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#Together4Venezuelans: la región pide ayuda

28 de octubre de 2019

Países de acogida de venezolanos visualizan las necesidades de esa población migrante ante la comunidad internacional. El enfoque no es político, sino humanitario, con miras a la integración a largo plazo.

No se trata de una conferencia de donantes, explican los organizadores de esta conferencia de solidaridad con los migrantes venezolanos.
No se trata de una conferencia de donantes, explican los organizadores de esta conferencia de solidaridad con los migrantes venezolanos.Imagen: UNHCR

#Together4Venezuelans es el lema de un encuentro internacional de dos días en Bruselas. Rusia, Nueva Zelanda, Emiratos Árabes, Kuwait, Corea del Sur y el Vaticano se unen a la Unión Europea (UE) y a varios países de la región –Bolivia, Brasil, Ecuador, Colombia, Perú, Paraguay, Chile, Guatemala, Curacao- en una conferencia internacional de solidaridad con los migrantes venezolanos.

"La crisis venezolana es una prioridad para la Unión Europea. Esta conferencia es para decirles a los venezolanos y a los países de la región que no están solos”, dijo al inaugurar las jornadas Christos Stylianides, comisario para Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis.

"Trabajamos con las autoridades locales para, con los fondos de nuestra cooperación, integrar a los migrantes en las poblaciones de acogida”, afirmó Neven Mimica, comisario para Cooperación Internacional y Desarrollo.

 Dimensión de la crisis

A estas jornadas acuden también organizaciones internacionales de ayuda humanitaria, de desarrollo y las agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU). No se trata de una conferencia de donantes, explican los organizadores.

Se trata de hacer consciente a la comunidad internacional de lo que significa para la región y también para el mundo que 4,5 millones de venezolanos hayan abandonado su país, y que 3,7 millones de ellos se hayan dirigido a otros países de la región.

La emigración venezolana ha llegado también a países europeos (43.888), de Asia (510), África (553) y Oceanía (7.427). Son el tercer grupo de solicitantes de asilo en la UE. Y las cifras de la proyección para los próximos doce meses es más inquietante aún: a finales del 2020 habrá 6,5 millones de venezolanos buscando refugio en el extranjero; de ellos, 5,5 en la región. De no actuar, se estima que esta crisis humanitaria puede alcanzar las dimensiones de la de Siria.

Aumentar el trato digno en las fronteras debe ser, según organizaciones humanitarias, una prioridad.Imagen: UNHCR/Santiago Escobar-Jaramillo

En busca de respuestas

En un primer momento se trató de dar respuestas humanitarias: desde el 2018, la UE ha destinado 100 millones de euros para apoyar la respuesta en los países de la región. Así como 70 millones para asistir a la población dentro del país con servicios médicos y acceso a la educación, al agua y a la sanidad en general. 

Y si bien esta crisis tiene un origen político y debe encontrar una salida política, "el sufrimiento de la gente no permite seguir esperando”, explica un alto oficial de la Comisión Europea. También para las poblaciones de los países de acogida el impacto es alto: los pocos recursos destinados a la infraestructura sanitaria en poblaciones rurales, por ejemplo, se agotan. El peligro de brotes xenófobos es alto.

A todo esto se suma que hay una buena cantidad de emigrantes que atraviesan las fronteras sin papeles. El aumento de rutas criminales que golpean especialmente a menores y a mujeres vuelven más desolador el panorama.

De la ayuda humanitaria inmediata hay que pasar a gestionar la crisis con una perspectiva a largo plazo. No es que se haya abandonado la búsqueda de una salida política –como demuestran el Grupo Internacional de Contacto y el apoyo al proceso de Noruega. El punto está en que esa población tiene que ser integrada en los países de acogida. Requieren de educación, seguridad alimentaria, salud, transporte, albergues…

Según cifras que maneja la iniciativa Response for Venezuelans (R4V), se requiere en este momento de 1,35 billones de dólares para asistir las necesidades de la población, también las de de la población pendular (2,09 millones).

En esta dramática situación, las autoridades de los países involucrados detectan oportunidades. "Entre los 865.000 venezolanos que tenemos en este momento –con 325.000 demandas de asilo- hay 18.000 médicos ya formados. Perú los necesita, pero tenemos que revalidar sus documentos”, cuenta Jorge Méndez, encargado de Comunidades Peruanas en el Extranjero.

El apoyo a la salud sexual y reproductiva es, según Médicos sin Fronteras, un campo donde urge incrementar la ayuda.Imagen: UNHCR

Precisamente, la documentación de la población migrante sería una de las prioridades: "darles documentos es darles derechos", afirma por su parte Ana Laura Chachaza, directora nacional de Migración Internacional de Argentina. "Capitalizar estos flujos para el desarrollo de nuestra región, por ejemplo, redireccionando los flujos para evitar que se concentren en las grandes ciudades, es una de nuestras propuestas”, agrega Chachaza.

"Estamos ante una situación sin precedente”, subraya Eduardo Stein, representante especial para la crisis venezolana de la ONU y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). "La magnitud y la complejidad de esta crisis tiene implicaciones globales y puede poner en peligro la estabilidad de la región. Requiere del apoyo de la comunidad internacional", insiste.  En lo inmediato, para el siguiente trimestre, se avizora una conferencia de donantes. 

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