Tras cinco años, sonda Juno llega a la órbita de Júpiter
5 de julio de 2016
La misión de la NASA busca desentrañar los misterios del gigante gaseoso y descubrir más sobre el origen del Sistema Solar.
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“Esta es la hazaña más difícil que ha conseguido jamás la NASA”. Con esas palabras describió Scott Bolton, el principal investigador de la misión Juno, la importancia de lo conseguido la noche de este lunes (04.07.2016), cuando la sonda ingresó a la órbita de Júpiter, después de cinco años de viaje por el espacio impulsada solamente con energía solar. Se convirtió, además, en el vehículo que más se aproxima al gigantesco planeta gaseoso.
El objetivo de la misión, que comenzó en agosto de 2011 en Florida, Estados Unidos, es descifrar los enigmas del quinto planeta del Sistema Solar, que es tan grande que en él podría caber la Tierra más de mil veces. La nave, no tripulada y del tamaño de una cancha de baloncesto, ya hizo historia en enero al convertirse en la sonda impulsada por energía solar en llegar más lejos en el espacio, a alrededor de 793 millones de kilómetros del Sol.
Juno, que entre otras virtudes consiguió operar en el corazón de los cinturones de radiación de Júpiter, debía estar ubicada en un punto exacto, encender su motor en el momento preciso y mantenerlo funcionando durante 35 minutos para convertirse en la segunda sonda espacial que orbita en torno a Júpiter. Si algo salía mal en cualquiera de esos pasos, la nave habría pasado de largo, incapaz de completar su misión de 1.000 millones de dólares.
Canto perfecto
Una vez que comience su misión científica de 20 meses, Juno volará en órbitas en forma de huevo para captar imágenes a través de las gruesas nubes del planeta, mapear su colosal campo magnético e investigar su aplastante atmósfera en busca de evidencia de una núcleo interno denso. Está previsto por los expertos de la NASA que en febrero de 2018 la nave choque intencionalmente con la atmósfera del planeta y se destruya.
Los controladores de la Nasa y de Lockheed Martin rompieron en aplausos cuando Juno fue capturada por la gravedad del planeta. “Juno, bienvenida a Júpiter”, dijo Jennifer Delavan, de Lockheed Martin. “Juno nos cantó y fue el sonido de la perfección”, añadió Rick Nybakken, jefe de proyectos. Este es el trabajo científico más ambicioso en Júpiter desde que la nave Galileo entró en su órbita en 1995 y permaneció allí ocho años.
DZC (EFE, Reuters, AP)
Agua en estado líquido en Marte
A partir de datos recabados en 2018 por una sonda de la ESA, científicos deducen la posible existencia de agua en estado líquido debajo del hielo en Marte. En temporada de calor, fluye por las laderas de las montañas.
Imagen: imago/United Archives
Debajo de la superficie hay un lago
Esta ilustración muestra cómo la sonda ESA Mars Express descubrió agua líquida debajo de una superficie cubierta de hielo, con la ayuda de un sensor de radar especial. Debido a que hace mucho frío en este punto de Marte, el agua debe ser extremadamente salada. De lo contrario, no sería líquida, y el radar no la habría detectado.
En 2015, científicos estadounidenses descubrieron por primera vez pruebas de agua líquida en Marte. En las temporadas más calurosas del año, el agua probablemente se precipita por las laderas montañosas de Marte, dejando estrías o grietas en la superficie rocosa, que fueron analizadas por los investigadores de la NASA.
Imagen: NASA/JPL/University of Arizona
Masas de sales
Las estrías en las laderas montañosas miden más de cinco metros de ancho y más de cien metros de largo, como se puede apreciar en esta imagen del cráter Horowitz. No obstante, esta agua no es potable, ya que contiene una gran cantidad de sales, como, por ejemplo, perclorato de magnesio. En realidad se trata más bien de masas saladas con agua que se precipitan por la ladera.
Imagen: NASA/JPL/University of Arizona
Agua líquida, pese a bajas temperaturas
Las sales reducen el punto de congelación del agua. Como resultado, esta permanece líquida en Marte, donde se registran temperaturas menores a cero grados centígrados. Sin embargo, las estrías solo se forman en el verano marciano. En los tiempos más fríos del invierno, el agua aparentemente sí se congela.
Imagen: NASA/JPL/University of Arizona
A vista de pájaro
Científicos estadounidenses han analizado imágenes y datos de la sonda de la NASA “Órbita de Reconocimiento de Marte”. Desde hace tiempo ya se tenía conocimiento de las grietas en las colinas. Ahora los investigadores las han podido examinar por primera vez con un instrumento de medición especial. Las sales se descubrieron desde el aire, a una altura de 300 km.
Imagen: ESA
Un océano en Marte
Desde hace mucho tiempo los científicos creen en la existencia de agua en Marte. Antaño, grandes superficies del Planeta Rojo estuvieron cubiertas por agua. Incluso había un gran océano. Sin embargo, la mayor parte del líquido se evaporó hacia el universo.
Imagen: NASA/GSFC
En busca de agua
Asimismo, vehículos exploradores como "Curiosity" buscan agua en Marte, y, con ello, también esperan hallar señales de vida. Sin embargo, los científicos estadounidenses suponen que el agua en las colinas es demasiado salada como para contener organismos vivos. Al menos, organismos con una vida tal como nosotros la conocemos.
Imagen: NASA/JPL-Caltech/Malin Space Science Systems
Vida en Marte
Pero, ¿quién sabe? De por sí, las formas de vida en Marte probablemente sean completamente diferentes a las de la Tierra. Pero si existen comunidades microbianas tolerantes a la sal en el Planeta Azul, ¿por qué no podrían existir también en las laderas montañosas de Marte?