Wiese, el hombre increíble
27 de septiembre de 2014 Aunque sea difícil de creer, el hombre que hoy pesa 117 kilos de puro músculo le hizo no hace mucho tiempo un gran aporte al fútbol alemán sirviendo como puente entre dos épocas. En el Mundial del 2010, y la Eurocopa del 2012, Tim Wiese acompañó a Manuel Neuer en su ascenso al trono como mejor arquero del mundo siendo su suplente y protector en la selección.
Wiese, cuatro años mayor que Neuer, aportó la experiencia y confiabilidad que hizo posible el proceso de transición en el arco alemán. Con él se dio el salto de los cancerberos tradicionales que eran Oliver Kahn y Jens Lehmann a la nueva época del portero líbero que encarna el jugador del Bayern. Durante esos años, pese a haber jugado solo 6 partidos, Tim Wiese fue uno de los líderes de la selección y su vocero para “asuntos políticos”.
El arquero suplente fue el encargado de recibir de manera oficial a la canciller Angela Merkel las veces que ella visitó el vestuario del equipo nacional. Wiese, por petición de la jefe de Estado alemana, ofreció el tradicional discurso de saludo y bienvenida hasta finales de 2012, cuando dejó de ser tenido en cuenta por el entrenador Joachim Löw.
La gloria pasada
Tim Wiese, formado por la cantera del Leverkusen, pasó por el Fortuna de Colonia antes de llegar a su primera gran estación futbolística, el Kaiserslautern. En la temporada 2002/2003 debutaría a la edad de 21 años en la Bundesliga y tras tres campeonatos destacando en su posición, sería contratado por el Bremen, club con el que conoció la fama.
Aunque con Bremen solo obtuvo dos títulos (Copa Alemana y Superliga), que también son los únicos de su carrera, su popularidad creció a niveles muy altos mientras estuvo en el equipo. Tim Wiese era más un arquero regular que uno excepcional, pero la afición le regaló sus simpatías por encontrarlo auténtico, particular, y muy cercano al pueblo.
Wiese era estrafalario, ruidoso, imprudente, pretencioso y espontáneo… Un jugador sin “pelos en la lengua” que salía a la cancha a jugar vistiendo uniformes de color rosa, y que además le permitía regularmente a la prensa darle una mirada a su vida privada y contar historias sobre sus actividades extradeportivas, entre las que se contaban un gusto especial por los tatuajes y los ejercicios con pesas en el gimnasio.
La temporada 2008/2009 fue la mejor en la carrera profesional del arquero: en tres fechas de la Bundesliga detuvo tres penales. Contra el Hamburgo en la semifinal de la Copa Alemana, cuyo título luego ganaría, detuvo igual número de cobros; fue finalista de la Copa UEFA; ganó la Supercopa alemana; fue convocado por primera vez a la selección nacional y debutó con ella en su tercer partido como parte de la plantilla.
Futuro en la lucha libre
En el 2012, luego de haber estado con Alemania en el Mundial de Sudáfrica y la Eurocopa de Ucrania y Polonia, el entrenador Joachim Löw anunció públicamente que el arquero ya no formaba parte de sus planes. Ese fue el primer tropiezo de una carrera que empezó a trastabillar hasta terminar en caída.
Casi al mismo tiempo Bremen comunicó que no podría renovar a Tim Wiese debido a dificultades financieras. El arquero, según su propio relato, estuvo a punto de irse al Real Madrid aceptando una oferta que le hiciera José Mourinho, entonces entrenador del prestigioso club español. Al final Wiese prefirió quedarse en la Bundesliga y firmó contrato hasta el 2016 con el Hoffenheim, donde su trayectoria profesional sufriría un golpe del que todavía no se recupera.
El cuerpo técnico del Hoffenheim, descontento con el rendimiento y comportamiento de Tim Wiese, lo separó del equipo y lo conminó a entrenar con otro grupo de jugadores que estaban completamente descartados de la plantilla competitiva. El arquero, que ya en esa época pasaba la mayor parte de su tiempo libre en el gimnasio, se dedicó por completo a la halterofilia.
En los últimos meses Wiese ha ganado más de 20 kilos de masa muscular y pese a que él no descarta un regreso al fútbol, tampoco contempla como una posibilidad real volver a las canchas. En vez de eso está estudiando la oferta que le hizo hace unos días la empresa de entretenimiento deportivo WWE (World Wrestling Entertainment) de convertirse en profesional de la lucha libre.
“A mí el cuadrilátero no me asusta” contó Wiese, quien tiene retadores esperando por él, entre ellos el exfutbolista desempleado Maik Franz, y el congresista alemán del Partido Socialdemócrata (SPD) y luchador aficionado, Matthias Ilgen.