Tras cinco años de acuerdo climático, ¿qué ha cambiado?
Martin Kuebler
11 de diciembre de 2020
Cinco años después de que los líderes mundiales acordaron en París un plan histórico para limitar el calentamiento global y emprender un camino hacia un futuro con cero emisiones, estas siguen aumentando.
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Lograr que 195 países aprobaran un plan común para abordar el cambio climático no fue tarea fácil en 2015. El acuerdo final fue un gran paso para limitar el calentamiento global a menos de 2 grados celsius. "Fue un momento verdaderamente transformador y alegre. La gente literalmente lloraba de alegría en los pasillos, gente de todo el mundo abrazándose", dice Rachel Cleetus, directora de políticas para el clima y energía de la Union of Concerned Scientists, con sede en EE. UU., quien estaba entonces en París. "Todos reconocieron que los países pueden en verdad superar sus estrechos intereses personales y trabajar por el bien común mundial", afirma.
Y llegó la pandemia y torció los planes
Cinco años después, las esperanzas estaban depositadas en la conferencia climática de 2020 en Glasgow, con el fin de impulsar los objetivos del Acuerdo de París y ayudar a los países a adoptar estrategias de cero emisiones netas. Según Antonio Guterres, el secretario general de la ONU, el 2020 iba a ser "un año fundamental por la manera de abordar el cambio climático".
Pero la pandemia mundial de COVID-19 destrozó todos los planes. La cumbre en Glasgow fue cancelada y reemplazada por un evento virtual. Las prioridades también cambiaron, ya que los países luchan por volver a estabilizar sus economías. Y, entre tanto, las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando, incluso a pesar de una ligera caída durante la desaceleración por el coronavirus a principios de este año.
"En 2015 había muchas esperanzas de que este fuera un verdadero punto de inflexión, pero ciertamente no hemos logrado reducir drásticamente la curva de emisiones globales", lamenta Cleetus. "Y, mientras tanto, estamos viendo cómo los impactos climáticos tienen lugar a nuestro alrededor de manera aterradora", asegura.
Según el Índice del Cambio Climático más reciente, que evalúa la labor de protección climática de los 57 países responsables del 90% de las emisiones de CO2 del mundo, junto con la UE, no hay ningún país que esté haciendo lo suficiente para mantener bajo control el peligroso calentamiento global. Y de acuerdo al Informe sobre la Brecha de Emisiones, publicado esta semana por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el mundo está en camino de ver que las temperaturas promedio globales aumentarán por encima de los 3 grados celsius para 2100.
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Cambio climático, "prioridad en la agenda global”
"Estamos en un punto en el que el cambio climático es ahora definitivamente una prioridad de primer nivel en la agenda global", asegura Cleetus. "Ahora se ve como una amenaza económica, además de ser una amenaza para el planeta y los ecosistemas", matiza.
Más de 110 países se han comprometido a realizar una transición hacia una economía de cero emisiones para mediados de este siglo, incluidos los principales emisores, como la Unión Europea, Japón, Corea del Sur y el Reino Unido. China, el principal contaminador del mundo, se ha comprometido a alcanzar dicho objetivo en 2060, mientras que Estados Unidos, bajo la futura administración de Biden, volverá a formar parte del Pacto de París y planea su economía de cero emisiones para 2050.
Una gran injusticia
Pero tanto Cleetus como Damon Jones, del instituto Climate Analytics de Colonia, enfatizaron que la comunidad internacional aún tiene un largo camino por recorrer para luchar contra los devastadores efectos del cambio climático.
"La realidad es que estos impactos (negativos) están empeorando día a día, y Estados Unidos y otros países ricos se han negado a reconocer la pérdida y el daño que están infligiendo al resto del mundo", critica Cleetus. "Esta sigue siendo una de las mayores injusticias en las negociaciones globales que aún no se ha abordado adecuadamente", resume.
A finales de 2019, antes de la conferencia climática de la ONU en Madrid, más de 150 organizaciones no gubernamentales firmaron una carta abierta pidiendo más apoyo para los sobrevivientes de desastres climáticos.
Más movimientos a favor de la protección climática
Los países y las comunidades, que tienen problemas con la adaptación climática, han visto cómo grupos de defensa internacionales, como Extinction Rebellion y Fridays for Future (FFF), los apoyan. Dichos movimientos, liderados por una generación de jóvenes políticamente comprometidos y que serán los más afectados por el cambio climático, se han convertido en los mensajeros de los objetivos de París.
"El Acuerdo de París fue en realidad una de las primeras veces que vimos que el movimiento climático global realmente muestra su poder", dice Cleetus.
