Erdogan logró su propósito en las elecciones. La UE no celebra y pide cambios en la Constitución si Turquía quiere ingresar al bloque. ¿Está en peligro el acuerdo de los refugiados? Bernd Riegert informa desde Bruselas.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y la jefa de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, pidieron a Turquía en la noche del domingo (16.04.2017) buscar un consenso nacional para aplicar los grandes cambios en la constitución tras los ajustados resultados del referéndum. Ninguno mostró ninguna emoción frente a los resultados. Tampoco felicitaron al ganador. Prefieren esperar la evaluación de los observadores electorales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en el proceso.
"La reforma de la Constitución será observada para verificar si se ajusta con las obligaciones de Turquía como país candidato para adherirse a la UE", explicaron ambas instituciones europeas en Bruselas.
El Parlamento de la UE se opone
Ya en noviembre de 2016, el Parlamento Europeo había expresado su deseo de suspender las negociaciones de adhesión de Turquía. A pesar de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tachó de nazis a políticos europeos y le declaró la guerra así a la UE en la reciente campaña electoral, los Estados miembros se abstuvieron de responder. Tras la victoria de Erdogan en el referéndum de este domingo, es probable que no se llegue a un acuerdo.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.Imagen: Reuters/C. Hartmann
El pedido de Austria de cancelar por completo las negociaciones estaría ganando seguidores. Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, mantiene hasta ahora su posición formal sobre la adhesión de Turquía, debido al papel que cumple Ankara en el acuerdo sobre los refugiados.
La UE y Erdogan acordaron hace un año que Turquía acepte la devolución de todos los refugiados de Grecia. A cambio, recibiría seis mil millones de euros indirectamente a través de ayudas para los refugiados en Turquía. Tras este trato, se redujo el flujo de refugiados hacia Grecia y en la ruta de los Balcanes. Y por este acuerdo se reactivaron las negociaciones de adhesión con Turquía, que hasta entonces habían fracasado.
Los turcos iban a poder entrar a la UE en el futuro sin necesidad de visado, tan pronto Turquía cumpla las últimas condiciones para ello. Que estas condiciones se cumplan tras el triunfo de Erdogan en el referéndum es una tema por ahora incierto.
"Negociaciones deshonestas"
El vicepresidente del Parlamento Europeo, Alexander Lambsdorff, pidió a la UE que sea honesta y ponga fin a las negociaciones: "La fantasías presidenciales todopoderosas de Erdogan indican claramente las grandes diferencias con los valores básicos de la Unión Europea. Ya es hora de poner fin a las deshonestas negociaciones de adhesión de Turquía y marcar nuevas bases respecto a la relación con ese país".
Por su parte, Juncker ha rechazado las repetitivas amenazas de políticos turcos de suspender el acuerdo de refugiados. Recientemente, Juncker aseguró que se había acostumbrado a estas amenazas.
En términos puramente formales, es difícil que Turquía, sin una verdadera separación de poderes, cumpla con los criterios formales de la Unión Europea para un Estado de derecho. El único aspecto crítico que el presidente de la Comisión Europea había hecho público hasta ahora era la reintroducción de la pena de muerte en ese país. Y esta semana, Erdogan puso nuevamente este tema sobre la mesa.
El último lazo
La parlamentaria europea de izquierda, Martina Michels, acaba de participar como observadora en Ankara en un juicio contra opositores y ve con escepticismo, como muchas otras organizaciones no gubernamentales, un posible fin de las negociaciones de la adhesión a la UE. Esto terminaría con el último lazo importante, a través del cual todavía se podría ejercer influencia sobre Turquía. Y muchos grupos de la sociedad civil turca deben estar pidiendo a Europa: "No nos dejen solos".
En todo caso, Ankara sigue estando relacionada con Europa debido a su fuerte política de seguridad. Turquía es miembro de la OTAN y esta membrecía no está en discusión. En ese aspecto, el país es, por su geografía estratégica entre el Cáucaso y Oriente Medio, muy importante. La OTAN tiene criterios menos estrictos que la UE. Incluso cuando Turquía era gobernada por los militares, el país permaneció en la alianza.
