El presidente estadounidense afirma que impondrá tasas adicionales del 10% sobre productos de importación por valor de 200.000 millones si Pekín cumple su propósito de responder a las establecidas previamente por EE. UU.
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El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, amenazó este lunes (18.06.2018) a Pekín con aplicar aranceles adicionales del 10% a importaciones chinas por valor de 200.000 millones de dólares (172.000 millones de euros). Estos se aplicarían "si China se niega a cambiar sus prácticas (comerciales) y también si insiste en seguir adelante con los nuevos aranceles anunciados recientemente", dijo el mandatario estadounidense en un comunicado.
"Si China vuelve a aumentar a su vez los aranceles, responderemos aplicando aranceles adicionales por otros 200.000 millones de dólares en mercadería", añadió. De esta forma, Trump respondió a la medida anunciada el sábado por Pekín, según la cual imponía aranceles a productos estadounidenses por el mismo valor que había sido decretado inicialmente por Trump: 50.000 millones de dólares.
La lista anunciada por Pekín incluye un arancel del 25 por ciento a 545 artículos importados por valor de 34.000 millones de dólares, principalmente productos agrícolas, del sector pesquero y automóviles. El monto se completa con aranceles a otros 114 productos. La primera piedra en esta escalada de anuncios fue lanzada por Trump cuando anunció la semana pasada la imposición de aranceles a productos chinos alegando que el comercio entre ambos países había sido "muy injusto durante mucho tiempo".
La reacción de los mercados asiáticos no se ha hecho esperar, con una leve caída del 0,1% del índice MSCI Asia-Pacífico y de un 0,45% del Nikkei a primera hora del martes. Sin embargo, mayor era la bajada del estadounidense índice S&P 500 este lunes, que perdía un 0,6%. El dólar, por su parte, cayó un 45% respecto al yen.
"Los mercados financieros están tratando de tomar un respiro después de la semana pasada, en la que hubo muchas noticias, pero el comercio entre los Estados Unidos y China sigue siendo un tema persistente, al menos hasta que los aranceles de los Estados Unidos entren en vigor a primeros de julio", explica Masahiro Ichikawa, estratega senior de Sumitomo Mitsui Asset Management en Tokio. "Si bien las tensiones comerciales no son positivas, el mercado se ha acostumbrado a los comentarios del presidente Trump, que parecen ser tácticas de negociación", concluye.
La respuesta de las autoridades chinas ha sido, sin embargo, tajante: su ministro de Comercio ha advertido de que si Estados Unidos "se vuelve irracional" e instaura nuevos aranceles, Pekín "tendrá que adoptar nuevas medidas cuantitativas y cualitativas" en respuesta.
LGC (dpa/Reuters/EFE)
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El encuentro de Trump y Kim en imágenes
Esto es lo que estaba esperando el mundo: por primera vez, un presidente estadounidense se reúne con un dictador norcoreano. La reunión entre Trump y Kim es histórica, pero también es un hecho atípico.
Imagen: Reuters/The Straits Times/K. Lim
Un negociador se encuentra con un dictador
Por un lado, un jefe de Estado, odiado por muchos, que se jacta de su ejército y su arsenal nuclear y, por supuesto, sigue con su retórica ofensiva. Por el otro, el dictador norcoreano que hace pasar hambre a su pueblo y asusta al mundo continuamente con sus ensayos nucleares. Como lo indican la mayoría de los observadores, esta reunión es atípica.
Imagen: Reuters/J. Ernst
“Pequeño hombre cohete” y “viejo lunático”
No hace mucho, Donald Trump y Kim Jong-un se insultaban en los medios. Trump llamaba a Kim “pequeño hombre cohete” y Kim llamaba a Trump “viejo lunático”. Pero esto quedó en el pasado. Hoy se elogian por todo lo alto. Después de todo, lo que está en juego es la paz mundial.
Imagen: Reuters/The Straits Times/K. Lim
Prohibido empujar
Los ojos del mundo están puestos en Trump y Kim. Para esta reunión se acreditaron alrededor de 5.000 periodistas de todo el mundo. A raíz de sus cortes de pelo y peinados se han hecho muchas bromas, pero hoy se ven perfectos.
Imagen: Reuters/J. Ernst
Apretón de manos
Conociendo a Trump y a Kim el mundo esperaba que algo saliera mal, que se insultaran o que llegaran tarde. Sin embargo, en esta oportunidad todo salió a la perfección. Se dieron la mano cordialmente y se hablaron respetuosamente.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/E. Vucci
El Mercedes Clase S de Kim
El vehículo oficial del dictador de Corea del Norte es un Mercedes Clase S, con ventanas oscuras, banderas coloridas y sin patente. Las calles están cerradas para la circulación normal de los autos. De ese modo, la limusina recién pulida fue el foco de atención.
¿El auto de Trump es más grande que el de Kim? Las banderas que flamean son más grandes, más llamativas y el automóvil de Trump tiene más tecnología. Se trata de una limusina blindada a prueba de balas de nueve toneladas. Puede circular por las calles de Singapur, pero Trump no quiere que se la vea en Nueva York.
Imagen: picture-alliance/ZUMAPRESS.com
Los automóviles en primer plano
En este día histórico, los automóviles no fueron una cuestión menor. Trump le mostró a Kim su coche, y este echó un vistazo al interior. Solo faltaba que dieran un paseo juntos. A Kim le podría interesar este vehículo, ya que es antibombas y él tiene miedo a los ataques.
Imagen: Reuters/Host Broadcaster
Pagar con el (buen) nombre
Kim Jong-un tiene un avión, pero no lo llevó a Singapur, por lo cual ordenó un avión chino. ¿Y quién paga el costoso alojamiento de Kim? Singapur estuvo de acuerdo con afrontar los gastos. Es su contribución a este encuentro histórico, y, también, a la paz mundial. Un dictador no necesita dinero.
Imagen: picture-alliance/dpa/Ministry of Communications and Information of Singapore/T. Tan
Una selfie con el dictador
La noche anterior al encuentro con Trump, Kim visitó algunos lugares, incluso el espectacular hotel Marina Bay Sands. El ministro de Asuntos Exteriores de Singapur, Vivian Balakrishnan, se tomó una selfie con Kim Jong-un. Ayer era un dictador brutal, y hoy es aclamado como una estrella pop.