(rmr/ers)
Cómo combaten las ciudades el cambio climático
Se espera que el número de habitantes en los grandes centros urbanos se dispare en los próximos años. Eso obliga a las grandes urbes a ser creativas en política medioambiental.
Las ciudades son responsable de dos tercios del consumo energético mundial y del 70 % de las emisiones de carbono. También acogen a más de la mitad de la población del planeta. Dado que se espera que la población urbana siga creciendo, será crucial la manera en la que estos centros gestionen el agua, la contaminación, los residuos, el transporte y la energía en la lucha contra el cambio climático.
Imagen: Getty Images/AFP/T. Aljibe
Copenhague: comprometidos con la neutralidad climática
Copenhague aspira a convertise en la primera ciudad neutra en carbono para el año 2025. Para ello, la capital danesa quiere que el 75% de los trayectos se hagan a pie, en bicicleta o en transporte público. Por eso ha aumentado el precio del aparcamiento de autos e invertido en cientos de kilómetros de carriles bici.
Imagen: Alexander Demianchuk/TASS/dpa/picture-alliance
Bogotá: movilidad para millones
El sistema de autobuses de tránsito rápido de la capital colombiana ha reducido las emisiones de CO2 y mejorado la calidad del aire desde que fue introducido en el año 2000. TransMilenio transporta a 2,4 millones de pasajeros al día y cubre el 85 % de la ciudad. El Gobierno también prevé abrir un metro para el año 2022.
Imagen: Transmilenio Colombia
Johannesburgo: agricultura en la ciudad
África tiene el mayor crecimiento urbano del mundo, además de problemas relacioados con el clima como la inseguridad alimentaria o el acceso al agua. En la capital de Sudáfrica, mucha gente ha empezado a cultivar alimentos para alimentar a sus comunidades. Según las autoridades locales, hay 300 granjas de este tipo en tejados, patios y solares vacíos.
Imagen: Guillem Sartorio/Getty Images
Singapur: espacios verdes
Además de proveer alimentos, los jardines pueden ayudar a enfriar las ciudades,absorber CO2 y prevenir las inundaciones. Singapur, un centro mundial de negocios, es conocida por su impresionante red de zonas verdes y parques. Todos los edificios de nueva construcción tienen que tener algún tipo de vegetación, por ejemplo jardines colgantes o un techo verde.
Imagen: picture-alliance/robertharding/B. Morandi
Oslo: enfocados en la calidad del aire
La capital de Noruega quiere abordar el problema de la contaminación del aire haciendo que todos los autos sean de cero emisiones para 2030. La ciudad de 190.000 habitantes ya tiene el mayor número de vehículos eléctricos per cápita del mundo. Durante los períodos de alta contaminación atmosférica, las autoridades locales prohíben temporalmente la circulación de vehículos de diésel por el centro.
Imagen: DW/L.Bevanger
Seúl: reciclar los desechos
Seúl ha logrado reducir su basura drásticamente desde los noventa gracias a la introducción de un sistema de pago por residuos. La capital surcoreana, densamente poblada, recicla el 95 % de sus desechos alimentarios gracias a estas máquinas de la imagen. Los desechos alimentarios se convierte luego en compost, comida para animales o biocombustibles.
Imagen: CC BY 2.0 kr
Róterdam: cómo afrontar el aumento del nivel del mar
Róterdam está por debajo del nivel del mar, con lo que es especialmente vulnerable al cambio climático. Para protegerse de las inundaciones, este puerto holandés ha construido jardines en los tejados para absorber la escorrentía, plazas que capturas el agua de lluvia y aparcamientos que pueden funcionar como depósitos. Y también está diseñando estructuras flotantes, como la granja de la imagen.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Corder
Reikiavik: 100 % de energía renovable
Islandia puede producir energía renovable muy barata gracias a sus recursos hidro y geotermales. Su capital, Reikiavik, fue la primera ciudad europea en depender exclusivamente de energía limpia para la electricidad, además de para calentar sus casas y las piscinas. Aunque los combustiblesse siguen utilizando para el transporte y la pesca, la urbe pretende prescindir de ellos para 2040.
Imagen: picture-alliance/U. Bernhart
Vancouver: construir, pero en modo verde
Los edificios son una de las mayores fuentes de emisiones contaminantes por la energía que consumen para la luz y la regulación de la temperatura. La ciudad canadiense de Vancouver pretende que todos sus edificios de nueva construcción sean neutros en carbono para 2030 y hacer lo mismo con los antiguos para 2050.