Tras domingo de protestas en Sudán: al menos siete muertos
1 de julio de 2019
La oposición acusa a los militares de reprimir con sangre las más importantes manifestaciones desde la dispersión sangrienta de una sentada frente al Cuartel general del ejército en Jartum, el pasado 3 de junio.
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El Comité Central de Médicos, que agrupa a sindicatos opositores del sector en Sudán, cifró en diez las personas que perdieron la vida en las manifestaciones multitudinarias que tuvieron lugar este domingo (1.07.2019), en varias ciudades del país, para exigir al Ejército que entregue el poder a una autoridad civil.
Un miembro del Comité, Salim Omran, dijo que diez personas fallecieron, nueve de ellas en la ciudad de Umm Durman, ubicada junto a la capital, y otra en la ciudad de Atbara, en el norte de Sudán.
Omran detalló que los cuerpos de tres de las víctimas fueron encontrados hoy cerca del hospital militar de Umm Durman y que estos murieron por disparos "a corta distancia en la cabeza y en el pecho" y fueron asesinados "a sangre fría".
Una muchedumbre se congregó junto a las víctimas y comenzó a gritar "abajo, abajo" los militares, consigna utilizada desde diciembre para reclamar la salida de Bashir y ahora del Consejo militar. Pero fueron rápidamente dispersados por la policía que disparó gases lacrimógenos, según un corresponsal de la agencia francesa de prensa Afp.
Por su parte, la Policía de Umm Durman informó en un comunicado que recibió la denuncia del hallazgo de los tres cadáveres en una zona de la urbe situada al norte del hospital militar y al oeste de la sede del Parlamento sudanés.
Las fuerzas de seguridad trasladaron los cuerpos a la morgue del hospital universitario de Umm Durman y, según el comunicado, se determinó que fueron víctimas de un "asesinato" perpetrado por desconocidos.
La versión de la oposición vs. la de los militares
La oposición acusa a los generales en el poder de reprimir con sangre las masivas manifestaciones de este domingo, las más importantes desde la dispersión sangrienta el 3 de junio de una sentada frente al Cuartel general del ejército en Jartum, que causó decenas de muertos y provocó reacciones internacionales..
Por su parte, el consejo militar de transición, que lleva las riendas del país desde la destitución en abril del presidente Omar al Bashir, responsabiliza de la violencia al principal movimiento de protestas.
El vicepresidente de la junta militar sudanesa, general Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como "Hemedti", acusó a "infiltrados" de apostarse como "francotiradores" y de disparar al menos a cinco manifestantes y tres miembros de las fuerzas de seguridad cerca del hospital militar de Umm Durman.
También la Policía de Jartum afirmó en un comunicado que algunos "desconocidos" abrieron fuego contra los manifestantes cerca del hospital de Umm Durman e hirieron a tres de ellos, además de a tres miembros de las Fuerzas de Apoyo Rápido, que lidera Hemedti.
El Ministerio de Sanidad sudanés cifró en siete los fallecidos en las manifestaciones, en las que también se registraron 181 heridos en todo el país, que fue escenario de amplias protestas pacíficas en su mayoría.
Marchas "del millón"
Las Fuerzas de la Libertad y el Cambio, principal coalición opositora, habían convocado este domingo las marchas denominadas "del millón" para reunir a un gran número de personas y presionar a los generales para que entreguen el poder a una autoridad civil "sin condiciones previas ni dilaciones".
La tensión permaneció elevada en las calles debido al fuerte despliegue policial y a la presencia de las FAR, que han sido acusadas de llevar a cabo el desalojo violento del campamento de protesta en Jartum el pasado 3 de junio, cuando murieron decenas de manifestantes.
La amplitud de la movilización es una apuesta ganada por los organizadores, quienes demuestran que conservan intacta su capacidad de movilización pese al importante despliegue de seguridad y al bloqueo de internet impuesto desde hace cerca de un mes.
Las muertes del domingo llevan a al menos 133 el número de víctimas fatales desde la dispersión sangrienta de la sentada el 3 de junio.
rml (afp, efe)
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Lucha de poder en Sudán: el pueblo contra los militares
Desde el violento desalojo de un campamento de protesta en Jartum, las tensiones entre la oposición y los militares han aumentado enormemente. Documentamos esa lucha de poder en esta galería de imágenes.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Shazly
Protesta
Durante varias semanas, miles de manifestantes se instalaron frente al Ministerio de Defensa de Sudán para solicitar la creación de un Consejo de Transición que dejara en manos de los civiles el control del gobierno. Sin embargo, a comienzos de junio los militares, que habían estado negociando con la oposición, atacaron a los civiles, causando la muerte de decenas de personas.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Shazly
En nombre de la nación
Un manifestante ondea la bandera de Sudán cerca de los cuarteles generales del Ejército. La enseña patria representa las exigencias de la sociedad civil, que busca participar en la construcción del futuro del país por medio de un trabajo mancomunado con los militares. Si eso resultara, sería un enorme paso hacia la democratización de Sudán.
