Tras 44 años, ETA reconoce un atentado con 13 muertos
6 de noviembre de 2018
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La organización separatista vasca ETA, disuelta el pasado mayo, reconoció este martes (06.11.2018) uno de los atentados más sangrientos de su historia tras negarlo durante cuatro décadas: la explosión de una bomba en una cafetería de Madrid que dejó 13 muertos en 1974.
En su último "Zutabe", una suerte de boletín interno del grupo, éste reconoce hacer matado a 758 personas, varias decenas menos que las que le atribuyen las autoridades españolas y las asociaciones de víctimas del terrorismo, así como la organización y ejecución de 2.604 acciones armadas.
El documento está fechado un mes antes de la disolución de ETA y fue difundido este mismo martes por el diario vasco Gara, de perfil independentista. Además del atentado de la calle Correo, como se conoce el que terminó con la vida de 13 personas en 1974 en pleno centro de la capital española, el grupo independentista vasco reconoce también por primera vez la muerte de tres personas en Tolosa en 1981, que fueron confundidas con policías, según argumenta.
En su boletín también califica el famoso atentado de Hipercor, que mató a 21 personas en un centro comercial de Barcelona, como el "mayor error y desgracia" de su historia, aunque argumenta que "los responsables policiales y gubernamentales tomaron la decisión de no desalojar el edificio" tras el aviso de bomba.
ETA asumió que cometió 365 atentados contra la Guardia Civil y mató a 186 efectivos; que en 215 acciones contra cuerpos policiales españoles murieron 139 agentes, y que en 147 acciones contra el Ejército español fallecieron 101 militares.
El grupo separatista vasco, nacido en los años 60, anunció el cese definitivo de la violencia en octubre de 2011 y, tras varios intentos frustrados de negociar una solución pactada con el Estado español a la situación de sus presos, se disolvió el pasado mes de mayo.
Las autoridades españolas y las víctimas llevan años pidiendo a la banda que ayude a esclarecer los asesinatos que continúan impunes. (dpa)
ETA: dolorosas huellas en la sociedad española
La historia de ETA se inició durante el franquismo y perdura bien entrado el siglo XXI. Su trayectoria está marcada por los asesinatos y los secuestros, pero hubo momentos que dejaron una huella especialmente profunda.
Imagen: picture-alliance/dpa/epa/J. Diges
ETA comunica su disolución
La organización terrorista vasca ETA anunció su disolución en una carta fechada el 16 de abril y enviada a varias instituciones el 2 de mayo. En ella comunicó su decisión de "dar por terminados su ciclo histórico y su función, dando fin a su recorrido", y añadió que ha "disuelto completamente todas sus estructuras".
Imagen: picture-alliance/dpa/epa/J. Diges
Golpe de efecto
ETA nació a finales de la década de los 50 y dejó víctimas mortales en los 60. Pero su gran golpe de efecto tuvo lugar el 20 de diciembre de 1973. En un espectacular atentado en la calle Claudio Coello de Madrid, la banda hizo saltar por los aires el auto del almirante Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno de España durante la dictadura franquista.
Imagen: picture-alliance/dpa
Atentado contra Hipercor
El 19 de junio de 1987 un potente explosivo en un centro comercial de la empresa Hipercor en Barcelona causó la muerte de 21 personas e hirió a 45. ETA avisó del atentado, pero eso no evitó la tragedia. La explosión voló por los aires la primera planta del garaje e hizo un agujero en el suelo del local, por donde entró una bola de fuego que abrasó a las personas que encontró a su paso.
Imagen: picture alliance/dpa
Niña y víctima
El 17 de octubre de 1991, la pequeña de 12 años Irene Villa sufrió un grave atentado al estallar una bomba adosada al vehículo en el que viajaba, camino del colegio, con su madre. Irene perdió las piernas y tres dedos de una mano. Su madre, que conducía el auto, perdió una pierna y un brazo. Al parecer, ETA pretendía causar la muerte de un inspector de policía pareja de la madre de Irene Villa.
Imagen: Reuters/P. Sanchez
El secuestro más largo
El 17 de enero de 1996, el funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara fue secuestrado en el garaje de su casa. ETA exigió para su liberación el traslado de los presos de la organización a cárceles vascas. El 1 de julio de 1997 la Guardia Civil lo localizó en un zulo después de pasar 532 días encerrado en él. En la misma operación policial fueron detenidos sus cuatro secuestradores.
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Punto de inflexión
El secuestro y posterior asesinato el 12 de julio de 1997 de Miguel Ángel Blanco, diputado del PP en una localidad del País Vasco, conmocionó a la opinión pública. La banda dio un ultimátum de 48 horas al Gobierno para que cediera en su política de dispersión de presos. Al no lograrlo, mataron a su víctima.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. J. Guill
Revienta la tregua
El 30 de diciembre de 2006, en el aeropuerto de Madrid Barajas, ETA puso una bomba que mató a dos ecuatorianos que descansaban en el aparcadero de la terminal. En la imagen, los etarras Igor Portu y Mattin Sarasola, durante el juicio por este atentado, que rompió la tregua negociadora del Gobierno de Rodríguez Zapatero con la organización.
Imagen: picture alliance/dpa/S. Barrenechea
Fin de la actividad armada
ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada el 20 de octubre de 2011. En el comunicado, ETA afirmó un "compromiso claro, firme y definitivo" de "superar la confrontación armada", al tiempo que pidió a los Gobiernos español y francés un "diálogo directo" para lograr una "solución" a las "consecuencias del conflicto".
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Entrega simbólica de armas
En un acto que tuvo lugar en abril de 2017, ETA escenificó un polémico desarme no reconocido por Madrid en la ciudad francesa de Bayona. ETA facilitó a las autoridades francesas una lista de ocho depósitos en los que escondía sus armas. La entrega tuvo lugar bajo la supervisión de la llamada Comisión Internacional de Verificación, creada en 2011 con motivo del cese de su actividad armada.
Imagen: Getty Images/AFP/I. Gaizka
Petición de perdón... a medias
El 20 de abril de 2018, ETA asumió su "responsabilidad directa" en el "sufrimiento desmedido" que ha padecido la sociedad vasca en un comunicado. El texto ha merecido críticas casi unánimes, porque se pide perdón solo a las víctimas "que no tenían participación directa en el conflicto". Respecto al resto, ETA muestra "respeto" y asegura que "siente de veras" el dolor ocasionado.
Imagen: Reuters/V. West
Las cifras de las víctimas
"El daño causado" del que habla ETA en el comunicado en el que reconoce su responsabilidad y dice sentirlo "de veras" por las víctimas asciende a 7.265 personas, entre muertos y heridos, según fuentes del Ministerio del Interior, cuyas cifras oficiales citan 864 personas asesinadas, casi un 40 por ciento civiles. La gran mayoría de sus víctimas se produjo en democracia.