Totalmente despejado el camino hacia elecciones alemanas
25 de agosto de 2005El Tribunal Constitucional alemán dio vía libre a las elecciones parlamentarias alemanas. Al rechazar la demanda interpuesta por dos parlamentarios -en el sentido de que el voto de confianza perdido por el canciller Gerhard Schröder, que llevó a la disolución del Bundestag por el presidente Horst Köhler había sido inconstitucional, pues se basaría en un mal uso del artículo 68 de la Carta Magna- no hay nada que se oponga ya a que Alemania concurra a las urnas el 18 de septiembre para elegir un nuevo Parlamento.
El artículo 68
Con el objeto de remediar severas crisis gubernamentales y asegurar la estabilidad del país, el artículo 68 de la Constitución alemana contempla que el Canciller se someta a un voto de confianza del Parlamento. En caso de no obtenerlo, el mandatario puede solicitar al Presidente la disolución del Bundestag. Después de un análisis concienzudo de la constitucionalidad y veracidad de la solicitud, el presidente alemán tiene en su poder el convocar a elecciones anticipadas.
Falta de margen para gobernar
Así fue. El canciller Schröder pidió un voto de confianza, aduciendo que su gobierno disponía de poco margen de maniobra, pues el apoyo a su política estaba erosionado en las propias filas y sus propuestas bloqueadas "destructivamente" por la oposición. El presidente, Horst Köhler, apoyó poco tiempo después apoyó la decisión de Schröder -resaltando la crisis en la que caería el país de no tener asegurada la gobernabilidad y la estabilidad política- y disolvió el Bundestag convocando a elecciones anticipadas.
Los rebeldes
Los parlamentarios Werner Schulz, de los Verdes, y Jelena Hoffmann, de los socialdemócratas, interpusieron demanda ante el Tribunal Constitucional de Karlsruhe -famoso por el probado celo con que guardan el respeto a la Carta Magna- aduciendo inconstitucionalidad: el jefe del Gobierno forzó el artículo 68 del texto constitucional al someterse a un voto de confianza con intención deliberada de perderlo, para precipitar con ello la disolución del Parlamento y el adelanto de los comicios.
Schulz, oriundo de la ex RDA y miembro de diversos grupos de la oposición desde los años 70 hasta su disolución en 1990, cuenta con un largo historial de búsqueda de honestidad política. Su discurso oponiéndose oponiéndose a tomar parte de la votación provocó airadas reacciones entre sus correligionarios.
La decisión de los guardianes de la Constitución
Por siete votos a uno, el veredicto de los magistrados de Karlsruhe declaran plausible la estimación del canciller Schröder en cuanto a la carencia de una mayoría confiable que apoye sus proyectos de reforma. Uno de los objetivos de la Carta Magna es asegurar un gobierno con capacidad de maniobra, y si en el juicio del Canciller ésta no está dada, Schröder no ha actuado en contra de la Constitución. Así el veredicto de los siete; el análisis del octavo no difiere de lo anterior, sólo que requiere prueba de ello.
"No fue una decisión entre la peste y la cólera", expuso el vicepresidente del Tribunal, Winfried Hassemer, sino una decisión y una formulación consciente. Con ello, Karlsruhe dio hoy un espaldarazo a la capacidad de discernimiento de un canciller federal pues se trata, básicamente, de la valoración del mandatario acerca de la gobernabilidad y la estabilidad política del país. Y si el actual canciller opina que ello peligra… la constitucionalidad de las elecciones del 18 septiembre está confirmada.