Tres muertos y 14 heridos por tiroteo en cárcel de Filipinas
4 de enero de 2022
El enfrentamiento inició con una pelea verbal entre presos del penal de alta seguridad de New Bilibid, situado en el sur del área metropolitana de Manila.
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Tres presos murieron y otros 14 resultaron heridos en un tiroteo entre reos que comenzó tras un enfrentamiento verbal en la cárcel de alta seguridad de New Bilibid en el sur del área metropolitana de Manila en Filipinas, se informó el martes (04.01.2022).
El portavoz de Prisiones, Gabriel Chaglag, indicó que la pelea comenzó en la zona oeste del presidio el domingo y pronto se produjo un tiroteo, de acuerdo con la Agencia Nacional Filipina.
Los agentes se incautaron de varias armas, incluido un revólver del calibre 22 con nueve balas, una pistola casera del calibre 45, dos armas caseras fabricadas con tubos y 16 armas blancas.
Siete presos que supuestamente tuvieron un papel destacado en la pelea fueron trasferidos a una zona de aislamiento.
Filipinas tiene las cárceles más congestionadas del mundo, que exceden en un 500 % su capacidad, por lo que los presos viven hacinados en celdas sin apenas ventilación, lo que las convierte en un nido de enfermedades como cólera o turberculosis.
gs (efe, Manila Bulletin, Philippine Star)
Filipinas y la guerra contra las drogas
El presidente filipino libra una guerra sangrienta contra las drogas, que ya se ha cobrado miles de víctimas. Los familiares sufren. Pero no todos rechazan la política de mano dura.
Imagen: picture-alliance/ NurPhoto/E. Acayan
La zona más deprimente de Manila
Barangay en Caloocan, en el norte de Manila. Fue destruido por un incendio provocado por dos drogadictos, y los vecinos lo reconstruyeron con sus propias manos sin ayuda oficial.
Imagen: DW/A.Foncillas
En la cárcel
Detenidos por varios delitos en la comisaría de Pasay, en Manila. Bajo el presidente Duterte muchos jóvenes fueron encarcelados o matados por delitos de drogas.
Imagen: DW/A.Foncillas
Sufriendo las consecuencias
Barangay es una de las zonas más deprimentes y pobres de la capital y con más víctimas en la guerra contra las drogas.
Imagen: DW/A.Foncillas
Madre soltera
Jocelyn Bellarmino. Perdió a dos maridos en menos de un año, ambos tiroteados por hombres enmascarados que llegaron de noche a su barangay de Caloocan. Sobre la tabla en la imagen conserva los únicos recuerdos de su segunda pareja.
Imagen: DW/A.Foncillas
El cementerio de Nabotas
Niños juegan en el cementerio de Nabotas, donde son enterradas todas las víctimas de la guerra contra las drogas de los barrios del norte.
Imagen: DW/A.Foncillas
Una cancha inusual
Todos los días jóvenes juegan voleibol entre las tumbas porque, según dicen, no tienen ningún parque cerca de sus casas.
Imagen: DW/A.Foncillas
El hijo ya no está
La familia en duelo junto al féretro de Tano en su vivienda en Manila. Mataron al hijo por un delito de drogas.
Imagen: DW/A.Foncillas
Jugando bingo para el funeral
La familia de Tano organiza entre sus amigos y vecinos un bingo para recaudar dinero para pagar el entierro y funeral. Es una costumbre en Filipinas.
Imagen: DW/A.Foncillas
Mucho más trabajo
Emong Ramos, de 50 años. Es enterrador en el cementerio de Nabotas desde los 10 años. Dice que su trabajo se ha disparado desde que Duterte llegó al poder. Para él es una buena noticia: cobra por cada entierro.
Imagen: DW/A.Foncillas
No todos están en contra de Duterte
Rosita Opiasa, 59 años. Líder social en Caloocan y defensora a ultranza de Duterte, a pesar de que uno de sus hijos murió en su campaña contra las drogas. Muestra el tatuaje de la misma organización de la que es miembro Duterte.