Las previsiones sobre el futuro del petróleo nunca habían estado tan divididas. Mientras la OPEP proyecta una demanda al alza hasta 2050, la Agencia Internacional de la Energía anticipa un pico alrededor de 2030. Detrás de estas diferencias hay algo más que cálculos técnicos: la política energética de Estados Unidos, el rápido crecimiento de India, la desaceleración de China y el freno de muchos proyectos renovables están moldeando el rumbo del mercado global.

Al mismo tiempo, sectores como la aviación y la petroquímica siguen aumentando su consumo, y los escenarios climáticos son cada vez más inquietantes: la AIE calcula que, si la demanda continúa subiendo, la temperatura media global podría aumentar 2,9 °C para 2100.

¿Hacia dónde se inclinará realmente la demanda mundial? En esta edición de Transformar la Economía analizamos el choque entre intereses, proyecciones y realidades energéticas. ¿Estamos frente al comienzo de una transición… o ante décadas de petróleo por delante?