijo su hermana Ana Julia.
Imagen: el-nacional.com
Cuba: Detenciones temporales, ¿la nueva estrategia contra la prensa?
Maykel González, de El Estornudo, fue retenido el 24 de abril en la Universidad Central Marta Abreu, cuando hacía reportaje sobre expulsión de la estudiante Karla Pérez. El periodista fue interrogado varias horas y confiscados sus equipos. Por otro lado, Reporteros sin Fronteras recuerda a Yoeni Guerra, de Yayabo Press, preso desde el 13 marzo 2014, y José Torres, de Granma, desde mayo de 2011.