La jornada de protesta fue organizada a pesar de la reciente promesa del ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, de acabar progresivamente y "lo antes posible" con ese campamento de refugiados.
Publicidad
Una doble "operación caracol" de transportistas y agricultores reclamó este lunes (5.09.2016) en Francia el desmantelamiento completo de la llamada jungla de Calais, campamento donde según cifras oficiales unos 6.900 inmigrantes se agrupan a la espera de poder cruzar al Reino Unido.
Dos bloqueos comenzaron poco después de las 07.30 hora local (05.30 GMT), uno desde Loon Plage y otro desde Boulogne sur Mer, y ambos con destino a Calais, en el norte del país.
La protesta fue organizada contra los efectos económicos de la presión migratoria y las intrusiones de inmigrantes en el puerto, donde es habitual que estos provoquen bloqueos para forzar a los camiones a pararse e intentar entonces esconderse en su interior.
Transportistas, agricultores, comerciantes y empleados del puerto
"Somos transportistas, no traficantes de inmigrantes. Liberemos Calais todos juntos", se podía leer en un cartel colgado en uno de los camiones que se unieron a la marcha en las carreteras locales.
Los agricultores se quejan de que los inmigrantes arrancan árboles de sus plantaciones y los queman o colocan en las carreteras para hacer frenar a los camiones. "La situación aquí es una verdadera olla de presión. Si las autoridades públicas no hacen nada, esto corre el riesgo de acabar en drama", dijo uno de ellos, Xavier Foissey, a la emisora "France Info".
A esta protesta se sumará este mismo lunes una cadena humana compuesta de comerciantes de Calais y de empleados del puerto, que espera reunir a entre 300 y 500 personas.
Pese a promesa de Cazeneuve
En su visita del viernes a la zona, Cazeneuve no fijó un plazo para el desmantelamiento y dijo que sería "por etapas", lo que disgustó a la alcaldía local, que aseguró que se le había prometido que se haría en una sola vez.
La parte sur de la "jungla" fue desmantelada el pasado marzo, y queda pendiente ahora la zona norte. El sindicato mayoritario de la policía, Alliance, advirtió a finales de agosto de que la situación está fuera de control, y que la cifra de inmigrantes se acerca a los 10.000.
Si al campamento de Calais se añade el de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque, y otros en diferentes localidades de la costa, son al menos 12.000 los inmigrantes que esperan en esa parte de Francia poder cruzar ilegalmente al Reino Unido, de acuerdo con "Le Figaro".
RML (efe, afp)
Refugiados en Francia: la "Jungla" de Calais
Aumenta el nerviosismo en el campo de refugiados de Calais. Las autoridades francesas planean construir una "zona tapón" entre el campo de refugiados y el Eurotúnel que conecta el continente con Reino Unido.
Imagen: DW/D. Cupolo
Antes del desalojo
Voluntarios ayudan a los refugiados a transportar sus pertenencias. Anteriormente, las autoridades habían prometido a los migrantes la creación de un espacio para su realojamiento. Mediante esta zona, el Gobierno francés pretende bloquear el acceso al Eurotúnel, a través del cual muchos refugiados viajan a Inglaterra. "Les ayudamos a mantener su dignidad", aclara uno de los voluntarios.
Imagen: DW/D. Cupolo
El mar y las oportunidades
Tiendas de campaña frente a la entrada del Eurotúnel. En este punto muchos refugiados intentan subirse a los camiones que van a Gran Bretaña. Un enorme dispositivo policial vela por evitar que los polizones crucen a través del túnel. El joven sirio Mohammed Schakh enumera las opciones: el plan A, cruzar en un camión. El B, hacerlo en un tren. El C, atravesar el Canal de la Mancha en barco.
Imagen: DW/D. Cupolo
Mudanza urgente
El nuevo campo fue establecido el pasado jueves. Eso sí, no se sabe cuándo serán retirados los antiguos asentamientos. Para los refugiados significa mudarse. Alrededor de un centenar de alojamientos ilegales ya han sido trasladados con la ayuda de voluntarios. Hasta el momento se han construido otros 40 refugios "no oficiales".
Imagen: DW/D. Cupolo
Espacio para nuevas tiendas
Los miembros de la asociación "Care4Calais" limpian la zona de maleza y basura. El objetivo es crear espacio para los refugiados. "Cuando viví en Afganistán fueron muy hospitalarios conmigo. Por eso quiero devolverles algo", explica Ruth Boggiuth, una las voluntarias.
Imagen: DW/D. Cupolo
Esperando a que llegue el día
Entre 1.500 y 4.500 habitantes del campamento improvisado se han visto afectados por el reasentamiento. Algunos siguen esperando. "No pienso desmontar y volver a montar mi tienda en otro lugar", dice Saifullah Barat. Este afgano vive desde hace 4 meses en la "Jungla de Calais". "Si la policía quiere desmontar mi campamento, que lo haga. No voy a hacerles frente".
Imagen: DW/D. Cupolo
¿Huellas dactilares? No, gracias.
Las autoridades han establecido un nuevo campamento en las cercanías de Calais. En el asentamiento levantado con contenedores hay espacio para cerca de 2.000 personas. Muchos de los refugiados, sin embargo, rechazan trasladarse a estos alojamientos temporales ya que, con el fin de identificarles, las autoridades exigen una toma de huellas dactilares.
Imagen: DW/D. Cupolo
Francia: ¿una prisión?
"Vemos cómo nos tratan los franceses", dice el sirio Mohammen Schakh. "Las autoridades nos toman por tontos y creen que vamos a aceptar la toma de huellas dactilares. Esto es parecido a una cárcel. Una vez que entremos aquí, no nos dejarán salir nunca. No quiero vivir nunca en este país".
Imagen: DW/D. Cupolo
Aumenta la violencia
El anuncio del desalojo y el aumento de la presencia policial ha provocado un aumento de la violencia en la "Jungla de Calais", informa Médicos sin Fronteras. Las lesiones provocadas por los enfrentamientos entre los propios habitantes del campamento, o entre los refugiados y la policía han propiciado un aumento de la presencia de los integrantes de esta ONG.
Imagen: DW/D. Cupolo
Nuevos asentamientos en otros lugares
"Los habitantes del campo creen que Francia pretende reducir el campamento progresivamente", explica Maud Le Quintrec, de Médicos sin Froteras. "Por eso muchos refugiados han decidido levantar nuevos campamentos ilegales. De hecho, 120 habitantes de 'la Jungla' se han ido a Bélgica". Así, explica Le Quintrec, lo único que consiguen las autoridades es trasladar el problema. (18.01.2016)