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Tras el naufragio en Grecia: más preguntas que respuestas

Florian Schmitz | Max Zander
23 de junio de 2023

Los relatos de los supervivientes del naufragio frente a Kalamata ponen en duda la versión de los guardacostas griegos. Las organizaciones de derechos humanos piden una investigación independiente.

Un almacén utilizado como refugio para albergar a los migrantes rescatados en Kalamata, Grecia.
Tras el naufragio, cientos de personas acudieron a Kalamata en busca de sus familiares y amigos.Imagen: Angelos Tzortzinis/REUTERS

Los alrededores del edificio de la administración portuaria de Kalamata, en el sur de Grecia, han quedado desiertos. Tras el devastador naufragio frente a sus costas hace poco más de una semana, y después de que cientos de personas de varios países europeos acudieran a buscar a sus familiares y amigos, las esperanzas de encontrar a más supervivientes prácticamente se han extinguido. 

Las operaciones de salvamento continúan, y el martes por la noche (20.06.2023), los guardacostas griegos encontraron otros tres cadáveres en el agua. Ya se han recuperado un total de 81 cuerpos, que ahora deben ser identificados. Mientras, algunos de los 104 supervivientes siguen recibiendo atención médica.

Supervivientes tras el alambre de púas

A una media hora al norte de Atenas se encuentra Malakasa 2, un centro de registro e identificación de solicitantes de asilo financiado por la UE y administrado por Grecia. La mayoría de los supervivientes del naufragio están alojados aquí, detrás de una alambrada de púas y tornos automáticos de seguridad. Unos pocos periodistas se agolpan tras un cordón con la esperanza de hablar con los supervivientes.

"Hemos aconsejado a la gente que no hable con los periodistas", se sincera Manos Logothetis, del Ministerio de Migraciones griego. "Esto se hace únicamente para proteger a los refugiados, pero por supuesto la decisión depende de la propia gente". Sobre el terreno, la impresión es diferente. De las pocas y breves conversaciones que DW pudo mantener con refugiados, se desprende que temen que el contacto con periodistas pueda tener un efecto negativo en su procedimiento de asilo.

Un video causa revuelo

Hace unos días empezó a circular por redes sociales un video en el que aparecían dos hombres procedentes de Pakistán mirando a cámara a través de una verja y lanzando graves acusaciones contra la guardia costera griega. Decían que los guardacostas habían intentado remolcar la embarcación, que no era fácil de manejar. Fue entonces cuando se hundió.

Otro superviviente sirio del campo, con el que DW pudo ponerse en contacto por teléfono con la ayuda de un traductor, confirma el relato de los dos paquistaníes: "Nos remolcó otro barco y luego volcamos", dice el hombre en kurdo.

Los guardacostas griegos rechazan las acusaciones. "Quisieron ayudar e intentaron asegurar la embarcación con una cuerda, pero la gente la arrojó al agua", es la versión oficial de los guardacostas. El ministerio de la Marina, del que dependen los guardacostas, ha rechazado una solicitud de entrevista de DW y se remite a sus comunicados de prensa.

Acusaciones contra la guardia costera

El domingo pasado (18.06.2023), la BBC publicó una investigación que planteaba más interrogantes. Utilizando datos de un sitio web que rastrea los movimientos de los buques, los autores del reportaje concluyeron que el barco que transportaba a los refugiados apenas se había movido en las siete horas anteriores a la catástrofe. Sin embargo, los guardacostas griegos declararon que la embarcación había mantenido un rumbo constante hacia Italia. También está la cuestión de por qué no hay documentación en video del incidente, a pesar de que el barco de los guardacostas está equipado con cámaras.

(aa/ers)

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