Hoy, 3 de mayo, celebramos el Día de la Libertad de Prensa. Sin embargo hay poco que celebrar, dice la editora en jefe de DW, Ines Pohl, y hace tres sugerencias para fortalecer la libertad de prensa de forma sostenible.
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Las prohibiciones para publicar, la retirada de fuentes de financiación o, directamente, el encarcelamiento son bien conocidos como patrones de comportamiento de los Estados represivos con los que se busca suprimir la libertad de expresión en sus regímenes.
Pero ahora hay peligros que no son tan fáciles de intuir, especialmente con la estructura viral de Internet: la gente y, cada vez más, las máquinas, diseminan mentiras, videos y fotos falseadas que pretenden manipular con fines específicos. Noticias falsas, campañas de desinformación en redes sociales, calumnias y amenazas se han convertido en algo común. Cada vez más, auténticos profesionales de la comunicación están trabajando en ello. Por ejemplo, como en RT (Russia Today) o, desafortunadamente, también en Al Jazeera. Su comunicación es amigable, a veces divertida e ingeniosa. En un mundo complicado, atraen con la oferta de la simplificación. Además, cada vez más estados intentan convertir la Internet mundial abierta en una intranet censurada en el país. Observamos esto en Irán y China, pero también en Rusia y en Turquía.
Solo hay una respuesta para esto: las personas deben aprender a diferenciar la mentira de la verdad, esta alfabetización mediática debe convertirse en una parte integral de la educación escolar y debe haber también para los adultos ofertas formativas atractivas. Ofertas en las que siempre se transmita que, al final, no solo está bajo amenaza la libertad de los medios de comunicación, sino también potencialmente la libertad de poder expresar su opinión en el espacio "privado" sin temor a sufrir represiones.
Involucrar a los políticos
Los políticos demócratas de todo el mundo, incluidos los de Europa y Alemania, se superan entre sí en un intento por agradar a China. No importa que allí no exista la libertad de prensa y las ofertas de emisoras extranjeras independientes como Deutsche Welle estén bloqueadas. Los representantes de las empresas piensan en China como un negocio al margen de los derechos humanos.
También en Irán se discuten las posibilidades económicas, pero no sobre los más veinte hombres y mujeres periodistas en las cárceles de tortura de los Guardianes de la Revolución. En Bangladesh y Pakistán los blogueros arriesgan sus vidas al informar críticamente sobre el creciente islamismo en sus países. ¿Apoyo desde el extranjero que se pueda tomar en serio? Poco. El mundo alaba al príncipe heredero de Arabia Saudita porque a las mujeres se les permite ir al cine, a los estadios e, incluso, ahora se les deja conducir. Pero, ¿dónde están las quejas por que el bloguero Raif Badawi todavía siga en una cárcel saudí?
La lista podría hacerse muy larga. Una lista triste. Y hoy es un buen día para animar a los políticos a que se comprometan a medir lo que están haciendo contra los crecientes ataques a la libertad de prensa. ¿Muestran claramente a los dictadores cuáles son nuestros valores? ¿Están dispuestos a renunciar a hacer negocios con ellos si estos valores se violan flagrantemente? ¿Vinculan la ayuda al desarrollo al respeto a los derechos humanos y la libertad de prensa?
Periodistas: el factor decisivo
La libertad de prensa no solo es una concesión otorgada desde arriba. El marco legal es una cosa, la actitud interna de cada periodista es otra. Especialmente los periodistas de países con un sistema liberal de medios tienen que servir como modelo para los colegas que trabajan en circunstancias difíciles.
Para mí, ser periodista significa siempre sospechar de las propias creencias –y de las de los demás– y convertir cada certeza en una pregunta. y hacer siempre una pregunta con certeza. Y sí, no tener miedo de recibir aplausos del lado equivocado. Por ejemplo, veo con gran preocupación la discusión sobre si deberíamos hablar con los políticos de la derecha populista de AfD (Alternativa para Alemania). Si ignoramos grupos políticos enteros, políticos desagradables u otras figuras públicas que no encajan en nuestra visión del mundo, dejamos un vacío, que entonces será llenado por otros.
Y haciéndolo dañamos la misma libertad de prensa que hoy pretendemos celebrar.
(lgc/cp)
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Libertad de prensa: periodistas en la mira (02.05.2017)
Perseguidos, detenidos, torturados, asesinados: los periodistas son atacados por gobiernos, carteles o extremistas religiosos. En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, DW les presenta a algunas víctimas. (02.05.2017)
Imagen: Getty Images/AFP/S. Hamed
China: Gao Yu
Periodistas disidentes, blogueros y activistas viven en China bajo una gran presión. Gao Yu, exr colaboradora de DW, fue detenida en 2014 y condenada en abril de 2015 a siete años de prisión por supuesta “filtración de secretos de Estado”. Bajo la presión internacional se le permitió salir de la cárcel y cumple su condena bajo arresto domiciliario.
