El triunfo dio a Alemania la primera medalla después de tres participaciones en la máxima competición internacional de selecciones. Su primera participación fue en el mundial de España en 1986, donde no consiguió estar entre los 12 primeros. Pasaron ocho años hasta que en Toronto en 1994 logró un duodécimo lugar.

"La medalla de bronce es algo importante para nuestro equipo, pero honestamente seguimos pensando que debíamos haber jugado el partido por la de oro', declaró Nowitzki. 'Me siento contento por el triunfo de mi país y por la manera como me han salido las cosas en este Mundial".

La derrota contra Argentina fue dolorosa, pero en el último partido contra Nueva Zelanda Nowitzki tuvo de nuevo todas las oportunidades de demostrar sus calidades como figura central del equipo alemán. Dominó todos los aspectos del juego, impuso su presencia bajo los aros, participó en la transición del balón y no hubo quien lo pudiese parar cuando se elevó para tirar a la canasta.

¿Todo con, pero nada sin Dirk?

El alero de los Mavericks de Dallas y de la selección nacional fue elegido como el Jugador Más Valioso (MVP) del torneo. Nowitzki también fue el máximo encestador del torneo con un promedio de 33 puntos por partido y la clave del éxito de Alemania. Además, el jugador oriundo de la ciudad de Würzburg en Baviera fue elegido para formar parte del equipo ideal del Mundial.

El joven de 24 años se mostró modesto e incomodo con tantos laureles. "Aqui no hay cabida para el individualismo. Solo por eso logramos este éxito". El alero Marco Pesic confirma la importancia ddel juego de equipo: "Ya no dependemos tanto de Dirk como en el último año. Los otros jugadores han ganado más experiencia, además hemos demostrado que podemos aprender de nuestros fallos".

Uno de los primeros en felicitarlos fue el canciller alemán Gerhard Schröder: "Pueden estar seguros que el baloncesto en Alemania ganó muchos nuevos fans" escribió en un telegrama al presidente de la Asociación Nacional de Baloncesto (DBB) Roland Geggus.

El futuro en rosa

¿Expectativas fabulosas para el baloncesto en Alemania? "Es maravilloso ganar una medalla, pero ahora tenemos que concentrarnos en el camino hacia el futuro", dice el entrenador Henrik Dettmann. "Nuestra meta es ahora establecer una cultura del baloncesto en Alemania", confiesa Dettman, sabiendo que no será fácil llegar a las alturas de popularidad que tiene el fútbol en este país.

La selección alemana cumplió con su misión. Jugadores jóvenes como Misan Nikagbatse, bajo contrato con el Olympiakos Piräus, demostraron su calidad y dan esperanza para el futuro del baloncesto en Alemania.

Los nuevos retos para la selección alemana ya están a la vista: las cualificaciones para el Campeonato Europeo en Suecia en el 2003. "Los juegos en Suecia serán duros", teme Stephan Arigbabu, centro del Rhein Ernergy Cologne, "por primera vez seremos foco de atención".