Imagen: Reuters
Señales de alerta
En los días previos a la masacre del 3 de junio de 2019, las fuerzas armadas reforzaron su presencia en las calles. A los ojos de muchos opositores, la señal de que el Ejército no dejaría el poder tan fácilmente empezaba a ser evidente. Precisamente lo que no querían los miles de sudaneses que salieron a las calles para sacar al dictador Omar al-Baschir.
Imagen: Getty Images/AFP
El fin de una era
Desde 1993 hasta su caída en abril de 2019, Omar al Bashir dirigió a Sudán con mano dura. Actuó con especial fiereza contra sus opositores. Para mantenerse en el mando, disolvió el Parlamento en 1999. Incluso en esos años dio refugio al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden. Pero su nombre está vinculado especialmente a la guerra contra los separatistas de la provincia de Darfur.
Imagen: Reuters/M. Nureldin Abdallah
Tragedia nacional
Durante muchos años, los ciudadanos de Sudán del Sur exigieron mayor autonomía. Las tensiones llevaron en 2003 a un conflicto armado sumamente cruento. Según estimaciones de la ONU murieron hasta 300.000 personas. Como consecuencia de la guerra, en 2011 Sudán del Sur obtuvo su independencia. Para el norte fue una enorme pérdida, porque las reservas de petróleo se hallan en el sur.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Morrison
El dictador ante la corte
Muchos sudaneses esperaron durante largo tiempo ver al dictador ante la Justicia. De hecho, Omar al-Bashir se presentó el 16 de junio en un juicio abierto en su contra. Está acusado de corrupción y posesión ilegal de divisas extranjeras. Después de su caída, las fuerzas de seguridad encontraron en su casa más de 100 millones de dólares en bolsas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Hjaj
La voz de las mujeres
Muchas mujeres también han participado en las protestas. En Sudán, ellas gozan desde hace bastante tiempo de una amplia libertad, si se compara con países vecinos. Su presencia no solo reforzó cuantitativamente las manifestaciones, sino también ayudó a darles otra cara, porque ellas expresaban que el deseo de democracia e igualdad era transversal.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Shazly
Ícono de la revolución
La estudiante de arquitectura Alaa Salah se convirtió en el rostro de la revolución. Cuando en abril se subió al techo de un auto para hablar a los manifestantes, un fotógrafo obtuvo esta imagen. Desde entonces, ha sido compartida miles de veces en redes sociales. Este tipo de fotos se han convertido en parte importante del movimiento, pues permiten que todos se identifiquen con él.
Imagen: Getty Images/AFP
Solidaridad internacional
Gracias a las redes sociales, las protestas se hicieron conocidas a nivel mundial de forma inmediata. Los sudaneses han recibido todo tipo de expresiones de apoyo internacional, como vemos en esta imagen de Edimburgo (Escocia). El lunes 17.06.2019 los ministros de Exteriores de la UE exigieron "el inmediato fin de la violencia contra el pueblo sudanés".
Sin embargo, no todos los sudaneses se han vuelto contra el Ejército. Muchos apoyan a los militares y esperan un gobierno de mano dura. Sus partidarios afirman que solo de este modo el país podrá tener un futuro próspero. En quien más confían es en el general Abdel Fattah al Burhan, presidente del Consejo Militar y quien aparece en la pancarta de la imagen.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Shazly
El "hombre fuerte"
Sin embargo, a quien se considera el hombre fuerte del Ejército es al general Mohammed Hamdan Daglu, alias "Hemeti". Él dirigió las tropas que atacaron a los civiles frente a la sede militar. Durante la guerra de Darfur comandó a las milicias Janjaweed, que combatieron brutalmente a los rebeldes. Los manifestantes temen que él se convierta en el nuevo jefe de Estado de Sudán.
Imagen: Reuters/M.N. Abdallah
Preocupación en el Golfo
Los líderes de otros países árabes miran con preocupación y nerviosismo el desarrollo de los acontecimientos en Sudán. Como Mohamed bin Zayad al-Nahyan, príncipe heredero de los Emiratos Árabes Unidos. Allí temen que las protestas sean vistas como un ejemplo a seguir. Por eso EAU y Arabia Saudita apoyan a los militares sudaneses.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Ministry of Presidential Affairs/M. Al Hammadi
El vecino del norte
También desde El Cairo miran con preocupación hacia Jartum. El gobierno del presidente Abdel Fattah al-Sisi teme que los Hermanos Musulmanes ganen influencia en Sudán. Ese grupo ha sido duramente perseguido por las autoridades egipcias tras el golpe de Estado de 2013 contra Mohamed Mursi. Si la Hermandad se establece en Sudán podría recuperar energías también en Egipto, temen las autoridades.
Imagen: picture-alliance/Photoshot/MENA
Tensión sin fin
En Sudán las protestas siguen adelante. El viernes 14 de junio, Sadiq al-Mahdi, líder de la oposición desde hace décadas, exigió una investigación sobre el mortal desalojo del campamento de protesta en Jartum. Evidentemente esto no les gusta a los militares. Las tensiones en Sudán podrían entrar en una nueva fase, aún más compleja.