Imagen: DW
Rusia: Nikolai Andruschtchenko
Tras una golpiza en calles de San Petersburgo, Nikolai Andruschtschenko sucumbió a sus heridas el 19 de abril de 2017, a los 73 años de edad. El periodista escribió sobre violaciones de los derechos humanos y delincuencia. En su último reportaje, Nikolai Andruschtchenko investigó sobre cómo el presidente Wladimir Putin había llegado al poder.a través de enlaces criminales y la KGB.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Usov
México: Miroslava Breach
Miroslava Breach fue literalmente ejecutada, al frente de su casa, el 23 de marzo de 2017 por un sicario que le dio ocho disparos en la cabeza. La periodista informaba sobre la corrupción y los crímenes de los carteles mexicanos de la droga. Miroslava Breach es una de los tres periodistas asesinados en marzo en México.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/C. Tischler
Irak: Shifa Gardi
La reportera Shifa Gardi murió el 25 de febrero de 2017, cuando una mina explotó en uno de los frentes de la guerra en el norte de Irak. Nacida en Irán, trabajaba para el canal de noticias kurdo Rudaw en Erbil e informaba sobre la lucha entre las fuerzas iraquíes y las milicias islamistas. En cercanías de Mossul, el Estado Islámico acostumbra a secuestrar, desterrar y matar a periodistas.
Imagen: picture alliance/dpa/AA/F. Ferec
Bangladesch: Avijit Roy
"Mukto Mona" o "Espíritu libre" era el nombre del blog crítico del islamismo radical de autoría de Avijit Roy, un "humanista secular". Avijit Roy vivía en EE. UU., desde donde viajó a la Feria del Libro a Dacca en febrero de 2015. Allí, fanáticos religiosos lo descuartizaron en la calle a machetazos. En Bangladesh, los bloggers siguen siendo perseguidos y asesinados por extremistas.
Imagen: Getty Images/AFP/M. U. Zaman
Arabia Saudí: Raif Badawi
A diez años de prisión y 1.000 latigazos fue condenado este activista internáutico por haber, supuestamente, “insultado el Islam”. Raif Badawi se encuentra en prisión desde 2012. En enero de 2015 fue azotado públicamente por primera vez. Canadá le ofreció asilo a su esposa Ensaf Haidar y sus hijos.
Imagen: Imago/C. Ditsch
Turquía: Deniz Yücel
El periodista germano-turco Deniz Yücel se encuentra en una prisión turca desde febrero de 2017. Las acusaciones contra el corresponsal del diario berlinés "Die Welt": propaganda terrorista e incitación a la rebelión. Las autoridades, empero, no han presentado una sola evidencia. Más de 140 trabajadores de los medios han sido detenidos desde el intento de golpe de Estado en julio de 2016.
Imagen: picture-alliance/dpa/C.Merey
Azerbaiyán: Mehman Huseynov
Huseynov, uno de los videobloggeros más populares Azerbaiyán, publica una revista digital sociopolítica en la que critica la corrupción y violaciones de derechos humanos. Su campaña "caza de funcionarios corruptos" apunta a los más altos cargos involucrados en casos de corrupción en su país. Ha sido amenazado en repetidas ocasiones y condenado en marzo de 2017 por difamación a dos años de prisión.
Imagen: twitter.com/mehman_huseynov
Venezuela: Braulio Jatar
El periodista chileno-venezolano Braulio Jatar, editor del portal Reporte Confidencial, fue detenido el 3 de septiembre de 2016 por presunta "legitimación de capitales". Se cree empero, que su aprehensión se debe a que fue uno de los primeros en dar a conocer el cacerolazo a Nicolás Maduro en Villa Rosa, Nueva Esparta. “Braulio Jatar lleva 8 meses preso por informar", dijo su hermana Ana Julia.
Imagen: el-nacional.com
Cuba: Detenciones temporales, ¿la nueva estrategia contra la prensa?
Maykel González, de El Estornudo, fue retenido el 24 de abril en la Universidad Central Marta Abreu, cuando hacía reportaje sobre expulsión de la estudiante Karla Pérez. El periodista fue interrogado varias horas y confiscados sus equipos. Por otro lado, Reporteros sin Fronteras recuerda a Yoeni Guerra, de Yayabo Press, preso desde el 13 marzo 2014, y José Torres, de Granma, desde mayo de 2011.