La gente se manifiesta en las calles del mundo islámico y sus gobernantes critican al presidente Donald Trump. En los territorios palestinos ya se contabilizan los primeros heridos. La violencia podría aumentar.
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En Bagdad citaron al embajador estadounidense. En Ankara, los seguidores de Erdogan vociferan "abajo Israel”. En Kuala Lumpur, su primer ministro, Najib Razak, hizo un llamamiento a todos los musulmanes del mundo a oponer resistencia contra Trump. En todas las partes del mundo musulmán, también en los casi 8.000 kilómetros al este de la Ciudad Santa, las protestas contra el reconocimiento de Jerusalén como capital israelí por parte de Estados Unidos se pueden oír bien alto. "Como musulmanes no podemos aceptarlo”, dijo Najib Razak ante los seguidores de su partido gubernamental malasio.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, habló de un "anillo de fuego”, en el que Trump introducirá al mundo y en especial a Oriente Próximo. El presidente de Estados Unidos pisotea el Derecho Internacional, según Erdogan. El presidente turco es por turno el presidente de la Organización para la Cooperación Islámica, formada por 57 países. Erdogan convocó una cumbre extraordinaria en Estambul para el próximo miércoles (13.7.2017), donde se tratará la crisis de Jerusalén.
En otros países de mayoría islámica, los líderes religiosos y jefes de Gobierno se expresaron de manera similar. El presidente afgano, Ashraf Ghani, se mostró "muy intranquilo”. El paso dado por Trump hiere los sentimientos del mundo islámico. En Irak, el gran ayatolá Ali Al-Sistani, líder espiritual de los chiítas, tildó la decisión de Trump de condenable: "Ha herido los sentimientos de cientos de millones de árabes y musulmanes”.
Al Aqsa en la calles de Túnez
Según los datos aportados por agencias informativas, este jueves (7.12.2017) solo se han manifestado cientos de personas en las grandes ciudades del mundo árabe contra la decisión de Trump, como en Túnez, donde la gente mostraba fotos de la mezquita Al Aqsa en Jerusalén, la tercera ciudad santa del islam. También sucedió así en Islamabad, Pakistán, o en Amán, Jordania, y en Bagadad, Irak. Grupos radicales y organizaciones terroristas, como la milicia de Al Shabab en Somalia, llamaron a usar la violencia contra Israel.
En Jerusalén Este y en los restantes territorios palestinos, las tiendas, escuelas y bancos permanecieron cerrados este jueves. En las grandes ciudades de West Bank y Gaza hubo enfrentamientos entre los manifestantes y los soldados israelíes.
Cansados tras 50 años de ocupación
Bettina Marx, coordinadora de la Fundación Heinrich Böll en Ramala, comenta que muchas personas secundaron las manifestaciones en el centro de la ciudad. No cree que vaya a haber una especie de sublevación contra la ocupación israelí. "La mayoría de la gente está muy cansada tras 50 años de ocupación y muchos, muchos intentos de solucionar el conflicto con o sin violencia”, explica Marx. "La gente acude a manifestarse, pero dudo que se vaya a convertir en una intifada que dure muchas semanas, meses o incluso años”.
Los palestinos se sienten decepcionados con las muestras de solidaridad del mundo islámico, cree Marx. "Esa decepción va dirigida sobre todo a Arabia Saudí, que muchos consideran una especie de cómplice de Trump”, aclara Marx. Muchos palestinos han valorado negativamente que Arabia Saudí tenga interés en normalizar las relaciones con Israel.
¿Qué pasará este viernes tras las oraciones?
Marx cree que las protestas tendrán su punto álgido mañana viernes (8.12.2017). "No descarto que tras las oraciones se produzca más violencia. Sobre todo si hay gente joven frustrada y enfurecida por la decisión”, dice Marx. El líder de Hamás, Ismail Haniyya, llamó al "Día de la ira” el 8 de diciembre. Los palestinos tendrían que llevar la resistencia en el corazón contra el "enemigo sionista”, clamó Haniyya en Gaza. Si fuese por el líder del grupo radical islamista, la tercera Intifada de los palestinos contra Israel comenzaría mañana mismo.
