Tomar partido contra la tortura
14 de diciembre de 2014 Deutsche Welle: ¿Cuál fue su reacción al conocer el contenido del informe del Senado estadounidense sobre las torturas llevadas a cabo por la CIA?
Wolfgang Büttner: En HRW creemos que la forma en que las fuerzas de seguridad y el Gobierno estadounidense reaccionaron tras los atentados del 11 de septiembre configura uno de los capítulos más oscuros de la historia de aquel país. El informe del Senado vuelve a demostrar que la CIA se vio implicada en malos tratos e incluso torturas hacia sospechosos. Además, el texto deja claro que el Gobierno estadounidense tenía conocimiento de esas prácticas y, por lo tanto, es también responsable.
EE.UU. violó los derechos humanos. ¿Cómo tendrían que actuar ahora los políticos alemanes ante su aliado?
Creemos que Alemania tendría que abordar este asunto con EE.UU., ya que es un socio importante de aquel país en muchos ámbitos. No se trata de paralizar el trabajo conjunto, sino de dejar claro a EE.UU. que, bajo la perspectiva alemana, la tortura no es aceptable. Ello implicaría, en primer lugar, que su responsabilidad debería ser dirimida en juicio. Ese sería un primer paso, puesto que EE.UU. tiene un sistema judicial que funciona y algo así sería posible. Al mismo tiempo, rige el principio de justicia universal, que establece que quienes cometen graves violaciones contra los derechos humanos deben rendir cuentas. Esto significa que, por ejemplo en Alemania, se puede procesar a individuos no alemanes por ese tipo de actos. Si esas personas viajaran a Alemania, debería iniciarse una investigación en su contra, que tendría que ser apoyada por el Gobierno alemán.
¿Cómo se puede aplicar algo así? Los empleados de la CIA no podrían entonces viajar a Alemania...
Un tribunal de Múnich dictó en 2007 orden de arresto contra 13 empleados de la CIA, en el marco del caso de Jaled al-Masri, un ciudadano alemán secuestrado en los Balcanes y llevado después a Afganistán. La orden de arresto fue cursada a la Interpol, pero nunca se los detuvo porque EE.UU. se niega a extraditarlos. Eso es un problema. Pero si se deja claro que en Alemania se persigue a quienes cometan torturas, eso tiene un efecto disuasorio y muestra que aquí ese tipo de acciones no son aceptables.
El tribunal regional superior de Hamburgo utilizó en 2007, durante el proceso contra Mounir al-Motassadeq, uno de los autores intelectuales de los atentados del 11 de septiembre, declaraciones de dos detenidos en EE.UU, que fueron obtenidas por la CIA bajo tortura. ¿Es legal utilizar estas declaraciones?
No es aceptable que se utilicen informaciones obtenidas de esa manera y no se pueden utilizar en un juicio. Ello socava la condena internacional de la tortura y viola el pacto antitortura de Naciones Unidas. Las convenciones de Ginebra lo prohíben expresamente.
¿Cree HRW que se sigue torturando en EE.UU.?
Creemos que ya ha terminado este tipo de "interrogatorios duros", como los ha calificado el propio EE.UU. Y nos gustaría que su presidente, Barack Obama, no solo diga que se trató de un "mal procedimiento", sino que reconozca que se trata de algo ilegal. Pero Obama elude una declaración así, porque podría conducir a abrir procesos penales. Nos gustaría al menos un compromiso claro del actual Gobierno de EE.UU. y por ello lucharemos tanto HRW como otras organizaciones civiles.
Wolfgang Büttner es portavoz de la organización no gubernamental Human Rights Watch en Alemania. Desde 1978, esta organización defiende la defensa y protección de los derechos humanos en el mundo.