Trump dice que sería un honor reunirse con Kim Jong-un
1 de mayo de 2017
Trump sorprendió al afirmar que está dispuesto a reunirse con el líder norcoreano "bajo las circunstancias adecuadas". Más tarde el portavoz de la Casa Blanca dijo que sin embargo dichas condiciones no están dadas.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se sentiría honrado de poder reunirse con el mandatario norcoreano, Kim Jong-un. "Si fuera apropiado reunirme con él, lo haría absolutamente. Me sentiría honrado de hacerlo", dijo en una entrevista con la agencia Bloomberg. "Siempre y cuando ocurra bajo las circunstancias correctas. Pero lo haría".
"La mayoría de los políticos jamás lo diría", añadió. "Pero yo les digo que en las circunstancias correctas me reuniría con él". Trump señaló ya en su campaña electoral que estaba dispuesto a reunirse con Kim Jong-un.
A pesar de varias resoluciones de la ONU, el Gobierno norcoreano sigue adelante con su programa atómico y desarrolla misiles que, además de Corea del Sur y Japón, también podrían alcanzar la costa estadounidense.
El aislado régimen comunista realizó el sábado una nueva prueba con un misil que resultó fallida.
Trump advirtió tras ello de nuevas provocaciones. "No sería feliz si él llevara a cabo una prueba atómica", dijo en una entrevista con la cadena CBS. Cuando se le preguntó si con eso se refería a una reacción militar, se limitó a decir: "No lo sé. Veremos".
El último encuentro de un alto cargo estadounidense con el régimen comunista de Pyongyang se produjo en 2000, cuando la entonces secretaria de Estado, Madeleine Albright, bajo el Gobierno del presidente Bill Clinton, se reunió en la capital norcoreana con Kim Jong Il, el padre de Kim, para discutir el programa nuclear. EFE
DG (efe, dpa)
Así se vive en Corea del Norte (II)
Les presentamos la segunda parte de las fotografías obtenidas por DW durante su visita a Pyongyang. Salimos a la calle junto al acompañante que nos puso el Estado y esto fue lo que vimos.
Imagen: DW/A. Foncillas
"Internet" a precio de medio helado
Centro de divulgación científica abierto recientemente en Pyongyang. La población puede acudir para disfrutar con juegos de ordenador o conectarse a internet “por la mitad del precio de un helado”, dice la guía. Internet es de hecho una limitada intranet interna sin acceso a páginas del exterior.
Imagen: DW/A. Foncillas
Minifaldas y botas
Los uniformes son ubicuos en el país. Los encargados de controlar el tráfico son en su mayoría mujeres jóvenes vestidas con minifaldas y botas.
Imagen: DW/A. Foncillas
Esperando el desfile
El Ejército norcoreano cuenta con 1,2 millones de soldados sobre una población total de 25 millones. Hacia el estamento militar se dirige el grueso de los escasos recursos del país. En la foto esperan el inicio del desfile militar por el Día del Sol en honor del fundador del país, Kim Il-sung.
Imagen: DW/A. Foncillas
Sonrisa y música
Niñas aprendiendo música en una academia. Este tipo de escuelas son comunes en Corea del Norte, donde se valora especialmente el talento en disciplinas artísticas y deportivas.
Imagen: DW/A. Foncillas
Lujo subterráneo
El metro de Pyongyang es el más profundo del mundo y serviría de refugio en caso de ataque. El lujo de la estación contrasta con los trenes avejentados. Los usuarios pueden aprovechar la espera informándose sobre el último misil lanzado.
Imagen: DW/A. Foncillas
Desfile ante la modernidad
La arquitectura de Pyongyang es tan característica como sorprendente. Los nuevos edificios son octogonales, ovalados o de cualquier otra delirante forma. También se asemejan a un libro invertido si allí vivirán los académicos o a algo parecido a un enchufe si se destinarán a los científicos.
Imagen: DW/A. Foncillas
Fútbol y muchas calorías
Niños jugando fútbol en un colegio de huérfanos en la capital. Los responsables prometen que ingieren 3.500 calorías diarias, más de las que necesita un deportista de élite en cualquier país el mundo.
Imagen: DW/A. Foncillas
Propaganda por doquier
Los carteles propagandísticos son habituales en las calles de Pyongyang. Hablan de la fortaleza del Ejército, de la necesidad de una patria unida contra el enemigo externo, de los trabajadores como base de un sistema ideológico que solo existe acá: el juche.
Imagen: DW/A. Foncillas
Paso firme, condecoraciones y fusiles
Los desfiles militares son actividades muy recurrentes en el calendario norcoreano. El objetivo del Gobierno es mostrar a sus fuerzas armadas bien equipadas, entrenadas y actuando con marcialidad coreográfica. Y el resultado suele ser, a lo menos, sorprendente.