El rechazo a Trump aumenta conforme avanzan sus posibilidades de conquistar la nominación del Partido Republicano. En la última votación Trump se impuso en Florida, Carolina del Norte e Illinois, dejando fuera de la carrera electoral al senador Marco Rubio que perdió en su natal Florida. En Ohio, venció el gobernador del estado John Kasich, la única esperanza moderada en las filas republicanas.

“Es de suponer que Kasich se sienta con posibilidades de ganar la nominación de su partido, pero eso se definirá en la convención que se celebrará el próximo mes de julio en Cleveland, Ohio“, afirma el politólogo Boris Vormann, investigador del Instituto John F. Kennedy de estudios norteamericanos de la Universidad Libre de Berlín.

Inquietud en el Partido Republicano

Los líderes republicanos se sienten inquietos por la incendiaria retórica del magnate inmobiliario, que promete deportar a 11 millones de inmigrantes ilegales, prohibir temporalmente el ingreso de musulmanes a Estados Unidos y construir un muro a lo largo de la frontera con México. Vormann recuerda que el senador de Texas Ted Cruz, de origen cubano igual que Marco Rubio, no ha ganado ningún estado pero se ha consolidado como segundo en la contienda republicana, como alguien que podría dar batalla a Trump. “Pero la opción entre Cruz o Trump es como elegir entre la peste y el cólera. La estrategia del Partido Republicano sería negociar por la nominación del moderado Kasich“.

El experto destaca que el escenario republicano se mantendrá fragmentado pese a que el abanico de 16 figuras de alto perfil se ha reducido a tres. “Está por verse si Trump logra conquistar hasta julio los 1.237 delegados que necesita para una nominación directa“. Según The Green Papers, que lleva el recuento hacia las elecciones presidenciales del 8 de noviembre, Trump acumula hasta el momento 691 delegados, frente a 412 de Ted Cruz y 146 de John Kasich.

Trump amenaza: podría haber disturbios

Fiel a su estilo provocador, el magnate inmobiliario advirtió que podría haber disturbios si no es el elegido por la convención de su partido. En una entrevista telefónica a CNN este miércoles (16.03.2016), Trump aseguró que representa a muchos millones de personas y de haber una convención con sorpresas “podrían suceder cosas malas“.

“Trump es el genio que salió de la botella y ahora es incontrolable. Es una caricatura y es el resultado de un proceso dentro del Partido Republicano que ha mantenido una postura de bloqueo en el Congreso, que no ha sido capaz de conducir una discusión política, que se ha trasladado de manera extrema hacia la derecha“, señala Vormann.

El experto destaca que la cuestión económica es lo que está moviendo el voto en Estados Unidos. “Trump ha logrado movilizar a grupos blancos de la población que han sufrido un retroceso económico y social. Se sienten con derecho a ciertos privilegios, tienen una idea fija de cómo debiera ser la sociedad estadounidense, como algún día lo fue“.

Desde la crisis financiera la desigualdad sigue creciendo

El politólogo recuerda que, tras la crisis financiera de 2008, no ha habido una reforma de fondo en la mayor economía global. Adicionalmente, amplios sectores de la población se rebelan ante la clase política, el establishment. “Hay una frustración con Washington D.C., con la manera de hacer política, el manejo de la economía, cómo operan los lobbys, así como con la llamada “tercera vía“, el neoliberalismo como única alternativa en la política económica“.

Vormann está convencido de que Trump, a pesar de ser un demagogo, que un día dice una cosa y al día siguiente otra en su afán de captar votos, de ganar la presidencia de la mayor potencia del mundo sería sometido a mecanismos de control. “Hay mecanismos de bloqueo, algo así como un balance del poder, que se encargan de que un presidente no pueda hacer todo lo que quiere. No estaríamos ante un escenario apocalíptico, pero si estamos ante una sociedad profundamente dividida, con una desigualdad creciente desde la crisis financiera de 2008“.