Tiempos duros para los periodistas (mayo 2014)
Un estudio reciente revela que, en la última década, la libertad de prensa nunca se había visto tan coartada como ahora. Más de cuatro quintos de la población mundial viven en países donde no se respeta este derecho.
Imagen: picture-alliance/dpa
Países sin libertad de prensa
Existen países donde la cobertura mediática de los hechos es balanceada, la seguridad de los periodistas está garantizada y el grado de influencia del Estado sobre los medios es pequeño. Pero, en 2013, solo el 14 por ciento de la población mundial –el valor más bajo desde 1996– vivía en esos lugares, según la ONG Freedom House, que describe a Turquía y Ucrania como países sin libertad de prensa.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Agresiones contra periodistas
En Turquía se han registrado numerosas agresiones contra periodistas. Gökhan Biçici (en la imagen), por ejemplo, fue detenido ilegalmente durante las protestas a favor de la conservación del parque Gezi en Estambul. Otra amenaza contra la libertad de prensa en Turquía es la reiterada y sistemática adquisición de medios por parte de empresarios cercanos a funcionarios de alto rango del Gobierno.
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Atención indeseada
Los profesionales de la prensa también han sido objeto de agresiones en Ucrania, sobre todo durante las protestas contra el Gobierno de Víktor Yanukóvich. La periodista Tetiana Chornovol, quien informó sobre el lujoso estilo de vida del mandatario, cree que el otrora hombre fuerte de Kiev está detrás de un ataque perpetrado en su contra.
Imagen: Genya Savilov/AFP/Getty Images
Por las buenas o por las malas
La crítica situación de la libertad de prensa es motivo de protestas en China y Rusia (foto). Los Gobiernos de estos países ejercen sutil influencia o agresiva presión sobre los medios, recurriendo a herramientas legales para poner coto a las opiniones que les son desfavorables. En Rusia se cerró la agencia de noticias RIA Novosti para luego reabrirla, convertida en un órgano del Estado.
Imagen: picture-alliance/dpa
Las paredes tienen oídos en EE. UU.
En Estados Unidos, el valor de la libertad de prensa sigue teniendo peso, pero su Gobierno le atribuye un rango menor que a la seguridad nacional. Eso está poniendo en peligro el ejercicio periodístico. Hace poco se supo que los teléfonos de la agencia AP habían sido intervenidos y con cada vez más frecuencia se le pide a los comunicadores que revelen la identidad de sus fuentes de información.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
De regreso a la “era Mubarak”
Tras el derrocamiento del presidente Mursi, que muchos percibían como enemigo de la libertad de prensa, la labor periodística se ha dificultado mucho en Egipto. Numerosos comunicadores fueron detenidos al calor del golpe militar de 2013; cinco murieron a manos de militares, asegura Freedom House. Ahora, los medios se congracian con el Gobierno y las informaciones independientes son raras.
Imagen: AFP/Getty Images
Mali se recupera
Pese a todo, también hay sucesos esperanzadores. En Mali, el orden ha sido parcialmente restablecido tras las elecciones presidenciales y la expulsión de los rebeldes islamistas. Muchas de las rotativas que se detuvieron después del golpe de Estado de 2012 han entrado en marcha de nuevo. Solo el asesinato de dos periodistas franceses en Mali, en noviembre de 2013, empañó este panorama.
Imagen: AFP/Getty Images
Tendencias positivas
La situación de la libertad de prensa también mejora en Kirguistán (foto) y Nepal: en el primero, se redujo el número de agresiones contra periodistas en 2013 y, en el segundo, la influencia del Estado sobre los medios. Y en el informe más reciente de Freedom House Israel vuelve a ser descrito como un Estado con libertad de prensa.
Imagen: AFP/Getty Images
Asia Central causa preocupación
Freedom House analizó la situación de la libertad de prensa en 197 países, diseñando un cuestionario y un sistema de puntuación del 0 al 100 para las respuestas. 0 era la mejor puntuación que un Estado podía sacar cuando los investigadores preguntaban si la libertad de prensa estaba legalmente protegida o si existía censura. Turkmenistán, Uzbekistán y Bielorrusia obtuvieron la puntuación más alta.