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Trump de cara al mundo: crece la expectativa

Michael Knigge
4 de diciembre de 2016

Crece el suspenso en torno a la futura política exterior de Trump. Pocos dudan que James Mattis esté calificado para dirigir el Pentágono y cuente con la confianza del presidente electo, pero una incógnita sigue abierta.

USA Donald Trump bestimmt James Mattis zum US-Verteidigungsminister
Donald Trump y, a su izquierda,James Mattis.Imagen: Getty Images/D. Angerer

"Perro loco" es el apodo que el general retirado James Mattis se ganó por su dureza en el campo de batalla y por las declaraciones contundentes que se le atribuyen. Esas cualidades pueden haberle ayudado a ganarse la simpatía del próximo ocupante de la Casa Blanca. No obstante, el mote de “perro loco” hace difícil percibir a Mattis –seleccionado por Donald Trump para dirigir el Pentágono– como un verdadero intelectual, bien versado en historia y política, sostiene Xenia Wickett, jefa del programa para Estados Unidos y las Américas del laboratorio de ideas británico Chatham House. "Mattis tiene una enorme experiencia; no sólo en el Ejército, sino también en política exterior", dice Wickett. "Él ha sido tanto diplomático como oficial militar", agrega la analista.

Duro e inteligente

John Harper, investigador de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins en Bolonia, Italia, especializado en la política exterior del “gigante norteamericano”, es menos entusiasta respecto a Mattis. "Teniendo en cuenta las opiniones de Trump, pudo haber elegido algo peor", dijo Harper. "Mi impresión de Mattis no es negativa; no creo que sea un cañón suelto y no creo que sea un lunático. Parece duro, pero también inteligente y bastante estable".

Más importante que sus calificaciones para el trabajo –tanto Wickett como Harper concuerdan en que Mattis está claramente calificado–, es lo que su nombramiento dice sobre las futuras relaciones exteriores de Trump y de cómo encaja Mattis en el Gabinete del presidente electo, que ahora está empezando a tomar forma. Sin embargo, el aún borroso bosquejo de lo que podría ser la política exterior del Ejecutivo de Trump no ha sido aclarado con la nominación de Mattis.

Mattis es escéptico respecto al papel internacional de Rusia.Imagen: picture-alliance/dpa/Tass/M. Metzel

Principales diferencias

En primer lugar, Trump y Mattis tienen diferencias en una serie de cuestiones claves: entre ellas Europa, el conflicto israelí-palestino y Rusia. Al contrario de Trump, Mattis, quien ha tenido cargos importantes en la OTAN, aprecia el papel de la alianza militar transatlántica y los socios europeos de Estados Unidos. A diferencia de Trump, Mattis apoya una solución de dos Estados para el enfrentamiento israelí-palestino y ha sido crítico de los asentamientos de Israel. Y al contrario de Trump, Mattis es profundamente escéptico sobre el papel internacional de Rusia y ha advertido que Moscú tiene como objetivo "destruir la OTAN".

Pero no son sólo las aparentes contradicciones entre las posturas de Trump y Mattis las que hacen difícil presumir qué dirección podría tomar la política exterior de la nueva administración. La naturaleza ecléctica de las elecciones de personal de Trump, representada especialmente por su selección para Consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, así como la absoluta falta de antecedentes de política exterior del presidente electo, hace que observadores todavía se rasquen la cabeza cuando reflexionan sobre el rumbo que tomará Trump de cara al mundo.

"Lo que hay en este momento es confusión", dijo Harper, citando a Rusia como ejemplo. "Por un lado, está un Trump al que le gustaría hacer un trato con Putin, incluyendo a Ucrania y, quizás, hasta el reconocimiento de la soberanía rusa sobre Crimea, para luego luchar juntos contra el terrorismo en Oriente Medio. Y por otro lado, está el otro grupo que quiere ser duro con Rusia e Irán y seguir una política más agresiva hacia ambos".

¿Qué papel jugará Mattis frente a Irán?Imagen: picture-alliance/dpa/H. Neubauer

La confianza de Trump

Wickett argumentó que las diferencias entre Trump y Mattis, y entre Mattis y Flynn, no son necesariamente negativas, especialmente mientras Mattis tenga la confianza de Trump. "Tal vez Mattis puede influir en el cambio de opinión de Trump en algunas áreas", dijo. Mattis podría ejercer una influencia especialmente mediadora en el acuerdo nuclear de Irán, del que Trump y Flynn quieren deshacerse, así como el seleccionado por Trump para dirigir la CIA, Mike Pompeo, señaló Wickett.

Para asegurarse, dijo Wickett, Mattis no es un admirador del acuerdo de Irán y favorece una postura dura sobre Teherán. "Pero, aún así, tiene una posición más matizada", añadió. "Él tiene una gran desconfianza hacia Irán, por lo que se le puede ver siguiendo una línea en la que acepta que el acuerdo esté hecho, pero poniendo mucho esfuerzo en la verificación, tratando de asegurar que Irán siga cumpliendo el acuerdo y más”.

La esperanza de Wickett en que Mattis pueda superar las diferencias ideológicas, previniendo que Estados Unidos deje de lado el acuerdo con Irán, es compartida por Harper. "El principal riesgo en el momento sería si rompen o de alguna manera socavan el acuerdo nuclear, provocando a Irán", dijo. "Creo que eso sería muy peligroso, también para las relaciones entre Estados Unidos y Europa", concluyó.

 

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