Se espera que toque tierra en Belice y luego se debilite, dejando una gran cantidad de agua acumulada en varios países que se verán afectados.
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Fuertes vientos y lluvias torrenciales dejó la madrugada de este jueves (04.08.2016) en las costas de Belice el huracán Earl que tocó tierra en el Caribe.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos dijo que Earl alcanzó vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora, lo que lo deja en la categoría I en la escala Saffir-Simpson sobre huracanes.
Los vientos generados por Earl derribaron árboles y palmeras en Roatán y las demás islas de la Bahía. Para enfrentar el fuerza de los vientos y la lluvia, Belice había preparado 20 albergues, la mayoría de ellos en escuelas, distribuidos entre Ciudad de Belice, la isla de San Pedro, Stann Creek y algunos pueblos. Los principales puertos están cerrados y los vuelos del aeropuerto internacional fueron suspendidos a partir del mediodía.
Un avión de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) determinó que Earl se desplaza hacia el oeste a una velocidad de traslación de 22 kilómetros por hora. En su boletín de las 16.00 horas, el centro meteorológico informó que Earl, que fue la quinta tormenta tropical de la temporada, se debilitará cuando su núcleo toque tierra en el país centroamericano, en donde se registrarán grandes acumulaciones de agua.
Su vórtice se ubicaba 240 kilómetros al este de Ciudad de Belice y a 90 kilómetros al noreste de Isla Roatán, en Honduras, donde había unos cinco mil turistas, la mitad de ellos salvadoreños.
El Gobierno de Honduras ha emitido un aviso de huracán para las islas de la bahía, lo que se ha replicado en el norte de Puerto Costa Maya, en México, hasta el suroeste de la frontera con Honduras y Belice.
MN (efe, Reuters)
Huracanes, la violencia de la naturaleza
Las tormentas huracanadas poseen un gran poder destructivo. Esta galería explica cómo se originan.
Imagen: picture-alliance/dpa
Tres nombres, un solo fenómeno
Tifón, ciclón y huracán son tres términos para el mismo fenómeno climático extremo: las tormentas tropicales. En el este y sudeste de Asia se lo llama tifón. En la costa de América del Norte, huracán, y en India y Australia, ciclón. Sin embargo, se origina de la misma manera. Se usa una escala de cinco niveles para clasificar a los huracanes de acuerdo a su intensidad.
Imagen: Reuters
Así nace un huracán
Las tormentas tropicales surgen sobre la superficie del mar, cuando el agua se evapora a, como mínimo, 26 grados Celsius. El vapor se condensa, el aire se calienta y transporta aire más frío consigo hacia arriba. Se forman tormentas con una velocidad de hasta 350 km por hora.
El ojo de la tormenta
Debido a la rotación de la Tierra, el aire caliente comienza a girar alrededor del ojo del huracán, que puede alcanzar hasta 50 kilómetros de diámetro. En su centro, todo es calma y no hay viento ni nubes.
Imagen: picture-alliance/dpa
El ciclón llega a tierra firme
Cuando un ciclón llega a la costa pierde fuerza, ya que no sigue ascendiendo aire caliente. Los peores daños son producidos entonces por las masas de agua que arrastra consigo desde el mar, como aquí, cuando el tifón Nanmadol llegó en agosto de 2011 a China.
Imagen: picture-alliance/dpa
Caos anunciado
Sandy fue uno de los huracanes más violentos que alguna vez se midieron en el Océano Atlántico. Con olas de hasta cuatro metros, incendios y cortes de electricidad, diques rotos y otras catástrofes, Sandy surcó Nueva Jersey y Nueva York a más de 145 kilómetros por hora.
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Las más veloces entre las tormentas
Debido al aire caliente que asciende rápidamente se crea una tromba, característica del tornado. Allí las velocidades del aire son enormes, de hasta 500 km por hora.
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Estela de destrucción
Un tornado puede dejar una estela de destrucción de varios kilómetros a su paso. En el centro y el oeste de EE. UU. se producen cientos de tornados por año. Allí, el aire seco y frío del norte se topa con el aire húmedo y cálido del Golfo de México. En Alemania, los tornados son más comunes en las costas.