Los agricultores reportan pérdidas de las cosechas por la sequía. Y la ganadería se está quedando sin forraje. ¿Qué significa eso para los precios al consumidor?
Malograda cosecha de maíz en Wildenhain, Sajonia. Imagen: picture-alliance/dpa/M. Skolimowska
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"Lo que vivimos este verano es el cambio climático en vivo", dice Gerald Dohme, vicesecretario de la Asociación alemana de Agricultores, y presenta cifras: debido a la sequía, Alemania, espera una cosecha de granos de 41 millones de toneladas, 4,5 millones menos que en 2017. El promedio en los últimos cinco años es de 47.9 millones de toneladas de granos recogidos. También las granjas ganaderas se ven afectadas, "ya que el pasto y el maíz se están agotando en algunas granjas".
Solo los frutales reportan buenas cosechas
El sol no ha calentado este año por igual en todo el territorio alemán, ni las precipitaciones han caído para todos por igual. En la agricultura, por lo tanto, hay una división en dos partes: en el norte y el este de Alemania, muchas granjas sufren los daños de la sequía, mientras a solo dos kilómetros más adelante otros granjeros soportan lluvias torrenciales.
A diferencia de los granjeros, la situación es más relajada entre los productores de fruta. La cosecha es buena, pero tiene lugar excepcionalmente temprano: algunos productores de fruta cosechan este año incluso tan temprano como los agricultores en el Mediterráneo.
Bomberos, en vez de recolectores de cosecha, en un campo de cultivo en Mecklenburgo Antepomerania.Imagen: picture-alliance/dpa/P. Ending
Abril y mayo fueron los meses más calurosos desde que comenzaron los registros climáticos. ¿Qué significan estos meses para la evolución de los precios al consumidor? Dohme no pierde la calma. Aunque una menor oferta lleva a precios más altos, el precio del grano solo tiene una influencia marginal en el precio del pan. "Son solo centavos", apunta.
No hay razón para grandes preocupaciones de parte del consumidor, porque el suministro está asegurado, según el experto. "Hay diferentes escenarios de ganancias en Europa, incluso en este caluroso verano". La seguridad del suministro está garantizada por el comercio internacional, dice el representante de la Asociación alemana de Agricultores.
Menos cantidad, más calidad
El ministerio germano de Agricultura estudiará otorgar una indemnización financiera a los agricultores afectados. Sin embargo, Nina Wettern, del ministerio Federal de Medio Ambiente, considera que los agricultores "tienen el deber de prepararse para el cambio climático con modos de negocios modificados". Wettern cree que debe acabarse con la política de la Unión Europea de "rendimiento maximizado”, con la ayuda de subsidios.
Wettern aboga por acabar con la situación que ha puesto bajo fuerte presión a los granjeros alemanes y concluye que "además de tener que llenar los requisitos medioambientales, como nuevos fertilizantes, ahora luchan contra las consecuencias impredecibles del calentamiento global”.
Notker Oberhäuser (jov/mn)
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Así se combate la ola de calor en las ciudades
Cada vez hay más olas de calor y la ciencia predice que las temperaturas seguirán aumentando en el futuro. ¿Qué pueden hacer las ciudades y sus habitantes para mantenerse frescos cuando el termómetro sube?
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Pleul
Pintar las ciudades de blanco
Una forma simple de combatir el calor del verano es pintar los edificios y casas de blanco, como se hace desde siempre en Grecia. Los techos negros absorben casi toda la luz solar, a diferencia de las superficies de colores claros, que reflejan casi un 80 por ciento de los rayos solares, manteniendo la frescura de los interiores. Eso también hace que se gaste menos energía en aire acondicionado.
Imagen: picture-alliance/robertharding/M. Simoni
Canales, lagos y fuentes
El agua de lagos, canales y ríos ayuda a reducir la temperatura en las ciudades, refrescando la atmósfera cuando se evapora. El agua no se adapta rápidamente a los cambios de temperatura, y mantiene cierto nivel de calor o frío. Las áreas urbanas con poco espacio no necesitan un gran lago para beneficiarse de los efectos del agua. La frescura también puede provenir de fuentes en plazas y parques.
Imagen: picture-alliance/dpa/W. Grubitzsch
Más espacios verdes
Plantar un árbol es una forma muy simple de crear espacios frescos en las ciudades. La sombra que proveen los árboles y el agua que se evapora a través de sus hojas es lo que marca la diferencia. Si se plantan estratégicamente a lo largo de las calles o alrededor de edificios, pueden reducir la temperatura de los interiores y combatir el efecto de calor producido por el cemento urbano.
De acuerdo con un estudio de la Universidad Tecnológica de Múnich, varias plazas y jardines refrescan más que un gran parque. Eso se debe a que los parques más grandes reducen la temperatura en un solo lugar, mientras que los más pequeños pueden beneficiar a un área mucho más grande. Conectar la ciudad con espacios verdes con corredores de viento también ayuda.
Si no quiere pintar su techo de blanco, los techos verdes con jardines y huertas también pueden hacer que la ciudad sea un lugar más fresco. La vegetación absorbe el calor a través de la evaporación de agua de lluvia y aísla los edificios, reduciendo el uso de aire acondicionado. Los techos también son un lugar especial para plantar vegetales comestibles, desde calabazas hasta zanahorias.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Lopez
El picante ayuda a bajar la temperatura
Si decide tener un huerto en el techo, no estaría mal que plante ajíes picantes. Este alimento, que realza muchas comidas, contiene capsaicina, que estimula los receptores del calor en la epidermis, haciendo que sudemos. Y sudar es un mecanismo natural del organismo para que baje la temperatura corporal.
Imagen: picture-alliance/AP Images/D. Epperly
No a las bebidas frías; sí a las calientes
Cuando la temperatura sube a más de 30 grados, uno podría pensar que lo mejor es comer un helado o tomar una bebida bien fría. Pero los expertos aseguran que tomar una bebida caliente o comer alimentos picantes ayuda a transpirar y, como consecuencia de esto, a que se reduzca la temperatura corporal. ¿Se anima a tomar un té bien caliente cuando el termómetro marque 35 grados centígrados?