Peter Hille (RMR/ELM)
La historia de Jerusalén en imágenes
Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo y una de las más disputadas hasta el día de hoy. Judíos, musulmanes y cristianos la consideran una ciudad sagrada.
Imagen: Getty Images/AFP/T. Coex
Jerusalén, la ciudad de David
De acuerdo con el Antiguo Testamento, el rey David conquistó Jerusalén en torno al año 1000 a.C. Trasladó allí su sede de gobierno, convirtiendo a Jerusalén en la capital y centro religioso de su reino. Salomón, hijo de David, construyó según la Biblia el primer templo para Yahvé, el Dios de Israel, y Jerusalén pasó a ser el centro del judaísmo.
Imagen: picture-alliance/ZUMAPRESS.com
Dominio persa
El rey babilonio Nabucodonosor II conquistó Jerusalén en el año 597 y en el 586 antes de Cristo, según la Biblia. Tomó prisionero al rey Joaquín y a la clase alta judía, los llevó a Babilonia y destruyó el templo. Más adelante, el rey persa Ciro conquistó a su vez Babilonia, tras lo cual autorizó a los hebreos a regresar a Jerusalén y reconstruir el templo.
Jerusalén cayó bajo dominio del Imperio Romano. Pero en la población se fue formando la resistencia y en el año 66 d.C. estalló la guerra judeo-romana. Terminó cuatro años más tarde con una victoria romana y la nueva destrucción del Templo de Jerusalén. Roma y Bizancio dominaron cerca de 600 años Palestina.
Imagen: Historical Picture Archive/COR
Conquista árabe
Por orden del califa Omar, en el año 637 Jerusalén fue sitiada y tomada. En la era de dominio musulmán que se inició entonces, la ciudad fue sitiada en múltiples ocasiones y cambió varias veces de gobernantes.
Imagen: Selva/Leemage
La época de las cruzadas
El mundo cristiano se sintió cada vez más amenazados por los selyúcidas musulmanes que dominaron a partir de 1070. El Papa Urbano II llamó finalmente a emprender una cruzada. En 200 años, los europeos llevaron a cabo cinco cruzadas para conquistar Jerusalén. Por momentos lo consiguieron. Pero en 1244 los cruzados perdieron definitivamente la ciudad, que volvió a caer en manos musulmanas.
Imagen: picture-alliance/akg-images
Otomanos y británicos
Tras la conquista otomana de Egipto y Arabia, Jerusalén se convirtió en 1535 en sede administrativa de un distrito otomano. Las primeras décadas de dominio turco brindaron a la ciudad un considerable auge. En 1917, con el triunfo de Gran Bretaña sobre las tropas turcas, Palestina quedó bajo control británico. Jerusalén pasó sin resistencia a manos británicas.
Imagen: Gemeinfrei
La ciudad dividida
Después de la II Guerra Mundial, los británicos entregaron su mandato sobre Palestina. La ONU se pronunció por una partición del territorio, para crear una patria para los sobrevivientes del Holocausto. Algunos Estados árabes emprendieron una guerra contra Israel y conquistaron parte de Jerusalén. Hasta 1967, la ciudad estuvo dividida en una parte occidental israelí, y una parte oriental jordana.
Imagen: Gemeinfrei
Jerusalén oriental vuelve a Israel
En 1967, Israel libra la Guerra de los Seis Días contra Egipto, Jordania y Siria. Conquista el Sinaí, la Franja de Gaza, la Cisjordania, los Altos del Golán y Jerusalén Oriental. Paracaidistas israelíes se abren paso hasta el casco antiguo y llegan al Muro de los Lamentos por primera vez desde 1949. Oficialmente Jerusalén Oriental no es anexada, sino integrada administrativamente.
Desde entonces, Israel no niega a los musulmanes el acceso a sus lugares sagrados. El Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas está bajo administración autónoma musulmana.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Gharabli
Pugna no resuelta
Jerusalén constituye hasta hoy un obstáculo en el camino hacia la paz entre israelíes y palestinos. En 1980, Israel declaró a la ciudad como su "capital eterna e indivisible". Jordania renunció en 1988 a sus pretenciones sobre la la Cisjordania y Jerusalén Oriental, en favor de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Los palestinos conciben a Jerusalén oriental como su capital.