La tortuga europea de estanque es la única especie de este reptil que se encuentra en estado salvaje en Alemania. Sin embargo, la intervención de los ríos, la agricultura intensiva y la destrucción de los lugares donde la tortuga pone sus huevos han llevado casi a la extinción de la especie. Sin embargo, hay varios proyectos de reintroducción que pretenden revertir este escenario.

Hace solo 60 años, el urogallo negro era común en gran parte de las llanuras del norte de Alemania. Pero el drenaje casi total de la región, la remoción de la turba y la reconfiguración de los páramos con fines paisajistas han destruido el hábitat de esta ave, así como de muchas otras especies. Hoy se considera un privilegio ver un urogallo negro en un santuario.

"¡Se comen las cosechas!" "¡Son una plaga!" Esta era la imagen que se tenía de los hámster de campo hasta la década de 1970. Este conocido amante de los cereales es hoy uno de los mamíferos más amenazados de Alemania. La mecanización de la agricultura, las múltiples cosechas anuales y el rápido arado de los campos han destruido su hábitat.

Las abejas también están amenazadas, especialmente las silvestres que no forman parte de una colonia. Ellas también son víctimas de la agricultura industrial. La destrucción de los prados silvestres y el uso masivo de pesticidas han reducido la cantidad de polinizadores naturales de forma dramática, con consecuencias de largo alcance para nuestro ecosistema.

La aniquilación de los insectos amenaza también a sus devoradores, como el murciélago barbastela, por ejemplo. Como muchos otros de estos mamíferos voladores, vive en los bosques y en torno a ellos. Sin embargo, cada vez hay menos madera vieja y muerta donde cobijarse y criar a sus retoños. Esto debido a las carreteras y asentamientos que diezman los bosques.

El visón europeo se considera extinto en Alemania desde la década de 1920. Fue desplazado por el visón americano, un pariente más adaptable que se había escapado de las granjas peleteras instaladas en Europa. Además, los comerciantes de pieles también cazaban al visón europeo. Tres proyectos de reasentamiento han mostrado algún grado de éxito.

Este bello animal amante de comer pescado también fue cazado casi hasta la extinción. Pequeñas poblaciones de nutrias sobreviven en los bosques de Baviera, donde la estricta protección otorgada por la ley ha permitido que su población comience a aumentar lentamente. Algunos no han esperado nada para pedir permisos para cazar nutrias, porque estas atacan las piscifactorías.

Sin muchos aspavientos, el lobo ha vuelto a asentarse en Alemania. De hecho, la especie fue considerada extinta a mediados del siglo XIX. El animal es tímido, pero logra adaptarse a cualquier ambiente donde los humanos lo dejen vivir tranquilo. El lobo está protegido desde 1990 y actualmente hay alrededor de 160 manadas en toda Alemania. Lamentablemente, algunos quieren que se permita su cacería.

El lince compartió el destino de los lobos y los osos: los cazadores los exterminaron de los bosques alemanes en el siglo XIX. Además, cada vez tenían menos hábitats donde asentarse y presas para alimentarse. Gracias a zonas protegidas y al reasentamiento, alrededor de 100 de estos felinos vuelven a deambular por Alemania, aunque siguen siendo muy pocos para formar una población estable.

El lirón de jardín, Animal del Año 2023, se encontraba originalmente en gran parte de Europa. Sin embargo, la población de este omnívoro nocturno cae de forma drástica, especialmente en los bosques, su ambiente natural. Esto probablemente se deba a la escasez de alimentos y escondites, así como a la contaminación generada por el uso de pesticidas.

A comienzos del siglo XX, la raya común abundaba en las costas de toda Europa. En la isla de Amrum, en el norte de Alemania, se capturaban hasta 1.000 ejemplares de este popular pez comestible cuando la marea bajaba. Pero su tasa de reproducción es lenta y la pesca de arrastre ha arrasado con todo, incluido su hábitat. El resultado: la última raya común fue vista en aguas alemanas en 1963.