Un bote con al menos 70 inmigrantes etíopes se hundió en las aguas del Mar Rojo cuando se dirigía a Yemen, pereciendo todos sus pasajeros. La embarcación habría zozobrado debido al mal tiempo, según reportaron las autoridades este domingo (07.12.2014). Los grupos de traficantes de personas suelen utilizar botes que carecen de las más mínimas medidas de seguridad para viajar entre el Cuerno de África y Yemen.

Este último país es visto como un punto de partida para llegar a destinos preciados, como los ricos estados petroleros de la región (Arabia Saudita y Omán entre ellos). Funcionarios de seguridad en la provincia de Taiz dijeron que el pequeño bote se hundió el sábado debido al viento y las malas condiciones del clima cerca del puerto de Al Makha. En marzo, otros 42 inmigrantes habían perdido la vida en un accidente similar.

Según estadísticas del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), desde principios de este año hasta finales de octubre más de 205 inmigrantes africanos murieron ahogados en su intento de llegar a Yemen en barcos sobrecargados. Muchas veces los traficantes de personas no dudan en arrojar a sus pasajeros por la borda para evitar ser detectados o capturados.

Miles de inmigrantes

Los servicios de rescate desplegados en la región para ayudar a eventuales sobrevivientes no encontraron a nadie vivo tras el naufragio, en el que también fallecieron los dos patrones yemeníes de la embarcación. La ruta es utilizada habitualmente por los traficantes para unir África con la península Arábiga. En Yemen actualmente hay casi un millón de inmigrantes que provienen de Somalia y Etiopía, según las autoridades.

El Ministerio yemení de Interior aseguró este domingo mediante un comunicado que los servicios de seguridad identificaron al dueño de la embarcación y que lo están buscando para entregarlo a la justicia. Apuntó además que casi 100.000 personas entran de forma irregular a Yemen a través de sus costas cada año, procedentes de países del Cuerno de África donde la situación política y social obliga a muchos a huir en busca de una mejor vida.

DZC (EFE, Reuters)