Trump ofrece a EE.UU. para mediar entre Serbia y Kosovo
18 de diciembre de 2018
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El presidente de EE.UU., Donald Trump, se ha ofrecido a servir como anfitrión de unas conversaciones de paz entre los líderes de Serbia y Kosovo, que podrían llevar a un "acuerdo histórico", informó este martes (18.12.2018) en Twitter el dirigente kosovar, Hashim Thaci.
El presidente de Kosovo colgó en esa red social una carta firmada por Trump, en la que el mandatario estadounidense se ofrece a acoger en la Casa Blanca a Thaci y a su homólogo serbio, Aleksandar Vucic. En la misiva, dirigida a Thaci y fechada en el 14 de diciembre, Trump afirma: "Estamos listos para asistirle en sus esfuerzos destinados a lograr un acuerdo para mantener el equilibrio de los intereses tanto de Kosovo como de Serbia. Ese acuerdo está al alcance de la mano", indica.
"Estoy deseando -continúa Trump- acogerle a usted y al presidente Aleksandar Vucic en la Casa Blanca para celebrar lo que podría ser un acuerdo histórico".
En 2013, Belgrado y Pristina alcanzaron un pacto para iniciar la normalización de sus relaciones bajo auspicios de la Unión Europea (UE), pero el diálogo no ha experimentado avances significativos, a pesar de que Bruselas exige esos progresos para permitir un mayor acercamiento al bloque comunitario.
Uno de los mayores escollos es el tema de la independencia de Kosovo, antigua provincia serbia poblada por una gran mayoría de albaneses étnicos que se separó de Serbia en 2008. Serbia no reconoce la independencia de Kosovo, que ha sido respaldada por más de un centenar de países, entre ellos EE.UU. y la mayoría de los socios de la UE, pero no por España, Rusia, China, India y otros Estados.
En su carta, Trump recuerda a Thaci que EE.UU. ha "invertido fuertemente" en la independencia de Kosovo y le urge a "aprovechar este momento único, hablar con una voz unificada durante las conversaciones de paz y evitar cualquier acción que pudiera hacer el acuerdo más difícil de conseguir".
Las relaciones entre Pristina y Belgrado se han tensado este mes después de que el Parlamento kosovar aprobara transformar en un Ejército su limitada Fuerza de Seguridad de Kosovo (KSF). Las autoridades kosovares consideran esta decisión un paso "histórico" que sella simbólicamente su soberanía.
Frente a ello, Serbia considera que la decisión de Pristina viola la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas, que estipula que la seguridad de Kosovo está en manos de la KFOR, una fuerza internacional liderada por la OTAN. (EFE)
La intervención de la OTAN contra Serbia
El bombardeo de Serbia por parte de la OTAN terminó con la violencia de las tropas serbias contra los albano-kosovares. Sin embargo, esa guerra, que se realizó sin el mandato de la ONU, sigue siendo controvertida.
Imagen: picture-alliance/dpa
Huellas de la guerra
El conflicto en Kosovo escaló a fines de 1990. Decenas de miles de personas huyeron y, cuando todas las tentativas de restablecer la paz se vieron frustradas, la OTAN inició un ataque aéreo a las bases y objetivos militares serbios, el 24 de marzo de 1999. Once semanas después, Slobodan Milosevic se rendía.
Imagen: Eric Feferberg/AFP/GettyImages
El fracaso de la resistencia pacífica
Ya a mediados de los 80 comenzaron en Kosovo las protestas contra los intentos de Belgrado de recortar los derechos de la población albana. En los 90, las represalias aumentaron. Ibrahim Rugova, que lideraba el movimiento político en Kosovo desde 1989, creía en la resistencia pacífica y trató de convencer a Slobodan Milosevic de un cambio de rumbo, pero sin éxito.
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Guerra de guerrillas
En Kosovo comienza a formarse la resistencia armada. La autoproclamada Armada de Liberación UCK empieza una cruel guerra de guerrillas perpetrando violentos ataques contra los serbios, pero también contra los albanos, a quienes considera colaboradores. Serbia responde a los actos terroristas incendiando viviendas y saqueando tiendas. Cientos de miles personas huyen.
Imagen: picture-alliance/dpa
Expulsión sistemática
La guerra se vuelve cada vez más brutal. Para romper la resistencia de la UCK y el apoyo que le brinda la población, las fuerzas serbias atacan cada vez más a civiles. Muchas personas huyen a los bosques. Miles de kosovares son llevados en trenes y camiones a las fronteras del país, sin documentos que probaran que provenían de Kosovo.
Imagen: picture-alliance/dpa
El último intento
En febrero de 1999, EE. UU., Francia, Gran Bretaña, Rusia y Alemania llaman a las partes en conflicto a una conferencia en Rambouillet para lograr un acuerdo limitado de autonomía para Kosovo. Los representantes kosovares aceptan, pero los serbios no están dispuestos a hacer concesiones, y las negociaciones fracasan.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Intervención humanitaria"
El 24 de marzo de 1999, la OTAN comienza a bombardear objetivos militares y estratégicos en Serbia y Kosovo para frenar la violencia contra los albanos. También Alemania participa en los ataques. La operación “Allied Force” es la primera guerra de la OTAN en 50 años que no cuenta con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia juzga severamente la intervención
Imagen: U.S. Navy/Getty Images
Infraestructura paralizada
Además de los ataques a instalaciones militares, la OTAN también toma como objetivo vías de abastecimiento, líneas de ferrocarril y puentes. En 79 días y noches arriban más de 37.000 misiones de la alianza, y cerca de 20.000 misiles y bombas caen sobre territorio serbio. Muchos civiles pierden la vida. “Daños colaterales”, según el lenguaje que utiliza la OTAN.
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Nubes tóxicas sobre Pancevo
También son atacadas las fábricas, como en Pancevo, cerca de Belgrado. Allí, las bombas de la OTAN destruyen un depósito de químicos y una fábrica de fertilizantes liberando grandes cantidades de sustancias químicas que contaminan suelos, ríos y el aire. Las consecuencias para la población son gravísimas. Serbia acusa a la OTAN de utilizar munición enriquecida con uranio, así como bombas racimo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Guerra contra la propaganda de guerra
Para privar a Milosevic de un importante órgano de propaganda, la OTAN ataca la televisión estatal en Belgrado. Aunque se informó con anticipación al Gobierno serbio del ataque, éste no difunde la información. En el edificio de la emisora mueren 16 personas.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Daños colaterales"
En Kosovo, las bombas de la OTAN caen por error sobre una caravana de refugiados albanos. Mueren cerca de 80 personas. La OTAN califica, además, de “daño colateral” el bombardeo de la embajada china en Belgrado, en el cual mueren cuatro personas. El incidente provoca una grave crisis diplomática entre Pekín y Washington.
Imagen: Joel Robine/AFP/GettyImages
Balance del horror
A comienzos de junio llegan las primeras señales de Belgrado que indican que Slobodan Milosevic está dispuesto a ceder. El 19 de junio la OTAN detiene los ataques aéreos. El balance de la guerra: miles de muertos y 860.000 refugiados. La economía serbia está por los suelos, y amplios sectores de su infraestructura están destruidos. Kosovo es puesta bajo administración de la ONU.