En medio del proceso, los talibanes están lanzando ofensivas que han dejado cientos de muertos. Se teme el colapso del gobierno afgano.
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Fuentes de la OTAN y la Casa Blanca confirmaron este jueves (29.04.2021) que ya comenzó la retirada de las tropas estacionadas en Afganistán. "La retirada ha comenzado. Será un proceso ordenado, coordinado y deliberado. La seguridad de las tropas será una prioridad absoluta en cada etapa", señaló un funcionario de la alianza militar transatlántica.
En este proceso de remoción de las tropas del territorio afgano "estamos tomando todas las medidas necesarias para mantener a nuestro personal fuera de peligro", dijo la fuente, que advirtió que cualquier eventual ataque por parte de los talibanes contra las tropas de la OTAN "será enfrentado con fuerza". El proceso de retirada deberá completar en pocos meses, agregó.
La Casa Blanca confirmó la información esta misma jornada. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció a comienzos de abril que el 1 de mayo comenzaría la retirada final de las unidades estadounidenses, que estaría terminada el 11 de septiembre. El proceso es complejo y requirió el despliegue de fuerzas adicionales para garantizar la seguridad de los efectivos militares. Estados Unidos desplegó dos bombarderos B-52 adicionales, y amplió la misión del portaaviones USS Eisenhower, para proteger la salida de las tropas.
Cada vez más violencia
El 14 de abril, los países de la OTAN acordaron iniciar la retirada y divulgaron una nota donde reconocieron "que no hay una solución militar a los desafíos que enfrenta Afganistán". "Hemos ido juntos a Afganistán, hemos adaptado juntos nuestra posición, y estamos unidos en retirarnos juntos", dijo ese día el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien añadió que "no es una decisión fácil, e incluye riesgos".
Desde que se confirmó la salida de las fuerzas, los talibanes han lanzado una serie de operaciones armadas contra las tropas afganas, dejando más de 100 soldados muertos en las pasadas dos semanas, además de 65 civiles. También unos 300 combatientes talibanes han sido abatidos. Funcionarios del gobierno de Afganistán afirman que los insurgentes están haciendo una demostración de fuerza y ganando territorios.
El miércoles, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas estadounidenses, el general Mark Milley, admitió que es difícil predecir el futuro de Afganistán después de la salida de las tropas de la OTAN. "En un análisis del peor escenario, tenemos el colapso del gobierno y el colapso militar. Tememos una guerra civil y la catástrofe humanitaria que viene con eso", dijo.
DZC (AFP, Reuters)
La interminable lucha por el poder en Afganistán
A 17 años de la invasión estadounidense, Afganistán sigue sumido en la violencia desatada por los talibanes. Una serie de mortales atentados en el último año sugiere que los radicales son más fuertes que antes.
Imagen: picture alliance/Photoshot
Una seguridad frágil
Los reiterados ataques que han tenido lugar en 2018 y 2019 han causado la muerte y dejado con heridas a cientos de inocentes, y muestran cuán frágil es la situación del país y el débil poder del gobierno. Los incidentes han provocado desesperación en los ciudadanos, cansados de la guerra, y han puesto en evidencia las limitaciones del Estado para garantizar la estabilidad.
Imagen: Reuters/M. Ismail
Una larga serie de ataques
Los episodios de violencia han puesto nuevameente a Afganistán en el centro de la mirada internacional. Tanto los talibanes como el Estado Islámico se han atribuido distintos ataques, mientras crece la presión para que el gobierno afgano mejore la seguridad y recupere los territorios que están bajo el dominio de distintos grupos insurgentes, incluidos los ya citados talibanes y Estado Islámico.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Hossaini
Ofensiva de primavera
En 2018, los talibanes anunciaron el comienzo de su ofensiva anual de primavera, desestimando una oferta de paz realizada por el presidente Ashraf Ghani. Los milicianos, que luchan para reinstaurar su visión radical de la ley islámica, aseguraron que su campaña fue en respuesta a la estrategia adoptada por EE.UU. en 2017, más agresiva con el fin de forzar a los insurgentes a sentarse a negociar.
Imagen: Reuters
La política para Afganistán de Trump
El presidente de EE.UU., Donald Trump, presentó una nueva estrategia para Afganistán en 2017, prometiendo desplegar más tropas para entrenar a las fuerzas afganas. También aseguró que su país seguiría apoyando a los afganos en su guerra contra los talibanes y que, para ello, la presencia estadounidense se extendería todo lo que fuera necesario. En 2019, sin embargo, cambió de parecer.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Smialowski
Proceso de paz
Pese a que el presidente Ghani realizó una oferta en febrero de 2018 para que hubiera conversaciones de paz "sin condiciones previas", los talibanes no mostraron interés alguno hasta 2019, desestimando las propuestas como parte de una "conspiración". En 2019 aceptaron negociar, pero directamente con Estados Unidos, pasando por encima de Kabul.
Imagen: Getty Images/AFP/N. Shirzad
Apoyo paquistaní
Pakistán ha sido presionado por Kabul y Washington para que deje de ofrecer refugio a los militantes acusados de realizar ataques en Afganistán, un cargo que Islamabad niega, insistiendo en que su influencia sobre los insurgentes es sobreestimada. Kabul e Islamabad intercambian acusaciones de proteger a milicianos del otro país. El lenguaje áspero ha caracterizado la relación entre ambos vecinos.
Imagen: DW/H. Hamraz
El papel de los señores de la guerra
Además de los talibanes, los señores de la guerra afganos ejercen una enorme influencia en el país. El año pasado, el líder de Hizb-i-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, volvió a Kabul -tras un exilio de 20 años- para jugar un rol activo en la política. En septiembre de 2016, el gobierno firmó un acuerdo con él con la esperanza de que otros señores de la guerra y grupos radicales siguieran el ejemplo.
Imagen: Reuters/O.Sobhani
Un gobierno ineficiente
En medio de una interminable batalla por el poder, los niveles de respaldo al presidente Ghani no hacen más que bajar. La corrupción desenfrenada y el largo tira y afloja dentro del gobierno de unidad nacional respaldado por Estados Unidos han tenido un impacto negativo en los esfuerzos gubernamentales para acabar con el terrorismo.